“A todos los que Lo llaman”

Si a alguien le falta algo, es porque no rezó en medida suficiente.

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Grupo Breslev Israel

Posteado en 14.01.25

Dice la Guemará (Berajot 32ª): “Rabí Janin dijo en nombre de Rabí Janina: cuando uno reza en forma extensa, su plegaria no es devuelta con las manos vacías”. Debemos recordar que esta ley espiritual es exactamente igual a cualquier otra ley de la naturaleza, de tantas que conocemos. Así como existe una ley natural que dice que el fuego arde y calienta, y hay otra ley natural que dice que el agua apaga el fuego, de la misma manera, hay una ley según la cual la persona que reza en forma extensa obtiene respuesta a sus súplicas. Debemos prestar mucha atención, porque la Guemará no está diciendo: “cuando un justo” o “cuando una persona piadosa”, porque, en realidad, da lo mismo.

Si esa persona reza en forma abundante, entonces, por ley, su plegaria es aceptada. Tal como dice el Salmista: “Próximo está Hashem a todos quienes Lo llaman, a todos quienes Lo llaman en verdad” (Salmos 145:18) y tal como decimos en los rezos: “Él escucha la plegaria de cada boca” (Sidur). Por lo tanto, cada persona que reza en forma extensa tiene garantizado que va a obtener respuesta. Y por eso la Guemará aconseja: “Si la persona ve que rezó y no obtuvo respuesta, entonces que vuelva a rezar” (ibíd). En conformidad con lo dicho, Rabí Natan nos enseña una regla de oro: “Cada vez que veo una carencia, es porque la persona no rezó o porque no rezó lo suficiente”. Si a alguien le falta algo, es porque no rezó en medida suficiente.

Hay otro aspecto de esta misma ley que es que existe la posibilidad de que Hashem haya decidido que la persona merece recibir abundancia material o espiritual por sus méritos, pero no la recibe debido a que no reza. ¿Sabes por qué? Porque la abundancia necesariamente debe entrar en vasijas o recipientes que la contengan, y nuestras plegarias son esas vasijas. Es posible que, dados los méritos y las buenas acciones que realizó una persona, que Hashem quiera conferirle una generosa dosis de santidad y pureza, temor Divino, amor a Hashem y mucho más. Pero para recibir todo eso, tiene que contar con una gran cantidad de vasijas. Y por eso debe rezar en forma extensa. Porque por mucho que se lo merezca, si no reza, no lo va a recibir.

Es por eso que Rabenu Yerujam afirma (Daat Torá, Bereshit) que, si bien a las santas Matriarcas se les prometió que tendrían hijos y a pesar de que tenían muchos méritos, “sin plegaria, no habrían logrado nada”. Lo mismo ocurre con los santos Patriarcas y la promesa que les hizo Hashem de que iba a redimirlos. Pero si no hubieran rezado, no habrían sido redimidos. Concluye Rabenu Yerujam diciendo. “Esta es la medida: nada puede darse por sentado. Todo hay que tomarlo. Y si uno no pone la mente en la plegaria, no logrará nada”.

En consecuencia, vemos que el Creador implementó una ley en la Creación según la cual, cuando rezamos, estamos trayendo abundancia y recibimos todo lo que queremos. Y, por consiguiente, la vida de cada persona va de acuerdo a sus plegarias.

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