En busca de Hashem

Recorro estas calles vacías en busca del único amigo que he conocido. Voy a todos los lugares que solemos encontrar, pero él no está allí...

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Abraham Yehuda Bell

Posteado en 14.03.21

Recorro estas calles vacías en busca del único amigo que he conocido. Voy a todos los lugares que solemos encontrar, pero él no está allí. Bajé por la calle Ezra y fui corriendo hacia la sinagoga. Creí que oí que alguien me llamaba, pero cuando me di la vuelta, no había nadie. Estaba en un punto muy bajo. Toda mi vida parecía estar al revés. Por mucho que lo intentara, las cosas no estaban resultando como esperaba. Finalmente me rendí y salí al campo. Grité a todo pulmón: "¿Dónde estás?". De repente oí a alguien detrás de mí y me di vuelta. Era mi amigo. Dijo: "Te he estado buscando y hasta te llamé, pero no me escuchaste". ¡He estado aquí afuera en el campo esperándote!

 

 

Muchas veces nos sentimos perdidos y solos, pero Hashem nos llama, nos busca y nos espera. Nunca estamos solos. Está escrito en el Salmo 139: 8: "Si asciendo al Cielo, Tú estás allí y si hago mi cama en el Infierno, aquí estás". El rey David sabía que, en tiempos de problemas, Hashem está justo al lado de nosotros. Lo único que tenemos que hacer es extender los brazos.

 

La vida es un viaje lleno de asombro, maravilla y desafíos. Mientras estoy en el camino de la vida, miro hacia atrás y veo el gran trayecto que he recorrido. Mi vida ha estado llena de picos y valles. He tenido momentos de alegría abrumadora y momentos no tan felices. Muchas veces me sentí tan débil que fue difícil continuar. Iba al campo y las palabras simplemente no me salían. Entonces Le decía a Hashem: "Hoy simplemente nos sentaremos los dos juntos". Esos eran los momentos en que mi corazón estaba tan roto que ni siquiera podía hablar, que estaba más cerca de Hashem. Y entonces sentía a Hashem en lo más profundo de mi alma. El dolor y el sufrimiento desaparecían. Hashem nos ama, ya sea que estemos gritando a todo pulmón o estemos tan silenciosos como la noche de invierno. Lo principal es estar con Hashem.

 

Volviendo a la carretera que tengo delante, veo una inmensidad que no puedo comprender. No tengo idea de lo que me espera. Solo sé que Hashem me ama y está conmigo. No me desesperaré ni tendré miedo.

 

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