¡Él está a cargo!

¿Cuándo dejaremos de intentar jugar el papel de Dios en la educación de nuestros hijos? ¿No es hora de dejar que Hashem maneje el mundo?

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Yehudit Bell

Posteado en 09.02.20

¿Cuándo dejaremos de intentar jugar el papel de Dios en la educación de nuestros hijos? ¿No es hora de dejar que Hashem maneje el mundo? Él sabe qué es lo mejor…

                      

Recientemente me dieron un regalo muy valioso, en el autobús Egged, número 434 de Rehovot a Jerusalén. Los autobuses de Egged son lugares maravillosos para hacer plegaria personal. ¡Uno no puede evitar rezar cuando el autobús recorre las curvas de las montañas mientras el conductor cuenta el dinero y al mismo tiempo cobra la tarifa de los pasajeros! ¡No estoy exagerando! Es una verdadera experiencia de emuná, solo en Israel …

 

Volvamos al "regalo". Estoy segura de que todos ustedes han leído El jardín de la educación. Si aún no lo han leído, no esperen, porque sus hijos se lo merecen. Yo, por ejemplo, tengo hijos preciosos y muy “animados”. Paso mucho tiempo rezando por ellos, para que canalicen su energía en la dirección de la Torá, el refinamiento del carácter y el cumplimiento de los preceptos de la Torá. El libro El Jardín de la Educación explica que, por mucho que ames a tus hijos, ¡Hashem los ama aún más! ¡Y no solo los ama más, sino que en realidad es tu socio en su crianza! Esto suena maravilloso, porque uno puede estar seguro de que Él lo ayudará a criarlos adecuadamente. Pero como suele decirse, "La distancia más larga es desde la cabeza hasta el corazón". ¡Esto significa que a menudo es difícil internalizar algunos de los altos ideales de este gran libro!

 

Mientras viajaba en el famoso autobús Egged a Jerusalén, estaba hablando con Hashem sobre uno de mis hijos, que había empezado a asistir a una nueva escuela hacía algunos meses y lo estaba pasando muy mal. De repente se me ocurrió que mi hijo aún no había sido presentado a su asesor escolar, un educador especial en el campus que ayuda a los jóvenes a creer en sí mismos y alcanzar el éxito tan anhelado.  En ese momento, decidí hacer una pausa en mi plegaria personal y llamar a su escuela. La secretaria habla muy poco inglés. Estaba tratando de explicarle que mi hijo tiene que ponerse en contacto con el asesor de la escuela.

 

Pero entonces, no saben lo que me pasó….

 

Para no escuchar lo que yo estaba charlando por teléfono, el conductor del autobús se puso a gritarme que cuelgue el teléfono. Le respondí lo más tranquilamente que pude, diciéndole que estaba en medio de una llamada urgente a la escuela de mi hijo. Entonces el conductor decidió subir el volumen de la radio un poco más para ahogarme. Luego, la secretaria me conectó con el director de la escuela, cuyo inglés era aún peor que mi hebreo. Nuevamente, tuve que hablar en voz alta y lenta, presentándome y explicando el problema de mi hijo. Bueno, a menudo hay muchas personas bilingües amables y serviciales en el autobús. Un caballero vio mi sufrimiento y se encargó de ayudarme a traducir.

 

Finalmente, el director acordó investigar el asunto. Dijo que trataría de volver a llamarme. No hace falta decir que colgué el teléfono llorando. El conductor del autobús bajó la música y me dio una bendición, y dijo que no me preocupara. Luego volvió a subir la música. Allí estaba yo, desconsolada, sintiéndome impotente. En ese mismo instante, sonó mi teléfono celular y me apresuré a contestar. ¿Acaso sería el director? No: ¡era mi querido hijo, por cuya alma había estado luchando! Fue muy agradable y tranquilo. Él dijo: "Mamá, conocí a un maestro nuevo de la escuela". Procedió a decirme que pasaron una hora entera conversando: “Él es el asesor escolar. Me cae muy bien". ¡No saben lo bien que me sentí en ese momento! Le dije que estaba muy contenta de que se hubieran conocido, y que esperaba que él pudiera ayudarlo a tener éxito en su programa. Mi hijo dijo: "¡Mamá, no te preocupes!"

 

Hashem me demostró que Él ama a nuestro hijo y que tenía todo bajo control. Hashem realmente ama a mis hijos más de lo que yo alguna vez podré amarlos y además Él es mi Socio de crianza.

PD: Me complace informar que mi hijo ha mejorado enormemente en su desempeño y que tiene grandes deseos de tener éxito. ¡Seguiré rezando por él, sabiendo que su verdadero Padre está tomando todas las decisiones!

 

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