La Tarea de Nuestra Generación

Cada generación tiene su misión personal para traer la rectificación final del mundo. Nuestra generación, la generación de los pasos del Mesías, necesita...

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Rabino Erez Moshé Dorón

Posteado en 06.04.21

Contemplando Con Los Ojos de la Fe – Segunda Parte:

Cada generación tiene su misión personal para traer la rectificación final del mundo. Nuestra generación, la generación de los pasos del Mesías, necesita… 

El gran salto
 
Con la fe podemos saltar sobre el Espacio Vacío, sobre el vacío existencial de nuestros corazones. Ese Espacio Vacío exento de la esencia de Di-s. Los límites de nuestra comprensión son bien entendidos por el judaísmo.
 
Cuando llegamos a un punto incomprendido por nuestro intelecto, debemos abrir los "ojos de la fe" que miran, tanto al mundo superficial como a nuestro interior. Mirar profundamente hasta lograr ver la esencia Divina, que alumbra la creación y nuestro mundo interior como lo hacía antes de la creación.
 
La fe es un sentimiento que existe profundamente dentro de nosotros, y es necesaria para recibir la luz y su Creador. Cuando desarrollamos nuestro poder de fe, tenemos más confianza en lo que yace más allá de nuestros sentidos. Construimos dentro de nosotros un receptáculo capaz de dar cabida, y hasta entender qué sucede detrás de los telones del mundo físico.
 
Escribió Rabi Natan: "La principal condición para la creación de los receptáculos es mediante la fe porque la fe es un receptáculo capaz de aceptar la Luz de la Sabiduría".
 
Podemos entender, pero antes -debemos creer. De esta forma se aumenta la posibilidad de recibir la Sabiduría Divina.
 
"Porque la Luz de Di-s Mismo, en la medida que lo podemos expresar, es imposible de recibir, ya que esta Luz es muy intensa. Es la Luz del Ein Sof – Di-s Infinito, bendito sea. Es imposible recibirla salvo a través muchos y muchos receptáculos. Únicamente mediante la fe podemos crear los receptáculos de lasantidad. El receptáculo está compuesto de fe. Cuando creemos en Di-s sin usar el razonamiento o intelecto… entonces la persona recibe Luz en su receptáculo , o comprensión, dependiendo de la fe que posea".
 
Lo mismo Rabi Najman escribe, en el Libro de los Atributos (Sefer HaMidot),: "Al principio debemos creer en Di-s y sólo después comenzaremos a entender con el intelecto" (Fe, 20).
 
Fe es más que una comprensión intelectual. "Sucedió en el trigésimo año, en el quinto día del cuarto (mes), estando en medio del exilio en el río Jebar-los Cielos se abrieron, y tuve visiones de Di-s" (Ezequiel 1:1). Rabi Najman señaló que en hebreo, con las primeras letras de las palabras de este versículo –"Los Cielos se abrieron, y pude ver a Di-s", se lee "Emuná" – fe. Con una fe poderosa podemos ver la realidad Divina y los mundos Celestiales.
 
Cómo adquirir la fe
 
"La fe no debe ser abstracta", prosigue Rabi Natan. "Debemos aprender sus principios de un experto en el tema". "Lo principal es creer en los Sabios. Debido a la grandeza y elevación de Di-s, podemos merecer una faceta de fe únicamente mediante los sabios y los verdaderos hombres justos de la generación llamados tzadikey a dor (conocedores de todos los aspectos de la Torá). Ellos logran su comprensión del Todopoderoso mediante sus esfuerzos y su fe perfecta. Ellos pueden atraer Su luz y bondad hacia nosotros y darnos una fe santa" (Likutey Halajot, Yore Dea, Hejsher Keilim 2:1).
 
Como enseñaron Nuestros Sabios, emuná (fe) se obtiene hablando sobre ella. Desarrollamos la fe mediante la plegaria, totalmente compuesta de fe, hablando con otros del tema, y mediante auto-introspección.
 
"La fe depende de la palabra del hombre, como se ha dicho: "Haré conocer vuestra infidelidad con mi boca" (Salmos 89). Cuando hablamos de fe, eso en sí es fe, y además atrae más fe" (Likutey Moharán II, 44).
 
"Cuando el hombre duda de su fe en Di-s, debe decir en voz alta: "Yo Creo con completa fe que el Creador es Uno y Único, es el Primero y el Último" (Sijot HaRan 142).
 
Otra revelación: "La principal perfección en la fe procede de la creencia de que Di-s desea nuestro servicio en este mundo. Nuestros antepasados: Abraham y Moshé revelaron esta verdad. Este es el fundamento de toda la Torá" (Likutey Halajot, Yore Dea, Hiljot Shavuot 2:2)
 
"El motivo principal del exilio es la falta de fe", escribe Rabi Najman. Cuando reforzamos nuestra fe, no sólo nos beneficiamos a nosotros, sino también a todo el mundo.
 
La tarea de nuestra generación
 
Cada generación tiene su misión personal para traer la rectificación final del mundo. Nuestra generación, la generación de los pasos del Mesías, necesita perfeccionar su fe. Encontramos prueba de esto en las palabras de los Sabios, quienes explican que los líderes de cada generación trataron de enseñar el principal servicio a Di-s a cada generación, y finamente concluyeron: "El profeta Habacuc lo estableció en un principio: "El hombre justo vivirá con su fe", (Tratado Makot 24)".
 
Nuestra generación lucha con la gran oscuridad. La Mano de Di-s está oculta y no vemos Su Providencia Divina. Sin embargo, a pesar de la temible oscuridad, la gente aún cree en Su bondad y benevolencia.
 
El profeta Ezequiel relata:
 
"La mano de Di-s se posó sobre mí, y me cargó en el espíritu de Di-s, colocándome en medio del valle, el cual estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar alrededor de ellos, ¡y he aquí! Habían muchos sobre la superficie del valle, y he aquí, estaban extremadamente secos. Luego Me dijo: 'Hijo de hombre, ¿pueden resucitar estos huesos?' Y yo respondí: 'Oh, Eterno, Di-s, Tú [sólo] sabes". Y Él me dijo: "Profetisa sobre estos huesos, y diles: 'Oh, huesos secos, escuchen la voz de Di-s'".
 
A Ezequiel le costaba creer que esos huesos secos pudieran cobrar vida, pero Di-s lo ordenó y el milagro sucedió ante sus ojos.
 
"Y yo profeticé como Él me lo ordenó, y se posó en ellos un espíritu, y resucitaron y se levantaron, un gran ejército, extremadamente numeroso…"
 
Este milagro no fue sólo para Ezequiel, sino para todos nosotros. Di-s explicó el significado del milagro.
 
"Entonces Él me dijo: 'Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel'. ¡He aquí! Dijeron: 'Nuestros huesos se secaron, nuestra esperanza se ha perdido, estamos totalmente perdidos'". (Ezequiel 37:1-11).
 
Comentario de Rashi: "Estos huesos son toda la casa de Israel – Son una insinuación y un ejemplo de toda la casa de Israel en su exilio, pues dicen: 'Nuestros huesos se han secado por nuestros problemas, se ha perdido nuestra esperanza, y ¿qué otra esperanza nos queda para salvarnos?'" (íd. 11).
 
El Malbim ofrece otra explicación: "Nuestros huesos se han secado – Ya no tuvieron un Rey, ni profeta, ni un ejército poderoso, hasta que se encontraron en las garras de la desesperación".
 
¡En medio de la muerte que amenazaba por todos lados, en medio de la sequedad que absorbe el jugo de nuestros huesos y la vitalidad de nuestro corazón, todavía quedan creyentes! "¿Vivirán estos huesos?", pregunta Di-s, y su fiel respuesta: "Sí, vivirán".
 
¡Contra todas las explicaciones prácticas y contra todo el mundo materialista impregnado de hedonismo, creemos y seguiremos creyendo!
 
Sentimientos de santidad y la búsqueda de pureza revivirán. Aunque fuésemos pisoteados como el polvo, volveremos a levantarnos para derribar el mal. Haremos nacer una nueva vida, una vida llena de luz y verdad. "¡Estos huesos son toda la casa de Israel!".
 
La creencia en una vida nueva viene a través del poder de la plegaria. "La plegaria está por encima de la naturaleza, la cual puede determinar un resultado, pero éste puede cambiarse mediante la plegaria. Esto es milagroso, y para ello necesitamos fe. Debemos creer que Di-s resuelve todo, y que Él puede cambiar cualquier cosa de acuerdo a Su voluntad" (Likutey Moharán I,s 7:1).
 
El Rey y su hija
 
Rabi Najman cuenta la historia del primer Ministro que buscó a la hija perdida del Rey. La buscó durante años, en desiertos y lugares inhabitados. Finalmente, encontró gigantes y les pidió ayuda para encontrar las montañas donde estaban las minas de oro y diamantes. "Allí me encontrarás", le escribió la princesa en su último encuentro. Pero los gigantes se rieron antes su petición. "¿Qué tonterías dices?" Escucha mi consejo, ofreció uno de ellos: "Regresa a casa, no existe tal cosa".
 
"En la vida no existe propósito, ni santidad, exclamaron los gigantes del mundo. "Lo único que existe es el intelecto y la cultura del hombre". Pero el héroe de nuestra historia no se dejó influenciar por sus palabras y les respondió valientemente: "¡Yo sé con toda seguridad que sí existe! Y así Rabi Najman termina su historia: "Y al final, la encontró" Existe un Rey y también la hija del Rey: Di-s existe y también el alma. Podemos lograr santidad si la buscamos. Existe esperanza y redención. Los huesos secos revivirán. Así dice el creyente. "¡Yo sé con toda certeza que existe!".
 
(Traducido de: www.levhadvarim.com)

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1. Rak

1/26/2014

Fuera de serie! Hermosa enseñanza sobre la Fe, gracias por ayudarnos a mejorar nuestras vidas.

2. Rak

1/26/2014

Hermosa enseñanza sobre la Fe, gracias por ayudarnos a mejorar nuestras vidas.

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