La Fe frente a la Herejía

Toda la guerra entre la Buena y la Mala Inclinación ocurre en el pensamiento del hombre, ese es el verdadero campo de batalla…

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.04.21

La Fe y los Rasgos del Carácter #3:

 
Toda la guerra entre la Buena y la Mala Inclinación ocurre en el pensamiento del hombre, ese es el verdadero campo de batalla
 
 
Pensamiento Positivo
 
Toda la guerra entre la Buena y la Mala Inclinación ocurre en el pensamiento, pues la Buena inclinación es realmente los pensamientos positivos y la Mala Inclinación los negativos.
 
Por lo tanto, lo esencial de la prueba del hombre consiste en, o sucumbir a los malos pensamientos y creer en ellos, lo que se manifiesta en tristeza, desesperación y depresión, o reforzarse con pensamientos de fe, lo que le lleva a dominar su tristeza, colmándose de alegría. Sus privaciones se transforman para bien y triunfa, porque superó su prueba según la Voluntad del Creador.
 
Tomemos el ejemplo de una persona que fracasa  durante un largo período en encontrar pareja. Esta es ciertamente una prueba difícil, cuya esencia consiste en afrontar los pensamientos de tristeza y desesperación provocados por la Mala Inclinación. Ella empieza enumerándole todas sus faltas y carencias que le impiden concretar el matrimonio, con el fin de que pierda su fe, como si no  tuviera  ninguna posibilidad de casarse  alguna vez. ¡Todos esos pensamientos son mentiras! – nada impide al Creador darle a cada uno su pareja en cualquier momento que lo desee.
 
Por consiguiente, lo primero consiste en no culparse a sí mismo o a otros y agradecer al Creador por estar soltero hasta el día hoy, entendiendo que su celibato es la Voluntad Divina y es para su bien. Cuando él posea esta creencia, su plegaria será verdaderamente eficaz.
 
Si atribuye su situación a sus acciones, pensando: “Todavía no me arrepentí como es debido, mis transgresiones me impiden encontrar a mi cónyuge, y por eso el Creador no quiere que me case…”, estos pensamientos también provienen de la falta de fe. Si tuviera fe en el Creador, se dirigiría hacia Él y Le pediría:
 
“¡Señor del Universo! Tú sabes cuáles son los pecados que me impiden encontrar a mi cónyuge. Por favor, perdóname por ellos y ayúdame a corregirlos. No actúes según mi conducta y según mis acciones, por favor, dame a mi pareja aunque todavía no reparé lo que es necesario, porque Tú Mismo sabes que una persona no puede realmente corregirse sin transformarse en un hombre completo, que significa estar casado. Por esta razón, por favor ayúdame a encontrar a mi pareja”.
 
La regla es la siguiente: cuando el hombre tiene fe en el Creador, ¡entonces incluso el problema de su alejamiento de Él se resuelve con el Creador Mismo – por medio de la plegaria!

La fe frente a la herejía

Veamos algunos ejemplos de pensamientos de herejía que provienen de la Mala Inclinación y se manifiestan en la tristeza y la desesperación, enfrentando a los correctos pensamientos de la fe, dictados por la Buena Inclinación:
 
 
La herejía hace pensar:
 
 
La fe hace pensar:
 
Nunca solucionaré mi problema.
 
¡Si el Creador lo quiere, Él puede solucionar  todos mis problemas en este mismo instante!
 
 
El Creador se olvidó
de mí.
 
El Creador no olvida a nadie. Él ama a cada una de Sus criaturas, incluso a mí. Todo está bajo  la  Supervisión Divina y para bien; no hay ningún error y todo es exacto.
 
 
El Creador no quiere ayudarme.
 
No sólo que el Creador quiere ayudarme, sino que me creó sólo para tener compasión de  mí. Aun este mismo obstáculo esconde una gran salvación.
 
 
No sé rezar. No tengo
ganas de rezar. Me es
difícil rezar.
 
Pediré al Creador: “Permíteme rezar; Dame  las ganas de rezar; dame el amor a  la  plegaria; ayúdame a prolongar y a multiplicar  mis plegarias hasta que sean atendidas; que  sepa cómo apaciguarte y complacerte; ’Oh Eterno, abre mis labios, y mi boca dirá Tu alabanza‘”.
 
 
Soy un perdedor. Nunca tengo éxito.
 
El  éxito proviene del Creador. Hasta ahora intenté tener éxito “Con mi propia fuerza y el poder de mi mano” y por eso fallé. Desde ahora me fortaleceré en la fe que todo está en Sus manos. Rezaré y tendré éxito.
 
 
Nada me va como quiero.
 
Me va muy bien, justamente como el Creador lo quiere. También si me parece que no me va bien, esta es la Voluntad del Creador para que despierte y reconozca mi nulidad, y sepa que  todo proviene de Él. Esta es la mejor cosa que me podía pasar.
 
 
Me hicieron
“mal de ojo”.
 
“No hay más nada fuera de Él”, ningún “mal de ojo” me puede dañar si el Creador no lo quiere. Trabajaré sobre mí mismo con el fin de que ahora en adelante mire a los demás favorablemente. Por lo tanto, el “mal de ojo” de los otros no me dañará, pues el Creador conduce el mundo “medida por medida”.
 
 
Todo depende de mis propios esfuerzos, y no tengo fuerza para hacer nada.
 
Ningún esfuerzo es necesario. Tan pronto como llegue el momento, me llegará lo que necesito. Lo esencial de mi esfuerzo, es la plegaria.
 
 
Soy perezoso.
 
Me volví perezoso porque perdí la fe en mí  mismo. Me culpé y caí entonces en la tristeza,  que se manifiesta en la pereza. Pediré al Creador que me dé fe en mí mismo, ánimo y alegría, y Él, con Su Misericordia, me los dará.
 
 
Así como se puede comprender según esta lista, el común denominador  entre  todas  las  expresiones  de  desesperación,  es que se centran en el “yo”: “Yo no puedo”, “No soy capaz” – lo que demuestra que su raíz es el orgullo. Mientras que todas las expresiones de la fe están centradas en “El Creador”: “El Creador me ayudará”, “El Creador me dará”, “Todo está en las manos del Creador” – lo que demuestra humildad.
 
Aportamos  aquí  sólo  algunos  ejemplos,  pero  esa  es  la regla para todos los problemas y privaciones con los cuales el hombre se encuentra en la vida. En todos los casos, él está en el conflicto donde la Mala Inclinación le introduce pensamientos de  herejía,  y  le  arrastra  así  a  la  tristeza  y  a  la  desesperación; él debe luchar contra  esos  malos  pensamientos  con  todas  sus fuerzas y responder con pensamientos de fe que lo estimulen y lo fortalezcan a rezar. Resulta que lo esencial del conflicto y sus resultados se sitúan en la mente, entre los pensamientos de la fe y de la herejía.
 
La Mala Inclinación tiene fuerza sólo cuando logra introducir la herejía en el hombre. Todo el tiempo que el hombre vive con fe, no tiene Mala Inclinación.
 
 
Continuará…
 
 
(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por Rabi Shalom Arush, Director de las Instituciones "Jut Shel Jésed" – "Hilo de Bondad")

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