Cómo encontrar pareja – 1ra Parte

La Torá tiene un mensaje importantísimo para todos nosotros. No les asignamos calificaciones a los relatos de la sagrada Torá, todos los cuales son parte integrante de la misma y contienen grandes lecciones morales que nos encaminan en el camino recto. Pero no en vano nuestros Sabios quedaron especialmente impresionados por esta historia, y dijeron: “La conversación de los siervos de los Patriarcas es más elevada que la de sus descendientes”. En esta maravillosa historia hay un asombroso mensaje de emuná (fe) y bitajón (confianza) destinado a todos y cada uno de nosotros y especialmente a aquellas personas que sufren de la epidemia de esta generación: no poder encontrar pareja.

Si te fijas bien, vas a ver que el santo shiduj de Itzjak y Rivka está directamente relacionado con la plegaria. Incluso antes de enviar a Eliezer a la misión, Abraham reza: “Hashem, Dios de los Cielos, enviará a Su ángel…”. El propio Eliezer, al llegar a Jarán, se sitúa junto al pozo y reza. Y el primer encuentro entre Rivka e Itzjak fue cuando Itzjak estaba rezando en el campo. 

Y el mensaje aquí es extremadamente profundo: Es cierto que un shiduj es algo muy delicado y complejo, y precisamente por eso, lo más importante en un shiduj es la emuná y la bitajón que se expresan en limitar los propios esfuerzos y hacer mucha plegaria. 

Hay que entender que uno apenas sabe qué talla de zapatos lleva; entonces, ¿cómo puede saber qué alma le conviene para establecer un hogar? La persona ve con los ojos, y los ojos pueden ser muy engañosos. La verdad es que la persona no tiene forma de elegir la pareja adecuada para él/ella o para sus hijos. Rabí Natan escribe en una carta a su hijo: “No hay nada más oculto y velado a los ojos de la persona que esta cuestión del shiduj”.

A veces algo parece bueno, cuando en realidad no es lo más adecuado. Y a veces lo que se ve como el mayor defecto resulta ser la mayor ventaja. No sabemos nada. No entendemos nada de almas y reencarnaciones y todos los profundos e infinitos detalles según los cuales Hashem dirige el mundo. 

Y si con todo en la vida uno necesita emuná y bitajón, incluso las cosas que creemos que sí sabemos y entendemos, cuánto más en el tema de los shidujim, donde es claro para cualquier persona pensante que use su sentido común que no entendemos absolutamente nada.

No te entregues a investigaciones superfluas

Por eso, Abraham Avinu envía a Eliezer a buscar el shiduj, para demostrar que la búsqueda de shiduj no depende del daat (conciencia espiritual) de cada uno. Si dependiera de la daat, no habría mayor poseedor de daat en la generación que Abraham Avinu. Pero el shiduj es algo que está en manos de Hashem. Es la emuná que va más allá del daat, y no importa si va Abraham o Eliezer. El punto principal es que “Hashem, el Dios de los Cielos… enviará Su ángel delante de ti y hará que tu camino sea exitoso”. Abraham no duda de que recibirá ayuda de lo Alto en este caso, porque se trata de un hogar que debe revelar el honor y la realeza de Hashem, y porque Abraham está seguro de que sus plegarias serán aceptadas en el Cielo.

Abraham está seguro de que no es él y no es Eliezer. Es el propio Creador del Mundo quien enviará a los ángeles y realizará milagros para establecer el primer hogar sagrado en el mundo. Y en efecto, toda la historia está llena de milagros y de casos claros de Providencia Divina. “Y el hombre quedó asombrado”.

Abraham Avinu nos enseña el nivel más alto de emuná, porque el creyente completo sabe que encontrar la pareja adecuada es algo que está sólo en las manos de Hashem. Cualquier hishtadlut (esfuerzo) de su parte se limita a rezar extra todos los días, y no se entrega a todo tipo de investigaciones interminables y no entra en todo tipo de detalles superfluos ni es innecesariamente exigente. Si llega a conocer a una buena chica para sí mismo o para su hijo, una joven que tiene temor al Cielo y voluntad de entrega, y un deseo de servir a Hashem, y básicamente le cae bien, entonces la acepta inmediatamente, porque sabe la verdad de que no tiene forma de saber lo que es correcto para él. Y eso es cierto también, por supuesto, para las queridas bnot Israel (hijas de Israel).