Y no golpearé más

Querido pueblo de Israel, queridos hermanos y hermanas: es imposible digerir, es imposible contener la enorme calamidad de la que todos estamos siendo testigos. No hay duda de que esta es la situación más difícil en la que se ha encontrado el pueblo de Israel desde el Holocausto. ¡La sangre de nuestros santos hermanos y hermanas nos grita desde la tierra!

La sangre de nuestros hermanos y hermanas santos nos grita desde la tierra. El dolor de los huérfanos y las viudas, el dolor de los padres desconsolados, el dolor y la pena de los heridos en el cuerpo y heridos en el alma, el dolor de los habitantes del sur, y de hecho todos los habitantes de la Tierra de Israel que están llenos de miedo terrible y el dolor de la Tierra Santa – todo esto no da descanso.

No tenemos la más mínima duda de que todos aquellos santos que murieron por la santificación de Dios – todos ellos ascienden directamente al Cielo y están en un mundo que es pura bondad. Y nuestros corazones están con las familias y con los heridos y los cautivos y los desaparecidos que están pasando por momentos angustiosos que no se pueden describir con palabras.

Dios enviará a sus santos ángeles y los curará y los salvará y los devolverá a todos a sus hogares en paz, y protegerá y defenderá a todos los residentes de la Franja de Gaza y del sur con todos nuestros soldados y miembros de las fuerzas de seguridad que están sacrificando sus vidas en la campaña y a todo el pueblo de Israel que vive en la Tierra Santa que todos estamos en gran peligro.

Y nosotros somos los que estamos aquí hoy, todos estamos vivos, debemos preguntarnos para qué ser fuertes, por qué Dios le hizo esto a esta tierra y qué es toda esta furia. De hecho, muchos me preguntan cómo ser fuerte ante semejante situación.

Me gustaría aportar las ideas con las que Dios me ha bendecido para que todos podamos fortalecernos y salir de la crisis cada vez más fortalecidos.

En primer lugar, ¡fortalecernos dando gracias a Dios!

La última catástrofe nos ha ilustrado de la manera más cruel y dolorosa que vivimos en medio de millones de animales humanos sedientos de sangre y bañados en el odio a Israel que están orgullosos de su crueldad, como una oveja entre setenta lobos. Y precisamente esto sólo demuestra que toda nuestra existencia aquí en todas las últimas décadas es todo un milagro y una maravilla, por los milagros que están con nosotros todos los días. Y no sólo en el sur, sino literalmente en cada punto de Tierra Santa.

Debemos arrepentirnos por todos los años en los que no supimos apreciar y agradecer cada día de paz y seguridad y empezar a agradecer de verdad a Dios con todo nuestro corazón por nuestras vidas mismas, literalmente.

Noé sale del arca después de la terrible y enorme destrucción de toda la humanidad y de todas las criaturas y sacrifica una ofrendaq. Dios huele la fragancia y promete no volver a maldecir al hombre.

Y así como la ofrenda de Noé detuvo la maldición, así también nuestra gratitud a Dios cada día por cada aliento desde la profunda comprensión de que nada se puede dar por sentado – esto es lo que detendrá la maldición ante nosotros. Porque lo que sufrimos no puede describirse de otra manera que no sea una maldición y un duro decreto, y el agradecimiento a Dios endulzará las leyes y detendrá la epidemia.——

Segundo mensaje: ¡Israel confía en Dios y sólo en Dios!

La bofetada en la mejilla que recibimos es un grito: Si Dios no guarda una ciudad, nadie la guarda. Un grupo de villanos primitivos logra engañar con todas las tecnologías más avanzadas y paralizar al ejército más fuerte– y esto solo nos muestra la verdad y la realidad: no hay nada en que confiar en este mundo excepto en Dios bendito.

Querido pueblo de Israel, el peligro existencial del pueblo de Israel es confiar en “mi fuerza y la fuerza de mi mano”, ay de nosotros si no entendemos que solo Dios es la fuente de la fuerza y El es el guardián de Israel. En este momento no debemos confiar en los EEUU ni en los gentiles ni en cualquiera que ostente “mi poder y la fuerza de mi mano”. Nadie puede realmente ayudar al pueblo de Israel, porque el pueblo de Israel necesita una redención – ¡y sólo Dios, bendito sea, puede darnos eso! Por eso, sólo en Él miramos y sólo en Él confiamos y nos apoyamos. sólo en Él.

Y no hay duda de que en la medida en que confiemos en Dios y no en ningún otro poder, no sólo tendremos la victoria en la guerra, sino también la redención y la salvación completa.

Y en general, la confianza en Dios es no tener miedo en absoluto, porque el miedo es lo contrario de la confianza. El Rabino Jaim de Volozhin prometió que todo aquel que determine en su corazon que no hay otro mas que Hashem y que no hay poder en el mundo que pueda hacer mal o bien excepto Dios – seguramente será protegido de todo mal.

Hay historias asombrosas sobre judíos que, incluso en el terrible Holocausto, siguieron esta guía y vieron milagros con sus propios ojos. El rabino Yehuda Zeev Leibovitch, que sobrevivió al terrible Holocausto, cuenta que en medio de situaciones aterradoras, les dijo a los judíos que lo rodeaban: No tengan miedo y se salvarán y, de hecho, aquel que lo escuchaba y se fortalecía con fe completa – ¡se salvaba!

Estos dos entendimientos pueden resumirse en las palabras del breve versículo que también es una virtud a guardar: “A Dios la salvación está sobre tu pueblo, tu bendición es grande” – la salvación sólo viene de Dios, y todo nuestro papel es darle gracias y bendecir su nombre.

Y el tercer mensaje, ¡simplemente clamar a Dios!

Pasamos por tantas cosas difíciles, sufrimos, lloramos, pero nos acostumbramos, nos reconciliamos con la realidad, seguimos adelante con la vida. Sin embargo, un choque así debe despertarnos para decidir que lo que fue ya no será. Queremos cambiar de opinión: nos despertamos para clamar a Dios y pedirle la redención completa, la redención con misericordia, la redención ya. A partir de hoy no flaquearemos en nuestras plegarias por la redención de Israel, plegarias que llegan desde lo más profundo del corazón, para que no volvamos a ver semejantes imágenes.

Es hora de poner fin al descubrimiento. Dicen que Gaza debería borrarse. ¿Debería borrarse Gaza? ¡Este maldito exilio debería borrarse!