Semillas de fe

El rápido crecimiento del girasol desde una diminuta semilla hasta una planta de 3 metros de altura demuestra el milagroso poder de Hashem. A pesar de la abrumadora influencia del dinero, el poder y los medios de comunicación, la naturaleza revela Quién tiene verdaderamente el control.

¿Quién es como Tú entre las potencias celestiales, Hashem? (Éxodo 15:11)

En el mundo hiperrápido y sobredigitalizado de hoy en día, es muy posible que te sientas como un esclavo, un esclavo de los poderosos, los ricos y los que tienen el micrófono.

Este sentimiento insidioso se filtra en nuestra conciencia tras años de ser alimentados a la fuerza con cosas abominables, dirigidos a consumir esta bilis como si fuera agua.

Surge de ver, una y otra vez, cómo los que defienden el mal son indultados por las fuerzas del orden, mientras que los que defienden la decencia son castigados con todo el peso de la ley… y a menudo todavía más.

Para liberarnos, debemos recordar que todo es una fachada.

Dios está al mando.

Cuando decimos: “Mi jamoja Balim Hashem”, declaramos que toda la influencia, el poder y la tecnología de este mundo son meras bagatelas a los ojos de Dios.

Él puede detener todas las fuerzas de este mundo. Todo lo que creamos no es más que un juguete para nuestro Creador.

Observa cómo esta semilla se convierte en un gigante de 3 metros

La semilla de girasol, que no es más grande que la uña de tu dedo meñique, mide sólo unos pocos centímetros de largo. Sin embargo, si la plantas en la tierra, en 100 días crecerá hasta alcanzar la asombrosa altura de 3 metros, superando incluso a Lebron James en una vez y media su estatura.

Hashem imbuye esta pequeña semilla con el poder de expandirse en más de 2000 semillas.

El girasol es una maravilla de la inteligencia. Cada mañana, mira hacia el este para saludar al sol. A medida que el sol viaja por el cielo, el girasol lo va siguiendo, absorbiendo los rayos durante todo el día.

Al atardecer, gira hacia el oeste y, durante la noche, se recoloca hacia el este, listo para captar la primera luz del amanecer.

Mientras que a Lebron James le llevó 18 años crecer casi 2 metros de altura, Hashem diseñó el girasol para que alcance su imponente altura y abundante rendimiento en apenas 100 días.

Cuando Hashem lo quiere, incluso los acontecimientos más milagrosos se desarrollan a la perfección dentro del tejido de la naturaleza.

Los imparables decretos de Hashem

Cada año, trillones de veces, Dios toma un campo vacío y, con nada más que una simple semilla, produce algo verdaderamente magnífico en apenas unas semanas

Un simple girasol se erige como un deslumbrante testamento de Mi jamoja Balim Hashem – ¿Quién es como Tú, Hashem?

Nada puede obstruir Su voluntad. Nada puede frustrar Sus decretos.

¿Qué decreta Él para cada judío? ¿Qué increíbles garantías nos da?

– Una era de paz sin restricciones de todos los que tratan de destruirnos
– Una época de prosperidad ilimitada
– Una era donde la enfermedad, la pobreza y la necesidad ya no existen.
– Una época en la que nuestro único objetivo es servir a Hashem y conocerlo.

– Recompensas infinitas por cumplir las mitzvot

Ni la ONU ni la CNN pueden impedirlo. Twitter y Facebook pueden comentar todo lo que quieran; eso no cambia nada.

Un girasol no tarda seis meses en crecer, ni brota en cuatro semanas. Todo sucede a su tiempo, pero sucede. Hashem nos asegura que las mejores bendiciones para el pueblo judío se acercan rápidamente.

Nuestra tarea es estar preparados.

Podemos acelerar este tiempo glorioso volviéndonos más firmes y concentrados en servirlo. Mandamientos continuos como cuidar nuestra forma de hablar, no odiar al prójimo en nuestro corazón, y tratar a nuestra pareja como la persona más importante del mundo en todo lo que hacemos son excelentes lugares para comenzar.

Encuentra algo, lo que sea, para acercarte a Hashem. Ojalá que todos florezcamos como un girasol, girando siempre la cabeza para empaparnos de Su Luz Divina. Amén.