Una unión sagrada

El matrimonio es una institución, una experiencia, un compromiso… no sé cuántas formas de definirlo se me podrían ocurrir. Podría escribir horas y horas del esfuerzo que supone encontrar a la pareja ideal y de las dificultades de mantenerla.

Continuando con el repaso de la lista de preceptos noájidas que estamos revisando en los últimos artículos, llegamos a la prohibición de adulterio. Los noájidas también deben respetar el matrimonio. Esto pudiera parecer una obviedad pero a la vista de las noticias que impregnan hoy en día todas las revistas del corazón y las conversaciones que tienen lugar en la mayoría de los bares y cafeterías pareciera que no está tan claro como parece. ¡Fulanito se separó de menganita y ahora está con sutanita! Es un titular a la orden del día, jugoso y candente para hablar de ello lashon hará sin parar.

En hebreo decimos que la pareja de una persona es su “mazal” y esta palabra significa “suerte”. Estoy absolutamente segura de que esta palabra es tan acertada porque hace falta una buena dosis de suerte para encontrar a esa persona maravillosa que te va a acompañar por el resto de tu vida o de la suya; con la que lloras, ríes y compartes absolutamente todo. Esa persona con la que discutes a pesar de lo mucho que la amas, y la amas a pesar de lo mucho que discutes con ella.

El matrimonio es tan importante, y la paz en el hogar es tan valiosa para Hashem que Él está incluso dispuesto a que Su nombre se borre para conservar la paz matrimonial. ¿Cómo es esto? Borrar el Nombre de Hashem es una grave transgresión, está absolutamente prohibido excepto en los tiempos en los que el Templo estaba todavía en pie (que sea reconstruido muy pronto y en nuestros días) y por una razón muy específica. En esa época, si se sospechaba de que una mujer casada había cometido adulterio, se la sometía a una prueba a fin de aclarar si era culpable o no. Esta prueba consistía en escribir el nombre del Creador en un papel, ponerlo en un agua especial y dársela a beber a la mujer. Si ésta resultaba indemne, entonces había dicho la verdad y su reputación no se veía afectada. Sin embargo, si era culpable su destino era otro diferente y nada agradable. Esta es la única excepción por la cual se puede borrar el nombre de Di-s (que obviamente se difuminaba al entrar en contacto con el agua). Y de aquí aprendemos lo importante que es mantener la paz en el hogar ya que esta era una muestra enorme del amor de Di-s por nosotros y por nuestra paz conyugal estando dispuesto a que Su nombre inefable se diluyera en el líquido con tal de mostrar la inocencia de una mujer cuya reputación se había puesto en tela de juicio.

Hoy en día, cuando la moralidad es dudosa en la mayoría de los ambientes y en la sociedad en general, debemos prestar una especial atención a la base y el sostén de nuestras vidas. El matrimonio es la referencia para los hijos, la tranquilidad de los padres y suegros, el futuro de todos. Sin una sólida unión, la familia se dispersa y pierde el norte. El adulterio es una práctica habitual hoy en día, lamentablemente, pero no es algo irremediable. Si la pareja se ama, se respeta y tiene temor del Cielo entonces tiene armas suficientes para luchar contra el instinto que juega en favor del sometimiento a los deseos únicamente materiales que pone en nuestro camino el iétzer hará. No es imposible refrenarse y contamos con herramientas tan poderosas como la emuná y con ayuda extra como los libros En el jardín de la paz para hombres y La sabiduría femenina para mujeres, que escribió nuestro maestro el Rabino Shalom Arush y nos sirven de guía para saber de qué forma podemos tener un matrimonio exitoso.

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