La insignia del Rey

Había una vez un hombre que naufragó y llegó a una isla desierta en la que encontró a una tribu muy grande que vivía allí. Esta tribu no era muy avanzada.

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Rabino Avigdor Miller zt"l

Posteado en 17.03.21

Había una vez un hombre que naufragó y llegó a una isla desierta en la que encontró a una tribu muy grande que vivía allí. Esta tribu no era muy avanzada. Iban todos prácticamente desnudos. Lo único que llevaban puesto era una telita que les colgaba de la cintura. Pero el rey era algo especial. Él, además de la telita, llevaba una gorra. Posiblemente una gorra de basket que había llegado a las playas con el agua del mar. Y cuando nuestro amigo llegó a la isla, los hombres de la tribu, al ver que estaba todo vestido, pensaron que era un hombre importante y lo llevaron a ver al rey. Al verlo, el rey le ofreció el cargo de virrey. Y como insignia de honor, el rey partió un coco en dos y le puso al visitante en la cabeza medio coco, para que todos supieran que se trataba de un hombre importante.

 

Si el Presidente de los EEUU te eligiera como su vicepresidente, sería un poco más significativo. Ser elegido como el segundo del hombre más poderoso del mundo es un inmenso honor. Y si el Presidente te da una insignia de honor para que te pongas encima del traje, es para que siempre recuerdes, y les recuerdes a los demás, que estás trabajando para el Presidente. Eso es verdadero honor. ¡Es una gloria!

 

Y ahora llegamos al precepto de los tzitizit. El rey de coco no vale nada. Y el Presidente tampoco vale nada. Es una parte importante del gobierno, pero en realidad no es nada. Pero el Rey de Reyes nos ha designado como Su nación y nos ha entregado Su insignia de honor: los tzitzit.

 

El propósito básico del tzitzit es recordarle a quien lo lleva puesto que es miembro de la nación santa. Es una señal de realeza. Y cuando te pones los tzitzit o los miras, debes recordar la gloria de Hashem, y que tú sirves al Rey y se te ha conferido el honor de ser uno de Sus más distinguidos oficiales.

 

Pero ese orgullo es solamente el primer paso. Luego, poco a poco, va a despertar dentro de ti el deseo de conducirte como el hijo del Rey. Sentirás la responsabilidad de vivir de acuerdo con Sus dictados.  Siempre vas a querer actuar según Sus deseos. Y entonces tratarás de aprovechar cada oportunidad de hacer una mitzvá, de cumplir con un precepto.

 

Los tzitzit equivalen a todas las otras mitzvot. Porque si se los usa de la manera debida, el solo hecho de verlos te recuerda que tienes el privilegio de ser miembro de la familia real del Rey de Reyes. Llevas la insignia de Hashem.

 

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1. ENID

7/13/2017

Señal para recordar…

Hace poco escribí sobre que no tengo espacio en mi Fe para utilizar ningún recordatorio físico para recordar serle Fiel al Creador…sí, pero me refería a pulseras y prendas con imágenes. En cuanto al uso de los hombres de tzitzit…lo veo como algo hermoso!! Además, está en la Torá y no tiene imágenes. Es el recordatorio de pertenecer a la Realeza más humilde y significativo que existe!! Debe ser un orgullo llevarlos puesto, pero más aún, llevarlos grabados en el corazón.

2. ENID

7/13/2017

Hace poco escribí sobre que no tengo espacio en mi Fe para utilizar ningún recordatorio físico para recordar serle Fiel al Creador…sí, pero me refería a pulseras y prendas con imágenes. En cuanto al uso de los hombres de tzitzit…lo veo como algo hermoso!! Además, está en la Torá y no tiene imágenes. Es el recordatorio de pertenecer a la Realeza más humilde y significativo que existe!! Debe ser un orgullo llevarlos puesto, pero más aún, llevarlos grabados en el corazón.

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