Piensa, conéctate, agradece

Rabí Najum Chaimowitz ha escrito un maravilloso libro llamado “Es todo para bien”, en el que explica los axiomas básicos del judaísmo. En un capítulo, él imparte un enfoque simple pero poderoso para fortalecer nuestra relación con Hashem. El enfoque consiste en conectar las experiencias agradables con Hashem.

Pensemos en la Fuente

Durante el curso de cada día comemos diferentes alimentos, vemos paisajes bellos, escuchamos música linda y disfrutamos de muchas otras experiencias agradables. Cuando conectamos cada placer con nuestro Benefactor, estamos fortaleciendo nuestra relación con Él. La forma de conectar cada experiencia a Hashem es simplemente pensando en Él mientras disfrutamos de ella.

Por ejemplo, al comer, en el momento en que sentimos un sabor agradable, tenemos que tomar una decisión: pensar en Hashem o no. La decisión que tomamos cada vez que tenemos esa experiencia física afecta directamente nuestra capacidad de formar un lazo fuerte con Él.

Rabí Chaimowitz dice que aquel que no practica esto puede pasar días, semanas e incluso años yendo de un placer a otro y aun así preguntarse por qué no siente ninguna conexión con Él durante tantos años de su vida. Por otro lado, alguien que se entrena constantemente, conectando las experiencias físicas positivas pensando en Hashem en cada una de ellas va a ver que piensa en Hashem muchas veces al día. Con el tiempo, experiencias aparentemente desconectadas entre sí empiezan a juntarse dentro del corazón, transformándose en un masivo sentimiento de amor y positividad hacia Aquel que creó todas estas experiencias.

La prueba concluyente: Hashem nos ama

Este consejo ha tenido un gran impacto en mí y estoy tratando de implementarlo en mi rutina diaria. Me gustaría compartir con ustedes algunas de mis reflexiones personales.

En esta época del año hay muchas flores de colores y cada vez que estoy con mis hijos y vemos estas flores, les digo que este es un recordatorio de que Hashem nos ama.

Cuando era pequeño, recuerdo que los televisores eran blanco y negro. Nosotros fuimos la última familia de la cuadra en comprar un televisor a color. Cuando mi papá lo trajo a casa, ¡fue un gran festejo! Recuerdo la primera vez que vi un partido de baseball y vi el césped verde y los colores de los uniformes de los jugadores. ¡Qué fantástico!

Debemos reflexionar: Hashem podría haber creado el mundo en blanco y negro. Pero dado su amor por nosotros, Él nos dio toda una gama de colores para nuestro disfrute.

Todos necesitamos comida para sobrevivir. Hashem podría haber creado comida que tuviera sabor a pastillas de aceite de hígado de bacalao. Pero en lugar de eso creó toda una variedad de alimentos sabrosísimos.

Cada vez que nuestros ojos disfrutan una bella escena o contemplan una comida deliciosa, tenemos la oportunidad de conectar estos placeres directamente con el Amo del Mundo, que es Quien nos los provee.

Expresar la gratitud con palabras

Además de pensar en los placeres y conectarlos con Hashem, debemos también verbalizar nuestra gratitud. En otras palabras: “piensa y da las gracias”. Al expresar nuestros sentimientos de gratitud con palabras, estamos haciéndolos más concretos y más poderosos. Eso refuerza nuestra conciencia de Hashem y de Su Presencia. Además, Hashem siente gran felicidad al escuchar nuestras alabanzas y nuestras expresiones de gratitud. Es por ese motivo que Rabí Najman, además de decir las bendiciones prescriptas para cada alimento, tenía cuidado de agradecerle a Hashem por cada alimento que consumía.

Sentir la conexión

El Rambam  – Maimónides- dice que somos lo que son nuestros pensamientos. Cuando pensamos y Le damos las gracias a Hashem, sentimos que Él está ahí, al lado de nosotros. Con el tiempo, alcanzamos un apego real y duradero con nuestro Padre y Rey.

Rabí Najman dice que cuando más Le das las gracias a Hashem, más razones te da para dar las gracias.

Y que en mérito de conectar las experiencias agradables con Hashem podemos fortalecer nuestra conexión con Él y Él nos dé bendiciones adicionales!