El jugador sangriento

¿No todos los terroristas son extremistas? ¿No paga cada persona que comete un abuso sexual? ¿Todo el que se niega a esforzarse por algo acaso lo va a recibir?

Normalmente, así sucede. El radicalismo es malvado, tal como lo son la inmoralidad sexual y la pereza. Todo el que elige este camino sin arrepentirse está preparándose su propio camino a la perdición.

Pero ese no es el “nuevo normal” de hoy en día. Hashem le dio al Satán las llaves de tu corazón para que haga resistencia a cada paso adelante que tratas de dar.

¿Y de qué manera el Satán usa este poder? ¿Qué hace para que tropieces? Usa una táctica muy sutil que causa estragos en cada uno de nosotros. Y la única defensa es en la Torá, que revela de qué manera el Satán trabaja en contra de ti.

El valor numérico total de la frase hebrea que forma la palabra Amalek, la nación del Satán, es el mismo que la suma total de las letras que forman la palabra safek, o “duda”. Esa es su estrategia: sembrar duda en tu corazón a fin de nublarte la visión.

El Satán inventa excepciones a cada regla que Di-s puso en este mundo para que puedas avanzar. Los medios de comunicación actuales también buscan excepciones a cada regla como una excusa para descartar esa regla. Estos mensajeros de duda atacan con el objetivo de dejarte espiritualmente impotente.

¿Cómo es que caemos en la trampa?

Por la misma razón que compramos un billete de lotería. La lotería es sentarte en una sala enorme con 292 millones de personas, cada una sosteniendo un billete de lotería. Si 291 999 999 personas de entre las 292 000 000 pierde dinero en esto, ¿acaso tiene sentido invertir?

Pero a pesar de eso nos vemos arrastrados a lo mismo una vez tras otra, a causa de esa sola persona que sirve de excepción.

Esta es la mano que Hashem le dio al Satán para que juegue contra nosotros. Ahora, al Final de los Días, el Satán tiene los cuatro ases. En el Zohar se nos advierte que justo antes del Final, el Satán estará en su momento de mayor poder.

Esta es la prueba que Hashem te está poniendo. Al quedarte en el juego, luchando con todas tus fuerzas, te estás ganando el carné de entrada al mundo en el que reinará la bondad eterna.

Que el Satán siga jugando.

Di-s es lo único Absoluto. Él creó este mundo en el que vivimos y creó los cuerpos que usamos para servirlo en este mundo. Cada momento de la vida es como Adán y Eva en el Jardín del Edén. Siempre y cuando sigamos Sus instrucciones (“De cada árbol del jardín pueden comer…”) (Génesis 2:16). Estas son las reglas.

Él no nos dio ningún mandato para que cambiemos las reglas. “Pero si del Árbol del Conocimiento del bien y del mal no comerán, porque el día que de él coman, ciertamente morirán” (Génesis 2:17)

No se dejen distraer por la propaganda. Sigan luchando y disfruten de ese dulce momento en el que están parados frente la línea de llegada.