Elige la vida

Hace algunas semanas nuestros queridos amigos perdieron a su hijo. Eliahu Drori z”l era el conductor de un tanque en el Ejército Israelí y tuvo un accidente terrible mientras perseguía a unos contrabandistas en medio de la noche. Que Hashem vengue su sangre martirizada.

Qué triste que haga falta pesadillas como estas para que demos un paso atrás y empecemos a apreciar todo lo que tenemos en la vida. Quiero decir… por lo menos cinco minutos. Al mirar atrás esa semana en la que el muchacho falleció, lo que realmente me impresionó fue la comprensión de lo frágil que es la vida.

Lo que empezó como un día común y corriente para Eliahu terminó en una tragedia devastadora y absolutamente inesperada. Lo mismo ocurrió con la dulce pareja de Long Island, Israel Levin y Elisheva Kaplan, que en paz descansen. Acababan de comprometerse una semana antes y fueron muertos en un terrible accidente de tránsito por un conductor drogado y borracho (que increíblemente no fue sentenciado a prisión). Y qué me dicen del adorable niñito de seis años de Bet Shemesh, Yehuda Appelbaum, z”l, que fue atropellado por un autobús cuando iba al colegio?

Oy, Hashem, ten compasión.

Tragedias como estas suceden todos los días. Por supuesto que vienen cargadas de mensajes, lecciones y rectificaciones del alma, pero no las hace más fáciles de soportar. No cuando ha muerto un ser querido.

La principal lección que yo obtengo del fallecimiento de estas almas puras es que debemos elegir la vida.

¿Qué significa elegir la vida? Ya estamos con vida, no?

Bueno, depende…

¿Vas caminando sin energía y todo encorvado? ¿Vas arrastrando los pies sin fuerzas? ¿Saludas a la gente con una sonrisa forzada?

¿Miras la vida con una sensación de “uf”, como si no tuvieras nada que esperar del futuro? ¿Sientes entusiasmo por cada nuevo día lleno de oportunidades? ¿Estás agradecido por haberte despertado esta mañana?

O bien necesitas un capuchino doble con crema y salsa de chocolate o bien necesitas una dosis XXXL de gratitud.

O las dos cosas!

Vivir cada día sin valorar las bendiciones que tenemos, sin entusiasmo por las oportunidades que nos da la vida de crecer, de alcanzar nuestro potencial, de ser mejor pareja, mejores padres, mejores amigos─- eso no es realmente vivir.

Es como sobrevivir en piloto automático.

Y no es así como Hashem quiere que vivamos.

Cada día tenemos que despertarnos y tomar la decisión consciente de elegir la vida. Pero ¿qué significa elegir la vida?

Elegir la vida significa elegir la gratitud.

Cuando Le das las gracias a Hashem por todo lo que tienes en la vida, ya sea grande o pequeño, y en especial por las cosas que das por sentadas, automáticamente comienzas a sentirte más vivo. Y entonces eres más feliz, menos estresado, más sano e irradias energía positiva a todos los que te rodean.

Es un “efecto dominó” maravilloso que va mejorando cada día que pasa. Cada mañana, cada momento en el que te sientes deprimido, letárgico, robótico, recuerda elegir la gratitud. ¡Y elige la vida!