Cometas de Fuego

Numerosos incendios se han declarado desde el 30 de marzo en las localidades israelíes cercanas a Gaza...

3 Tiempo de lectura

David Artzi

Posteado en 15.03.21

Numerosos incendios se han declarado desde el 30 de marzo en las localidades israelíes cercanas a Gaza. Provocados por globos y cometas incendiarias, lanzadas por palestinos desde esa zona. Entre 2 y 3 kilómetros cuadrados de campos calcinados, un tercio de la reserva natural israelí destruida, las llamas se han propagado por cerca de 25 kilómetros cuadrados de tierra adyacente a la valla de separación.

 

Probablemente después de este artículo, algunos de los comentarios serán, que los judíos tenemos arrinconados a los palestinos, que merecemos que estos pobres desvalidos; incendien campos, lancen cohetes, globos, cometas con fuego, hagan túneles, entren ilegalmente al país y asesinen a cuchilladas inocentes civiles israelíes, de la forma más vil y despreciada.  (has ve Shalom, El Cielo no lo permita más), pero ¿cómo se puede por falta de conocimiento emitir juicios tan severos y desbordar la propia ignorancia carente de valores y sentido común?

 

Los palestinos o filisteos, son una etnia que desapareció de la tierra miles de años atrás; originarios de la isla Kaftor, Creta en Grecia, de ahí su nombre los caftorim o como los egipcios los llamaban, los Keftiu. Es decir, los que reclaman ser hoy sus descendientes, no son más que árabes sirio-jordanos, que nada tienen que ver con esa raza y quienes en una noche se volvieron palestinos, cuando Arafat y la liga árabe los enviaron aquí a Israel, despojándolos de su verdadero territorio, para hacer guerra y reclamar una tierra que no les pertenece, apropiándose de una historia y nación que nunca estuvo conectada con ellos y si con los judíos. Además, Jerusalém, en el Corán, el libro árabe, no es mencionada, “NI UNA SOLA VEZ; mientras en la Torah aparece 850 veces.

 

Las verdaderas cometas de fuego son, el odio, la ira, la envidia, la rabia, que sienten los ineptos cuando desean las cosas de los demás. Les arde el corazón de rencor; el resentimiento desolador quema las cualidades, frutos y virtudes que pudieran tener, haciendo reina a la queja, arrasándose consigo mismos, dejan sus vidas en cenizas, no dando paso a la opción, sino a la oposición, lugar donde nada es suficiente y todo es muy poco. El imperio de la inconformidad, la tristeza, la miseria y la lastima, en el cual, se culpa a todos por la incompetencia propia y el soborno es la estrategia más elocuente.

 

El Rabino Shalom Arush nos enseña, que lo negativo que vemos en las personas es en realidad lo que está en nuestro interior. En otras palabras, reflejamos sobre los demás la proyección de nuestras almas, como un efecto espejo. Es decir, lo malo que veo en el otro que no me gusta está en mí, por ende, es lo que obligadamente tengo que cambiar y corregir primero en mi vida.

 

Los árabes pasan horas lamentándose, quejándose, llorando, poseen miles de kilómetros de tierra, perfectamente pueden ceder un lugar de sus anchas extensiones sin problema; llevarse de aquí a vivir allá, a los cerca de 4 millones de sirio jordanos, mal llamados palestinos. Tienen dinero suficiente para construirles un país muy prospero y feliz, pero en lugar de eso, luchan por una tierra que no es suya y la prefieren ver quemada desolada y deshabitada, antes de dejar que nadie más la habite.

 

Como nos relata la historia el Tanaj, sobre las dos madres que reclamaban un mismo hijo en tiempos del Rey Shlomo. La falsa madre deseaba ver al niño muerto, antes de ser entregado a la verdadera madre con vida.

 

«“Mi hijo es el que vive y tu hijo es el que ha muerto”; la otra dice: “No, el tuyo es el muerto y mi hijo es el que vive.”» Añadió el rey:

 

—Traedme una espada.

 

. Trajeron al rey una espada y dijo:

 

—Partid en dos al niño vivo, y dad la mitad a cada una.

 

Entonces la mujer de quien era el hijo vivo (sus entrañas se le conmovieron a causa de su infante), habló al rey diciendo:

 

—¡Ah, señor mío! Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis.

 

—Ni a mí ni a ti; ¡partidlo! — grito la otra.

 

Entonces el rey respondió:

 

—Entregad a aquélla el niño vivo, y no lo matéis; ella es su verdadera madre.

 

«I libro de Reyes 3: 16-28»

 

Israel ha cedido parte de su terreno dándolo a los árabes buscando paz, que la tierra este con vida, produciendo fruto e hicieran un buen país de ella, pero los árabes han destrozado el territorio. Por su incapacidad, ahora envían cometas de fuego, incendiando cultivos, causando un extenso daño ecológico terrible, el cual llevará mucho tiempo rehabilitar esta reserva natural.

 

Por otro lado, ¡Baruj HaShem! Israel sigue avanzando, hoy por hoy presenciamos una Teshuva sin precedentes, miles de judíos reafirmando su Fe y valor Toraico, dando origen al desarrollo científico, industrial y social que, en la comunidad israelí se respira a través de la innovación, de su rica y exquisita cultura.

Escribe tu opinión!

1. Dina Elizabeth Acosta

8/04/2018

Verdaderamente esas personas que causan incendios están poseídas por demonios

2. Dina Elizabeth Acosta

8/04/2018

El fuego en

Verdaderamente esas personas que causan incendios están poseídas por demonios

3. yo

8/01/2018

Nadie quema su propia casa!!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario