Guía de Sucot
Acá vas a encontrar la guía más completa y a la vez concisa para festejar Sucot!
“Habitaréis en cabañas durante un período de siete días… Para que vuestras generaciones sepan que hice habitar en cabañas a los Hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto”.
Resumen de la festividad
Una de las tres fiestas de peregrinación que el pueblo judío debía celebrar cada año es Sucot, la Fiesta de las Cabañas, que dura una semana, del 15 al 21 de Tishrei (y en la diáspora hasta el 22). El primer día es un Yom Tov, y el resto de los 7 días se conocen como los Días Intermedios del Festival- lo que se denomina Jol HaMoed. (Luego viene otra festividad -Shemini Atzeret o Simjat Torá- que viene inmediatamente después de Sucot el octavao día, el 22 de Tishrei en Israel y el 23 en la diáspora).
La fuente de esta festividad se encuentra en la Torá en Vaikrá (23:34-35,41): “El decimoquinto día de este séptimo mes es la Fiesta de las Cabañas, un período de siete días para Hashem. El primer día es una santa convocación; no haréis ningún trabajo laborioso… La celebraréis como una fiesta para Hashem, un período de siete días en el año, y decreto eterno para vuestras generaciones; en el séptimo mes la celebraréis.”
Morar en la sucá (cabaña) es el principal componente de esta festividad. Durante la semana pasamos más tiempo en la sucá que en nuestra casa. Vivir en la sucá es una experiencia espiritual edificante, y también un tiempo de calidad para toda la familia.
El Sefer HaJinuj (el Libro de la Educación, que explica las 613 Mitzvot (Mandamientos) según su fuente bíblica) escribe acerca de la mitzvá de habitar en la sucá: “Una de las raíces de la mitzvá está explícita en la Torá: Para que recordemos los grandes milagros que Dios les hizo a nuestros antepasados en el desierto durante el Éxodo de Egipto. Él los rodeó con las Nubes de Gloria para que el sol no los dañara en el día ni la escarcha a la noche. Algunos explican que se trata de una conmemoración de las cabañas que los Hijos de Israel hicieron en el desierto”.
Aunque el Éxodo fue en el mes de Nisán, no se nos ordenó hacer las sucot en Nisán, porque en los días templados de Nisán los campesinos acostumbran a salir de sus casas y disfrutar a la sombra de las cabañas al aire libre. No sería tan obvio que estamos haciendo la sucá como una mitzvá de Hashem. Sin embargo, durante Tishrei, cuando – en el hemisferio norte- las noches son frías y está a punto de comenzar la estación de las lluvias, los campesinos regresan a sus casas. Cuando hacemos lo contrario, abandonar nuestros hogares y habitar en una sucá, estamos demostrando que el propósito de la sucá es la mitzvá de Hashem.
Sucot cae en la época de la cosecha, o sea, en una época de abundancia, cuando el agricultor lleva sus productos a su silo. El ser humano naturalmente se siente altivo cuando es rico, y piensa: “Mi fuerza y el poder de mi mano han hecho esta riqueza”. Para contrarrestar nuestra tendencia a la arrogancia, la Torá nos ordena dejar nuestras casas llenas de la abundancia de la riqueza en la época de la cosecha y habitar en una sucá. Lo único que se necesita para ser feliz es la protección de Dios simbolizada por el sejaj (la cubierta de hojas sobre su cabeza en la sucá); incluso en la endeble y temporal cabaña, uno puede sentirse lo más alegre en agradecimiento por lo que Dios le ha dado.
El Midrash dice: “¿Por qué construimos la sucá después de Iom Kipur? Porque en Rosh Hashaná Dios juzga al mundo entero, y en Iom Kipur se sella el juicio. ¿Quizás el pueblo judío está obligado a ir al exilio? Por eso hacen una sucá y se exilian de sus casas a la sucá”.
Vivir en la Sucá
La sucá debe ser lo más hermosa posible. Nuestros Sabios dijeron: “Glorifícalo con las mitzvot. Haz una hermosa sucá, un hermoso lulav, etc. Como dice: ‘Este es mi Dios y yo Lo glorificaré…’”. Es una gran mitzvá que la persona se ocupe ella misma de construir la sucá.
La Torá nos instruye a vivir en la sucá tal cual uno viviría en su propia casa. La sucá se convierte en su lugar de residencia durante estos siete días de Sucot. En ella se deben comer todas las comidas y recibir a los invitados. Se debe dormir en la sucá incluso si se trata solamente de una siesta.
Construcción de la Sucá
Las paredes de la sucá pueden construirse con cualquier material: madera, plástico, metal o piedra; pero el material debe ser lo suficientemente resistente como para que no se mueva con un viento normal. Por esta razón, las paredes hechas de tela son problemáticas y pueden hacer que toda la sucá no sea kosher.
Dimensiones de la Sucá
La sucá tiene al menos tres paredes. Las paredes no pueden elevarse del suelo más de 3 tefajim (24 cm) para que un animal pequeño no pueda arrastrarse por su interior. La altura debe ser superior a 10 tefajim (80 cm) pero inferior a 20 ama (9,60 m). El ancho de las paredes debe ser de al menos siete tefajim (56 cm).
Sejaj (Techo de hojas)
Después de levantar los muros, se coloca el sejaj (la cubierta de hojas que da sombra) como techo, utilizando tablas finas y estrechas, colocadas horizontalmente encima de los muros para sostenerlo. Mucha gente utiliza ramas de árbol, hojas de palmera o bambú; existen esteras de bambú especialmente preparadas. El principio explicado en la Ley Oral es que el sejaj debe ser algo que reúna las siguientes características
- Creció en la tierra
- Ha sido completamente arrancado o desprendido de la planta
- Nunca se convirtió en un instrumento o recipiente (como una mesa o un barril)
- No huela mal ni tenga hojas que se caigan durante Sucot, porque estos tipos de sejaj pueden hacer que se salga de la Sucá.
No se puede construir una sucá debajo de ramas de árboles que hagan sombra sobre la sucá. La cantidad de sejaj debe ser suficiente para que la sombra proporcionada por el sejaj en la sucá sea mayor que la luz solar que pasa a través de ella, pero no tanta que no se puedan ver las estrellas por la noche a través del sejaj, o que la lluvia no pueda penetrar.
“Te alegrarás en tu Fiesta”
En todas las Fiestas se nos ordena: “Te alegrarás en tu Fiesta”, pero en Sucot la alegría se duplica y triplica: “Y sólo te alegrarás”. En nuestras plegarias llamamos a la Fiesta de Sucot “el tiempo de nuestro regocijo”. Y se nos manda mostrar ese regocijo comiendo carne y bebiendo vino, vistiendo ropas finas, bailando, cantando y alegrándonos.
En las demás festividades nos alegramos por un acontecimiento histórico concreto, como el Éxodo en Pésaj o la Entrega de la Torá en Shavuot. Pero en Sucot, la simjá (alegría) es la esencia misma de la fiesta. Por lo tanto, la mitzvá de alegrarse en Sucot es muy grande. Debemos alegrarnos de verdad, con todo nuestro corazón. Nos regocijamos de que tenemos a Dios, estamos felices por la conexión que tenemos con Él con todo nuestro ser. Estamos felices de que Él cuide de nosotros como un padre cuida de su amado hijo.
Nombres de la Fiesta
El Festival tiene varios nombres:
- Fiesta de la Cosecha – Era la época en que los agricultores traían sus productos del campo.
- Tiempo de nuestro regocijo – La Torá enfatizaba el regocijo en Sucot.
- Sheminí Atzeret y Simjat Torá – El octavo día de la fiesta (y el noveno en la diáspora) es un día especial de asamblea.
La peregrinación a Jerusalén
Sucot es una de las tres Fiestas en las que la Torá le ordena al Pueblo de Israel subir a Jerusalén, al Templo Sagrado, y ofrecer sacrificios especiales. Las tres fiestas son Pésaj (Pascua judía), Shavuot y Sucot. Hoy en día, muchos acostumbran a visitar el Muro Occidental de Jerusalén para conmemorar esta mitzvá.
Las tres fiestas de peregrinación están relacionadas con el trabajo de la tierra:
- Pésaj – Los judíos llevaban la ofrenda del Omer, de la primera cebada madura.
- Shavuot – Se ofrecía la primera cosecha de trigo maduro.
- Sucot – El tiempo de la cosecha.
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