Lo que no todos ven

Seguro que todos conocen YouTube y pueden pasar horas viendo vídeos en sobre cualquier cosa, así habrán conocido probablemente al Rab Yonatán D. Galed y sus fabulosos vídeos y a nuestro maestro Rab Shalom Arush.

Detrás de estos vídeos hay personas que emplean una parte importante de su tiempo y su esfuerzo en dedicarse a preparar un contenido interesante y a editarlo y prepararlo para que llegue a las pantallas de sus computadoras. Revisando varios vídeos, me doy cuenta de que cualquiera puede publicar contenido en internet y a la vez también observo cómo hay mucho más trabajo del que uno ve a simple vista detrás de cada uno de estos vídeos. El compromiso semanal o bisemanal de publicar un nuevo vídeo requiere de un tesón en el trabajo que puede fácilmente ser pasado por alto. Les invito a que se detengan un momento a pensar en todo lo que la persona invierte para que un canal de YouTube tenga éxito. Muchas veces parece algo completamente casual, pero no es así. Precisamente cuando los vídeos parecen más espontáneos han requerido más esfuerzo.

Como les decía, cualquiera que tenga esta determinación de trabajar para publicar sus vídeos, puede ponerlos en línea. Esto no implica, no obstante, que lo que estén diciendo en sus vídeos sea verdad. Por ello, es extremadamente importante verificar las fuentes desde la que provienen los vídeos que visualizan, sobre todo cuando se trata de temas religiosos. Es imprescindible que conozcan o que puedan chequear quién es la persona que les habla de judaísmo o de meditaciones o de cábala o de cualquier otra cosa en la que estén interesados. Tristemente hay muchas personas que aprovechan la fama que les pueden llegar a dar plataformas como YouTube para promocionar prácticas no permitidas o predicaciones que mezclan la idolatría con el auténtico judaísmo.

En este momento me dirijo a ti, noájida o futuro converso, porque sé que estás empezando a aprender sobre la forma correcta de honrar a HaShem y no quiero que te confundas. Si ves que los vídeos hablan sobre falsos mesías que llegaron, abogando por la veracidad de su mesianismo, descarta ese vídeo. Huye lo más lejos que puedas de esos canales ya que te van a confundir mucho. Como sabes, y ya hemos dicho, cualquiera puede publicar vídeos en internet pero eso no significa que sean buenos ni que estén diciendo la verdad. Igual que verificarías si una receta de cocina es fiable y te resultaría extraño que a un pastel de chocolate le añadieran chips, te debería resultar extraño que una persona que está hablando, supuestamente,  de judaísmo empiece a contar las bondades de un falso mesías que vino a la Tierra hace unos años.

Precisamente el secreto del éxito de este tipo de vídeos es el contacto personal directo de los presentadores/protagonistas de los mismos. Pero no olvides que cualquiera puede inventarse lo que sea, puede hablar de cualquier cosa que quiera y a no ser que el contenido sea extremadamente violento o contenga contenidos no permitidos por YouTube, puede estar en línea y ser visualizado por millones de personas.

Si quieres aprender sobre judaísmo o sobre principios noájidas, deberás tener cuidado con cualquier vídeo que trate sobre mesianismo, sobre idolatría o que no provenga de una fuente fiable, que no pertenezca a una yeshivá o Kolel (centro de estudios toráicos). Más adelante, en futuros artículos, profundizaremos un poco más sobre cómo hacer una búsqueda efectiva en internet o YouTube y evitar las páginas que hablan sobre falsedades.

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com