Boca poderosa

La expresión “La boca es más poderosa que la espada” nos enseña que debemos evaluar nuestras palabras antes de pronunciarlas

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Lori Steiner

Posteado en 14.03.21

La expresión “La boca es más poderosa que la espada” nos enseña que debemos evaluar nuestras palabras antes de pronunciarlas. Un insulto o un comentario mordaz puede causar una herida espiritual y/o emocional difícil de curar.

 

El Rabino Brody nos ha enseñado que la energía negativa de las malas lenguas tiene el poder de manifestarse como una herida física  en cualquier parte del mundo, debido a que la energía se desplaza. Las palabras tienen el potencial de curar o de herir, dependiendo de cómo las usemos. La Mishná nos recuerda que cuando juzgamos desfavorablemente a los demás, estas opiniones las usan en la Corte Divina para juzgarnos a nosotros mismos. Nos estamos sentenciando a nosotros mismos cuando hablamos mal de los demás, Dios no lo permita.

 

Es fundamental que nos demos cuenta de que tenemos el poder de poner fin a un suceso no tan agradable con algo muy bueno con tan sólo decir “gan zu letová” – esto también es para bien, “Hashem hace todo para bien”. Si alguna vez llamamos a una situación “un problema”, entonces hemos decretado que será exactamente eso. Al pensar, creer y afirmar que un suceso es “para bien” somos dignos de ser testigos que es precisamente eso. Los problemas surgen cuando usamos la boca antes de ver los hechos con nuestros propios ojos. Primero tenemos que ver todos los hechos con claridad para evitar juzgar negativamente con nuestras bocas.

                                         

Una vez que expresamos negatividad, de cualquier forma que sea, le estamos dando el poder para destruir. Parte de nuestra misión en este planeta es invertir esta tendencia a llegar a conclusiones precipitadas, sospechar lo peor, o no dar el beneficio de la duda. Dios nos da llamadas de atención para advertirnos que debemos usar los ojos para mirar más profundo en una situación y enfocarnos en la carencia. Tenemos dos ojos y dos oídos y solamente una boca por un motivo: para utilizar el autocontrol para ver y escuchar antes de hablar.

 

La palabra hablada puede salvar o destruir el mundo. El Rey David dijo en el Salmo 39.2: “Guardé mis caminos para no pecar con mi lengua; guardé mi boca con un bozal”. El Rabino Arush nos recuerda que debemos “guardar la boca del mal y los labios de hablar falsedades” (Salmos 34:13).

 

Cuando estamos rodeados de palabras de Torá, bendiciones, y plegaria, es como si nos construyéramos una red de protección, porque las palabras santas nos protegen mientras las malas lenguas traen destrucción. El Rabino Arush enfatiza que las malas lenguas son peores que la promiscuidad, el derramamiento de sangre y la idolatría, todas combinadas. Hashem creó la boca para que santifiquemos Su Nombre por medio de expresiones de alabanza y gratitud. El Rabino Arush también nos recuerda que “La lengua puede ser o bien la puerta a la salvación, o la puerta a los problemas”. La boca, al igual que el poder atómico, puede iluminar el mundo o destruirlo, Dios no lo permita. Usémosla para bien!

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1. Elías Pallán

3/11/2019

Felicitaciones

Muy buen día, con el debido respeto me gustaría comentarles que sé, que Ashem esta con Ustedes por que los ayuda y mucho a ilustrarnos, a compartirnos de su gran sabiduría. Yo estoy muy agradecido con Ashem por su grande Misericordia y Amor al permitirles enseñarnos tanto de la inmensa sabiduría que Ashem les ha brindado. Gracias a Ashem por existir!

2. Elías Pallán

3/11/2019

Muy buen día, con el debido respeto me gustaría comentarles que sé, que Ashem esta con Ustedes por que los ayuda y mucho a ilustrarnos, a compartirnos de su gran sabiduría. Yo estoy muy agradecido con Ashem por su grande Misericordia y Amor al permitirles enseñarnos tanto de la inmensa sabiduría que Ashem les ha brindado. Gracias a Ashem por existir!

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