Reinicio Semanal

¿Qué pasaría si practicara un “reinicio” semanal y me desconectara completamente?

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Jennifer Woodward

Posteado en 06.01.25

Como noájida, reconocemos y celebramos el Shabat con una buena comida, estudio de la Torá y tiempo en familia. Pero gran parte del día se parece a los otros días de la semana. ¿Qué pasaría si practicara un “reinicio” semanal y me desconectara completamente para pasar un día ininterrumpido con mi familia y Hashem?

La reunión virtual había comenzado hace tiempo y ahí estaba mi computadora, pantalla amarilla, rueda giratoria y una declaración irónica: “actualizaciones en progreso… esto puede tardar un tiempo considerable”. A medida que mi nivel de frustración aumentaba, me desafié a poner en práctica mi emuná. “Si Hashem quisiera que estuviera en esta reunión, mi computadora estaría funcionando”, me repetí, intentando desterrar preguntas como: “¿Por qué mi computadora hace esto justo ahora? No programé actualizaciones, entonces ¿por qué comenzó? ¿Exactamente cuánto tiempo es ‘un tiempo considerable’?” (Por cierto, la respuesta a esta última fue unas 3 horas y media).

Actualizar mi computadora es una de esas tareas que preferiría no hacer. Algo así como llenar el tanque del auto, vaciar el contenedor de la aspiradora, hacer citas o guardar la ropa. Todas esas cosas que deben hacerse para que la vida en general funcione sin problemas, pero que consumen tiempo e interrumpen otras cosas que preferiría estar haciendo.

Aparentemente, mi computadora había tenido suficiente de no apagarse durante meses y de que el botón de “actualizaciones necesarias” fuera constantemente pulsado en “recordarme más tarde”, hasta que esa mañana en particular, me distraje y no lo pulsé. Después de la cuenta regresiva de un minuto, la actualización comenzó y yo quedé atrapada.

Avancemos al momento posterior a la actualización y ¿adivina qué? ¡Mi computadora comenzó a funcionar mejor que en meses! Las actualizaciones, el reinicio y el tiempo de inactividad necesario realmente mejoraron las cosas. ¡Increíble!

Esto me hizo reflexionar, que estoy Segura que era exactamente lo que Hashem quería. Si mi computadora funciona mucho mejor después de un reinicio, me pregunto cómo me iría con un programa de reinicio regular.

Como noájida, reconocemos el Shabat y lo celebramos: una buena comida, estudio de la Torá, tiempo en familia. Pero en mi hogar, gran parte del día es similar a los otros días de la semana. Estoy conectada 24/7 al trabajo y a la comunicación virtual con otros.

¿Qué pasaría si practicara un reinicio semanal? Desconectándome de la tecnología y conectándome un día completo, sin interrupciones, con las personas a mi alrededor y con Hashem. ¿Y si diera un paso más y me desconectara diariamente durante un tiempo determinado? Conectándome con Hashem y conmigo misma a través de hitbodedut (oración personal) y meditación. ¿Acaso funcionaría “mejor”?

La respuesta es, sin duda, sí.

Estoy empezando a comprender que un estilo de vida sin pausas perjudica más que nuestras conexiones en persona. Aunque nuestras actualizaciones de estado en Facebook y nuestras publicaciones en Instagram puedan estar al día, nuestras horas de oficina cumplidas y rebosantes de horas extra… el problema es que nuestras relaciones reales y nuestra conexión con nosotros mismos están sufriendo.

No me di cuenta durante mucho tiempo. Muchas personas no lo hacen: estamos tan ocupados tratando de arreglar más reuniones, publicaciones, correos electrónicos y una actualización de estado más en nuestros días que perdemos de vista lo que realmente importa. Mis “sistemas” se saturan de estar constantemente encendida y conectada… y me da vergüenza decir que he presionado el botón de “recordarme más tarde” en mis sesiones de hitbodedut demasiadas veces.

El reinicio me despertó. Miré a mi alrededor, respiré profundamente y me pregunté qué me había llevado tanto tiempo desconectarme. La vida está ahí fuera, con Hashem, nuestras familias, comunidades y la naturaleza. Aunque el trabajo, internet y las redes sociales son parte de nuestras vidas, he descubierto que soy mucho más capaz, creativa y efectiva en esos ámbitos cuando me tomo el tiempo de alejarme de ellos y conectarme con la vida real.

¿Quieres unirte a mí en el reinicio? Es bastante simple. Cierra tu computadora. Pon tu teléfono en modo avión. Respira profundamente, di “Gracias, Hashem”, y luego sigue hablando con Él.

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