El milagro de los autobuses

Desde el primer día, he estado diciéndole a todo el que esté dispuesto a escucharme que desde el 7/10 hemos sido testigos de tantos milagros que hasta es difícil contarlos…
Algunos de estos milagros son fáciles de reconocer, como lo bien que salió la operación del buscapersonas o el éxito que tuvimos al interceptar o detonar cientos de drones y misiles balísticos lanzados contra nosotros desde Irán. Dos veces.

Otros milagros fueron más difíciles de reconocer.

Y luego tenemos lo que pasó hace unas noches.

Un milagro del calibre de la división del mar tras el Éxodo de Egipto.

Estoy hablando de un milagro abierto que pudo y debió haber terminado de una manera muy diferente.

No me pidan mi fuente, y si eso significa que no creen lo que estoy a punto de decir, que así sea. Pero si conocen mi trabajo, saben que soy muy cuidadoso con lo que comparto, así que si estoy compartiendo esto, confíen en mí, se basa en una fuente perfectamente confiable.

Anoche, una joven notó un objeto sospechoso en un autobús en el centro de Israel. Se lo informó al conductor, quien se dirigió a una estación, hizo que todos bajaran del autobús y, en ese mismo momento, el autobús explotó y quedó completamente destruido.

Pero eso no fue todo. Ni siquiera cerca.

En las horas siguientes, se descubrieron cuatro bombas más en otros tantos autobuses; algunas explotaron, otras fueron desactivadas antes de detonar. Algunas fallaron.

Según mi fuente, y esto fue una noticia para mí, un asombroso total de 15 autobuses estaban destinados a explotar a la mañana siguiente. Según los informes, el terrorista programó el temporizador para las 9 PM en lugar de las 9 AM.

¿Eso fue lo peor? Ni siquiera cerca.

Además de los 15 autobuses, 5 terroristas suicidas estaban listos para detonar bombas en el tren ligero al mismo tiempo, en el centro de Israel.

¿Eso fue lo peor? No. Eso es la parte “buena”.

¿De dónde se originó este ataque? ¿Gaza? No. Judea y Samaria. En otras palabras, estos terroristas vinieron desde dentro de Israel.

Y nuevamente, no diré de dónde escuché esto: todo lo anterior no era más que una distracción, al igual que los cohetes entrantes el 7/10. Sólo una distracción para la verdadera invasión.

Mi fuente me dice que, mientras esos autobuses y terroristas explotaban, enormes fuerzas de seguridad y emergencia se suponía que correrían al lugar, momento en el que se produciría una gran brecha en la valla de seguridad, y muchos terroristas de Judea y Samaria invadirían Israel y llevarían a cabo un 7/10 2.0. Solo que esta vez no sería desde Gaza, sino una invasión en prácticamente todas las principales ciudades de Israel.

Por tercera vez, esta no es información que esté disponible públicamente. No puedo compartir un enlace y no compartiré una fuente. Créanme o no. Depende de ustedes.

Vale la pena señalar que, durante décadas, no tuvimos explosiones en autobuses en Israel. Hacemos este acuerdo y liberamos terroristas, algunos de los cuales fueron los arquitectos detrás de los atentados con bombas en autobuses durante la intifada, y de repente volvemos a los autobuses explotando.

No puedo imaginar que alguien crea que eso sea una coincidencia.

Todo esto estaba destinado a suceder durante la hora pico y habría causado cientos, tal vez miles, de muertes israelíes.

Incluso si el resto no fuera cierto, ¿múltiples autobuses explotando en la hora pico? Es algo que no me entra en la cabeza…

La mañana de ayer fue uno de los días más difíciles en toda la historia de Israel. Quizás el más difícil. Todos nos sentimos sin esperanza, cada uno de nosotros.

Cuando sufrimos, Dios sufre con nosotros.

No sé ustedes, pero ayer a la mañana, cuando vi los ataúdes de los angelitos de Bibas, miré hacia Hashem y Le pregunté por qué. ¿Por qué nos causaría tanto dolor o permitiría que Hamás nos hiciera esto?

Me dije a mí mismo que estaríamos bien, pero no estaba seguro de si eso era verdad. ¿Dios todavía nos estaba cuidando? ¿Nos había abandonado? ¿Nos dio la espalda?

Entonces, mientras entregaban a los rehenes, un hermoso arco iris apareció en los cielos de Israel, un signo de los tiempos de Noé, de que Dios nunca destruirá el mundo ni permitirá que sea destruido. Un arcoíris, según la escritura judía, es la manera en que Dios nos dice: “No te preocupes. Te tengo cubierto”.

Aun así, estaba tan triste y tan enojado.

Y luego las noticias comenzaron a llegar a mis redes.

Un autobús explotó. Sin heridos.

“Hmm, ¿cómo es que sucede algo así?” me pregunté.

Luego, otro autobús explotó. Sin heridos. Y un tercero. Sin heridos.

Ya sentía la presencia de Dios de nuevo. Pude respirar de nuevo.

Y las noticias siguieron llegando. Más bombas descubiertas. Más inteligencia. Se suponía que este sería el ataque más grande desde el 7/10, tal vez incluso más grande.

Un ataque totalmente frustrado.

¿Por quién? ¿Las Fuerzas de Defensa de Israel?

¿El Shabak? No.

¿El Mossad? No.

Este fue un ataque masivo prevenido 100% por Dios mismo. Y por una joven muy atenta que notó el objeto sospechoso.

Cualquiera que haya sido el plan de Hamás para esta mañana, yo no estaría escribiendo estas palabras si su plan se hubiera concretado. Pero Dios tenía otros planes y, después de todo el dolor que Sus hijos sufrieron ayer, sintió que necesitábamos un recordatorio de Su presencia. Sintió que necesitábamos que nos recordaran que Él nos respalda, ahora y siempre.

Tenía razón. Lo necesitábamos.

Este evento podría pasar a la historia como uno de los mayores milagros que el pueblo judío ha experimentado desde los tiempos bíblicos.

“Hay dos maneras de vivir la vida. Una es creer que nada es un milagro. La otra es creer que todo es un milagro”.

Algunos explicarán cómo funciona la Cúpula de Hierro y llegarán a la conclusión de que no es un milagro. Lo mismo para la Honda de David y el sistema Arrow.

Algunos explicarán cómo todos esos cohetes y drones no interceptados por Israel cayeron en espacios vacíos. Tal vez no crean que eso también fue un milagro.

¿Los buscapersonas? ¿Los walkie talkies? ¿Capturar a Nasrallah? ¿Haniyeh? ¿Deif? Atribuirán todo eso a la inteligencia israelí.

¿Pero esto? ¿Lo que pasó anoche? Israel no tuvo nada que ver con esto.

Si no ves este evento como un milagro, solo hay una explicación: no quieres verlo como un milagro.

Abre los ojos. Limpia tus lentes. Hashem está aquí con nosotros en nuestro dolor y, con cada día que pasa, estamos un día más cerca de que finalmente Se nos revele, explicándonos por qué todo esto tuvo que suceder y, en última instancia, trayendo al Mashíaj.

Por ahora, sólo quería reconocer la grandeza de Hashem y, en nombre de los cientos, tal vez miles de israelíes que deberían estar muertos ahora mismo, solo decir: gracias.

‎‏הודו לה’ כי טוב כי לעולם חסדו
Den gracias al Eterno, porque Él es bueno; pues Su compasión es eterna.

‎בָּרוּךְ אַתָּה ה’ אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם הַגּוֹמֵל לְחַיָּבִים טוֹבוֹת, שֶׁגְּמָלַנִי כָּל טוּב
Bendito eres Tú, Hashem nuestro Dios, Rey del Universo, que recompensa con bondades a los culpables y que me ha colmado de todo bien.

Decimos esta bendición cuando nos salvamos de una tragedia. Hoy, la nación judía se salvó de una tragedia.

Gracias, Hashem.

Autor: Hillel Fuld.

Orador Global, Asesor de Startups, Columnista de Tecnología, Creador Digital, Esposo, Padre de 5, Carnívoro

El website de Hillel Fuld> https://www.hillelfuld.com/?fbclid=IwY2xjawIpNDRleHRuA2FlbQIxMAABHTD6yS3h6mVGb9al3oBetDMB239VuUFEAol_Y5bF63E8s7_tHx9rpR1jog_aem_JdYKzOjk0AHZ5_g379t4ew