Bailes y agradecimientos

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 31.01.22

En esta historia, uno de los alumnos de la yeshivá tuvo el mérito de vivir “en vivo y en directo” el poder del agradecimiento y literalmente revivir a los muertos. Esto es lo que cuenta el alumno:

Una noche, muy tarde, yo estaba saliendo del bosque donde había hecho hitbodedut. Pasé al lado de un supermercado y se me acercó un muchacho joven que trabaja de empleado en el supermercado, hecho un manojo de nervios. Cuando vio que yo era jasídico, se puso a hablarme con los ojos llenos de lágrimas. Me contó que su hermana menor, de apenas doce años de edad, se encontraba en estado desesperante a causa de haber consumido por error una sustancia venenosa. La niña estaba internada en terapia intensiva en un hospital en Francia y se encontraba en estado de shock. Estos hermanos son huérfanos de padre y madre y él y su tía eran los tutores de la niña. Por eso él todo el tiempo estaba en contacto con la tía y con el plantel del hospital.

Este joven me contó que ahora le acababan de avisar del hospital que su joven hermanita está agonizando, y él estaba en estado de pánico, totalmente histérico y sin poder ayudar a su hermana. Yo le dije al joven: “Ven, súbete al auto. Vayamos a la tumba del Rey David, que siempre Le dio las gracias a Hashem y Lo alabó en cada situación difícil que enfrentó en la vida”.

Llegamos a la tumba del Rey David a medianoche y él, totalmente trastornado, no dejaba de gritar, llorando como un bebé. Le dije: “Recitemos el Mizmor Letodá – el Salmo de Gratitud, bailando y cantando”.

Él me miró como si me hubiese vuelto loco. “¿Cómo se te ocurre dar las gracias, cantar, bailar…? ¡Mi hermana se está muriendo!”.

Yo le expliqué que si Le damos las gracias a Hashem incluso por los problemas, Hashem nos envía la salvación. Que todo es para bien. Poco a poco él empezó a cantar. Y mientras cantaba le enviaron un mensaje del hospital avisándole que la situación estaba cada vez peor y que conectaron a su hermana al respirador artificial.

Yo le dije: “No te confundas por lo que te dijeron. Continuemos”. Y seguimos cantando y bailando.

Mientras tanto, él recibe otro mensaje más del hospital. La tía quiere que él firme junto con ella la autorización para desconectar a la niña del respirador. Los médicos no le dan ninguna esperanza de sobrevivir y necesitan el respirador para otro enfermo en estado crítico que acaba de llegar al hospital.

Él se negó terminantemente. La tía y el plantel médico trataron de convencerlo de que era solamente cuestión de tiempo hasta que su hermana fallezca y que, por ley, el hospital tiene la obligación de darles el respirador a otros enfermos que todavía tienen chances de sobrevivir. Entonces él le dijo a la tía: “Dennos otro rato más. Estamos trabajando sobre el tema”.

La tía, que era totalmente anti-religiosa, le dijo así: “Si tu método funciona, yo te prometo que tomo el sidur, el libro de oraciones que ustedes tienen y me pongo a recitar todas las Bendiciones Matutinas”.

Yo le dije: “Nosotros no paramos. ¿Me escuchas? ¡¡No paramos!!”. Mientras tanto, se nos unieron otras tantas personas al minián – quórum, y todos recitamos juntos el Mizmor Letodá, mencionando en voz alta el nombre de la niña.

De repente él recibe un mensaje diciendo que acaba de llegar al hospital un representante del consulado israelí en Francia que va al hospital a visitar a los pacientes internados. El cónsul se entera de lo que sucede con la niña judía de doce años. Escucha gritos y discusiones. Escucha que el plantel médico quiere desconectar a la niña del respirador y entonces va a hablar directamente con el jefe de sala y le pregunta si acaso tal vez todavía se puede hacer algo por ella.

El médico le responde: “Existe la posibilidad de operarla, pero las posibilidades son mínimas”. Entonces llaman al hermano que se encuentra en Israel y él les dice: “Por supuesto que sí. ¡Que la operen!”. El plantel médico dice que en dieciocho minutos pueden saber si la operación va a funcionar.

En Francia empiezan la operación y el hermano recibe un mensaje respecto a que no tienen ninguna esperanza. En el último minuto, después de que pasaron dieciocho minutos, vuelve a llamar el médico y dice: “La operación tuvo éxito. Acabamos de terminar y ella ya empezó a recobrar la conciencia”.

Y aquí en la tumba del Rey David todos Le damos las gracias a Hashem.

Le dije al joven: “Envíale un mensaje a tu tía para que se prepare dentro de unas cuantas horas a recitar todas las Bendiciones Matutinas y Pesukei Dezimrá (Versículos de Alabanza)”.

Suena el teléfono. Es el médico. Un médico árabe.

El médico le pregunta al hermano de la niña: “Dime algo, ¿qué hicieron ustedes allá?”.

El joven le respondió: “Le oramos al Creador”.

El médico le respondió: “Que Le oraron al Creador, eso yo ya lo sé. Pero acá hay algo más que hicieron y que me están ocultando, porque el milagro fue tan grande y tan inusitado que orar al Creador en este caso no pudo haber sido suficiente. Llegó el representante del Consulado… la operación no planeada… No se entiende. La verdad es que no se entiende…”.

El joven le dijo: “Le dimos las gracias al Creador por el hecho de que ella estaba al borde de la muerte, porque todo lo que hace el Creador es todo para bien. Y cantamos canciones de agradecimiento y bailamos en honor al Creador”.

El médico francés se quedó callado unos instantes y luego dijo: “La verdad es que me conmovieron mucho. La forma en que lo dijiste demuestra que, en efecto, es verdad lo que me estás contando. Si bien yo soy árabe, la verdad es que siento mucha afinidad por los judíos y el Pueblo de Israel, ya que al fin y al cabo mi madre también es judía”. Por lo tanto, el médico también es judío.

El alumno dice que todo el episodio duró en total cerca de dos horas.

¿Y qué sucedió al final? La niña se sometió a rehabilitación y le dieron el alta del hospital después de dos semanas.

Hasta el día de hoy sigo en contacto con el joven. Y la tía recitó todas las Bendiciones Matutinas por primera vez en su vida. Y como si todo eso fuera poco, el médico descubrió de dónde venía…

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1. TERESITA DE JESUS IRIBE RIOS

2/04/2022

ES UNA HISTORIA MUY CONMOVEDORA, MI ALMA SE REGOCIJA DE SABER DE UNA MUESTRA MÁS DE LA GLORIA DEL CREADOR, DE SU MISERICORDIA, DE SU AMOR POR SUS HIJOS.

2. Lidman Antonio Gonzalez Ortega

2/03/2022

Hashem siempre está con nosotros y todo puede suceder ,solo es cuestión de tener una gran EMUNA…
TODAH…HASHEM…

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