El Amor del Creador
Para el hombre creyente – que sabe que es un ser creado – la vida es fácil y muy agradable. Él se esfuerza por cumplir su misión y de entender cuál es la voluntad de Quien lo envió…
Para el hombre creyente – que sabe que es un ser creado – la vida es fácil y muy agradable. Él se esfuerza por cumplir su misión y trata de entender cuál es la voluntad de Quien lo envió…
“El Eterno reprende a quien ama”
Está escrito en el sagrado libro del Zohar cómo se conduce el Creador con el que ama: “A quien el Creador ama, lo reprende para guiarlo por el camino recto. Como el padre que ama, a su hijo, y por su amor, está siempre la vara en su mano para dirigirlo por el recto camino, para que no se desvíe a la derecha o a la izquierda. Como está escrito (Proverbios 3:12): ‘Porque el Eterno reprende a quien ama, como un padre al hijo en quien se complace’. Y a quien el Creador no ama, retira de él la reprimenda, retira de él su vara…”.
Pero para el hombre creyente – que sabe que es un ser creado – la vida es fácil y muy agradable. Él se esfuerza por cumplir su misión y trata de entender cuál es la voluntad de Quien lo envió. Para este hombre no se necesita grandes sufrimientos para dirigirlo a su finalidad, pues con pequeñas tribulaciones y algunas pocas insinuaciones se lo estimula a andar por el buen camino.
Pero el hombre que no posee fe e ignora que es sólo un ser creado que ha sido enviado a este mundo para cumplir una determinada misión, y que no es el dueño de su vida y no puede decidir solo que hacer en este mundo, su vida está llena de sufrimientos. El Creador, debido a Su gran amor hacia él, no cede y lo golpea con Su vara más y más para estimularlo y para que decida tomar conciencia de sus insinuaciones buscando su misión. Y en verdad, eso es un gran favor del Creador, porque quien no se despierta de todos los golpes y sufrimientos Él le manda para enderezarlo, pobre de él y de su alma, ya que Él deja de corregirlo y reprenderlo, abandonándolo a vivir en equivocación, lo que indica, según el Zohar, que el Creador no le ama.
“Tu vara y Tu cayado” (Salmos 23:4)
El modo de proceder del Creador es llamar al hombre inmediatamente cuando ve que perdió la senda de la prudencia, para que vuelva al buen camino. A cada uno según su condición: está al que llama con alusiones, está al que llama directamente, y está el que es golpeado y pateado… Y como han dicho los Sabios: “Al inteligente – una insinuación, al tonto – una piedra…”.
En consecuencia, incluso las más difíciles privaciones – todas son para el bien del hombre, porque sólo el Creador sabe cuál es el camino y el objetivo al que necesita llegar aunque a él mismo le está oculto. Por eso algunas veces el Creador debe interrumpir los planes que hizo el hombre y bloquearle caminos para obligarlo a dirigirse en la correcta dirección, para que no se pierda.
Todo el trabajo del hombre es encontrar en lo que le sucede, qué es lo que el Creador quiere de él; qué le insinúa y a qué finalidad le dirige y le guía. A pesar que puede parecerle lo que le pasa como una privación o una pena, e incluso a veces sienta que le destruyeron su mundo, en realidad, esa privación es realmente una perfección, porque sólo por ella él merecerá – si la recibirá con fe – llegar a la buena finalidad para la cual fue creado, y a una verdadera vida de felicidad para toda la eternidad. Por medio de la fe él estará satisfecho con lo suyo y agradecerá al Creador por cada privación que tiene, pues entiende que es necesaria para cumplir su meta. Y así, siempre estará alegre y feliz, que es la condición esencial para saber cuál es su camino particular en la vida.
Por consiguiente, el hombre que trata de tener éxito en la vida, pero cuando se dirige hacia la derecha, el Creador lo frena; y cuando se dirige a la izquierda – el Creador lo traba, sin la fe podría sentirse frustrado y amargado, y pensar que no le va nada bien en la vida. Pero por medio de la fe que hay una Supervisión Individual del Creador sobre cada criatura – no se asusta, no se deprime y no se confunde por nada. Cree que también la falta de éxito es para su bien, y busca entender en qué camino y a qué dirección el Creador trata de dirigirlo. Sólo así logrará llegar a su objetivo, a cumplir su misión y llegar a su perfección – todo con facilidad, agradablemente y con simpleza pues está alerta a las insinuaciones. Pero el hombre que carece de fe, está asustado, confundido, obstinado y es casi imposible corregirle.
En otras palabras – así como un niño disciplinado no necesita castigo, sino que con un poco de orientación se mueve en la dirección correcta, así el hombre poseedor de fe no necesita pasar muchos sufrimientos. Pero el que no tiene fe, se parece al niño que piensa que sabe más que todos, no obedece a sus padres y maestros e ignora sus enseñanzas – ciertamente eligió para sí una vida muy difícil.
Falta de comunicación
El hombre que no busca en las alusiones que el Creador le insinúa, no medita sobre todo lo que le pasa, a qué le lleva y a qué camino lo dirige, simplemente vive incomunicado con el Creador. Desde el Cielo Él trata de dirigirlo en una determinada dirección – para su propio bien – y él insiste en caminar hacia otro lado. El Creador, de nuevo lo detiene, lo pellizca, lo golpea, y él persiste en lo suyo. Y así pasan los días de su vida con dificultades y amargura, y todavía el hombre se asombra por qué las cosas no le van bien.
El que se empecina en ir detrás de sus apetitos y malos rasgos, muy probable que reciba golpes muy duros. Porque está desconectado completamente de lo que el Creador quiere de él, y solamente trata una vez tras otra en satisfacer sus fantasías. Tan apasionado está con sus apetitos, que no está dispuesto a prestar atención y a entender que se le insinúa que no va por el buen camino. Por lo tanto es golpeado enérgicamente, para que descubra el error en que vive.
Pero también quien está en el camino de la verdad y persiste en dedicarse al servicio al Creador según su propia comprensión, punto de vista, voluntad y aspiraciones, sin estar atento a lo que Él le insinúa, tendrá muchos sufrimientos en su vida. A veces insiste en hacer una cosa determinada, y no está alerta a las alusiones que le indican que esa no es su misión, pero él otra vez insiste y otra vez fracasa, lucha, y no pregunta al Todopoderoso qué es lo que verdaderamente quiere de él. Entonces, a pesar que está estudiando las Leyes Divinas y cumple todos los Preceptos, tampoco podrá llegar a su meta en el mundo, y su vida estará llena de guerras vanas y sufrimientos superfluos. El hombre debe pedir lo que pidió el Rey David (Salmos 25): “Guíame en Tu verdad”, “Muéstrame Tus caminos, oh Eterno”, “Enséñame Tus sendas”, y también (íd., 73): “Me guiarás con Tu consejo”, y otros versículos similares…
Por eso, con la ayuda del Creador, aprenderemos en este libro cómo entender lo que Él verdaderamente quiere de nosotros en todos los caminos que transitamos, para que cada uno logre llegar a la finalidad para la que fue creado. Y así, además de lo que se ahorró el hombre en sufrimientos y dificultades, logrará también probar un gusto paradisíaco en su vida, y tanto más en el Mundo Venidero.
Continuará…
(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por Rabi Shalom Arush, Director de las Instituciones "Jut Shel Jésed" – "Hilo de Bondad")
9/16/2020
Solo el amor del creador es sublime porque nos ama tanto tanto como un buen PADRE que ama a sus hijos GRACIAS PADRE BENDITO SEAS POR TU AMOR INCOMPARABLE
9/10/2020
Gracias,por este hermoso mensaje,ahora que estamos en el mes de Elul. Cada dia confio más en el Creador