¡No Existen las Privaciones!

En la lectura del Pentateuco, observamos que a menudo el Creador escogió precisamente a hombres que sufrían desventajas aparentemente insuperables…

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.04.21

La Fe y los Rasgos del Carácter #2:

 
En la lectura del Pentateuco, observamos que a  menudo el Creador escogió precisamente a hombres  que sufrían desventajas aparentemente insuperables
 
 
A  veces,  cuando  el  hombre  posee  una  deficiencia  en  el campo espiritual, como un mal rasgo o un mal apetito que lo incitan  a  conducirse contrariamente  a  la  Voluntad  Divina  y hacer  sufrir  también  a  otros,  aparentemente  tiene  una  buena razón para estar triste, ya que ve su alejamiento del Creador y los daños que se causa a sí mismo y a su alrededor; aun en este caso, debe creer que “Así el Creador quiere”. Debe creer que hasta la intensificación de ese mal apetito o rasgo están bajo la Divina Supervisión Individual y es para su bien.
 
¿Cuál  es  la  explicación  de  esto?  El  Creador  intensifica  un apetito o un mal rasgo en el hombre con el fin de mostrarle cuál es su trabajo espiritual y qué debe rectificar, pues donde le es difícil – allí mismo está la corrección de su alma. Por lo tanto, mientras  aquel  apetito  o  rasgo  era  tolerable,  el  hombre seguía su  vida  sin  sentir  cuánto  lo  alejaba  del  Creador,  y  por  eso  no utilizaba todas sus fuerzas para superarlo. Pero, en el momento en  que  esa deficiencia  se  intensifica,  se  conmociona  y  se despierta  para  hacer  todo  lo  posible  para  desembarazarse de ella.
 
Comprendemos ahora que el hombre no debe confundirse y asustarse por el aumento de sus apetitos, sino aprender de ello, para  conocerlos  y  saber cuáles  son  los  medios  de  dominarlos. Debe  rezar  y  pedir  al  Creador  que  le  extraiga  ese  mal  rasgo o  apetito;  efectuar  cada  día  un  examen  de conciencia  para observar su progreso, y ver lo que le queda por reparar. Aunque desembarazarse completamente de eso le tomara mucho tiempo, mientras tanto no será perseguido por el Juicio Divino, ya que estará ocupado en corregirse; y si se aplica con asiduidad a esta tarea, finalmente conseguirá reparar todo.
 
Pero, si cae en la tristeza y la desesperación, perderá todo su poder físico y espiritual, y ciertamente no podrá corregir nada. Además, despertará en su contra la Ira Divina, porque no existe una transgresión más grande que la tristeza y la desesperación.
 
La desventaja es realmente una ventaja
 
Cuando  vemos  los  acontecimientos  relatados  en  el Pentateuco, observamos  que  a  menudo  el  Creador  escogió precisamente a hombres que sufrían ciertas desventajas aparentemente insuperables, para salvar al Pueblo Elegido:
 
Moisés,  el  gran  Justo  y  Líder  Espiritual,  tartamudeaba  y creció  en  la  casa  del  Faraón,  el  rey  de  Egipto,  y  a  pesar  de todo se transformó en el más grande de los Profetas de toda la historia, y fue el mensajero elegido por el Creador para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud.
 
Sansón,  el  famoso  héroe, era  cojo,  aún  así  se  transformó en uno de los hombres más fuertes de la historia, que provocó el  miedo  en  los  corazones  de sus  enemigos,  ¡aun  después  de su muerte!
 
El Rey David era un marginado y despreciado; su propio padre  y  sus  hermanos  pensaban  que  era  hijo  ilegítimo. Era también de baja estatura y aún así, venció al gigantesco Goliat. Él fue elegido para sustituir el Rey Saúl – un hombre de atributos perfectos – como Rey de Israel.
 
Jael,  la  esposa  de  Héber  el  Quenita,  que  era  débil  de naturaleza, salvó al pueblo de Israel de las manos del poderoso Sísara, el capitán del ejército cananeo (Vease Jueces 5:23–27).
 
La lista es larga y exhaustiva…
 
Resulta de esto que las desventajas y privaciones personales no obstaculizan el nivel del logro del hombre; por el contrario, ellas  son  las  que  le  permiten elevarse  y  dar  lo  mejor  de  sí mismo, pues le fuerzan a vivir en la humildad y entender que sólo el Creador le puede ayudar. Desde luego, cuando el Creador ayuda al hombre, éste realmente se eleva, y resulta que precisamente por el mérito de su debilidad o de su privación, se  dirige  completamente hacia  el  Creador  y  es  merecedor  de alcanzar altos niveles espirituales.
 
También, cuando el hombre tiene una cierta aflicción, o es perseguido o ha sido humillado por otra gente, entonces gracias a su fe siempre se dirige al Creador. No cae en la tristeza, porque vive con la fe que Él le puede ayudar en toda situación, y se eleva precisamente por el mérito de sus sufrimientos.
 
 
Continuará…
 

(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por Rabi Shalom Arush, Director de las Instituciones "Jut Shel Jésed" – "Hilo de Bondad")

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1. Mynor Garcia

6/19/2019

Quiero un tema que hable acerca de la esterilidad y como sanarse de ello necesito un tema asi bendiciones

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