Estímulo moral

En su reciente artículo Invenciones desde el futuro, el Rabino Shalom Arush afirma que es fundamental pensar en el “Yetziat Mitzraim” (Éxodo de Egipto) numerosas veces a lo largo del día. Debemos contemplar cómo la experiencia de primera mano de nuestros antepasados demostró indiscutiblemente que Hashem es el Creador y Amo del Mundo. Él es Quien creó la naturaleza. Él la mantiene y puede anularla según Él lo desee.

El Rabino Arush afirma que esto no es sólo un registro histórico sino que también debería influir en nuestra forma de percibir el presente y el futuro. Nos recuerda que Hashem nos eligió, nos ama y hace únicamente el bien para nosotros. Él controla todos los desenlaces, logros y resultados. Él es quien quiere y puede redimirnos y proporcionarnos las salvaciones individuales y colectivas que todos necesitamos.

Dado que este principio es tan transformador, la Mala Inclinación trabaja horas extras para distraernos. A menos que nos mantengamos centrados, nos volveremos vulnerables a la tristeza, el miedo y la desesperación cada vez que nos enfrentemos a situaciones desafiantes.

El General Dwight Eisenhower dijo que el factor más importante para ganar una guerra es mantener una buena moral. En esta guerra espiritual contra la Mala Inclinación, una inyección de moral sería recordar y contemplar el significado completo del Éxodo de Egipto.

En una de sus conferencias recientes, el Rabino Yehuda Mandel dice que cada mañana, cuando recitamos Az Yashir (la Canción del Mar), deberíamos sentirnos muy felices contemplando cómo Hashem nos sacó de la mayor oscuridad con milagros abiertos y nos llevó a través del desierto desolado rumbo a la tierra de Israel. Aquel que realizó estos milagros es el mismo Padre en el Cielo que nos ama y está dispuesto a  realizar milagros para nosotros incluso hoy.

El hecho de contemplar el Éxodo de Egipto también nos ayuda a recordar milagros personales. Cada uno de nosotros puede recordar momentos en los que se encontraba en una profunda angustia y recibió una salvación que le cambió la vida. Son nuestros momentos personales de Yam Suf (Mar Rojo). Por ejemplo, yo tuve un Yam Suf cuando me atropelló un camión mientras cruzaba la calle. Hashem no sólo me salvó la vida sino que me permitió recuperarme completamente de mis heridas sin necesidad de someterme a cirugía.

Estamos en el mes de Adar. La palabra Adar se compone de la letra “Alef” y la palabra “Dar”. La letra Alef significa el Único Amo del mundo. Dar significa mora. Hashem mora entre nosotros. Tenemos que dar prioridad a centrarnos en Su unicidad y omnipresencia durante todo este mes. Todo lo que sucede es parte del plan de Hashem y, en última instancia, veremos cómo todo es para bien.

El Rabino Yoel Roth habla de los peligros de darle demasiada credibilidad al interminable ciclo de noticias. El término “noticias de última hora” es bastante apropiado. Si nos centramos en las noticias, estas van a acabar destrozándonos. Pensé en esto y me di cuenta de que la palabra hebrea para esperanza, שבר, tiene las mismas letras que la palabra que significa ruptura. Podemos elegir. Podemos construir nuestra emuna y esperanza en Hashem o podemos quebrarnos por la preocupación, la tristeza y la desesperación. No necesitas preocuparte por lo que te depara el futuro cuando sabes en las manos de Quién está.

El Jidushei Harim dice que cuando llegue el Mashíaj, a cada uno de nosotros se nos mostrará nuestra propia meguilá personal, en la cual se describirá en detalle que Hashem siempre ha estado con nosotros en todos los aspectos de nuestras vidas, amándonos, velando por nosotros, protegiéndonos y cuidando de nosotros. Y entonces nos sentiremos eufóricos por esta revelación. ¿Por qué esperar hasta que llegue el Mashíaj? Podemos darnos cuenta de ello, interiorizarlo ahora mismo y vivir una vida de coraje, optimismo y simjá.

El Rabino Zevi Golombeck dice que podemos estar trabajando en la construcción de nuestra emuná y pensar que estamos progresando. Pero con frecuencia, ocurre que recibimos una experiencia desafiante y nos sentimos abrumados por el estrés y la ansiedad. Esto puede resultar muy desalentador. ¿Qué ha pasado con la emuná que creíamos haber formado? En ese momento, es muy probable que sintamos que estamos fracasando y que no estamos logrando nada. Pero no es verdad.

Si, teóricamente, alguien fuera capaz de construir la emuná en un solo intento con facilidad, entonces recibiría un solo mérito. Sin embargo, como necesita intentarlo cientos y cientos de veces, la persona recibe méritos continuos. Por lo tanto, eres tú quien recibe más mérito al trabajar para construir la emuná, incluso cuando experimentas reveses y te das cuenta de que hay mucho margen de mejora. Estás creciendo y alcanzando logros trabajando muy duro, siendo resistente y continuando adelante a pesar de todo, rezándole a Hashem para que te ayude. Al hacerlo, Le estás causando a Hashem una enorme alegría y además estás evocando la compasión Divina.

El Rabino Arush enseña que tanto en el reino material como en el espiritual, Hashem es quien determina todos los resultados. Por lo tanto, nuestro trabajo consiste en anhelar tener emuná, trabajar en nosotros mismos y rezar por ello. Si hacemos esto, por definición, ya estamos teniendo éxito.

Este es un esfuerzo que dura toda una vida. Los reveses y los fracasos seguidos de remontadas son el modelo del crecimiento espiritual. Y al esforzarnos por alcanzar la emuná, estaremos cumpliendo el propósito para el cual fuimos creados.

Recordando y contemplando el Éxodo de Egipto, obtendremos aliento y motivación constantes. Que merezcamos ver salvaciones para nosotros, para nuestras familias, para todo Israel y para el mundo entero. Amén.