El analgésico más eficaz

Prepárate para Shabat - ¡El Rey de Reyes es uno de tus invitados! El Rebe de Kalev explica lo importante que es la alegría y cantar canciones de Shabat para endulzar los juicios.  

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Grupo Breslev Israel

Posteado en 15.05.23

“Y el séptimo día se afeitará todo el cabello” (Vaikrá 4:9) 

La recompensa de la alegría

Los judíos ponemos mucho énfasis en alegrarnos en el Shabat. Como cantamos en las zemirot (canciones): “En Shabat, alégrate y regocíjate”. Del mismo modo, decimos durante los rezos del Shabat: “Se regocijarán en Tu reino – aquellos que cuidan el Shabat”.

Hay reservada una recompensa muy especial para aquellos que disfrutan experimentando el Shabat, como enseñaron nuestros Sabios (Shabat 118a): “Quien se regocija en Shabat recibe una porción ilimitada”.

A través de las generaciones, hemos visto el impacto transformador de la simjá (felicidad) en Shabat. Como el Maguid de Jerusalén, Rabí Itzjak Parji escribió en Motik Midevash (Capítulo 6): “Con nuestros propios ojos hemos visto innumerables veces cómo una tragedia o un desafío estresante sucede en la vida en Erev Shabat. Sin embargo, cuando esta persona le da la bienvenida al Shabat con simjá y alegría, ese dolor y esa preocupación desaparecen; el dolor se transforma en simjá, y la oscuridad en luz”.  

Simjá en todas las situaciones

La hija de R’ Tzvi Hirsch de Riminov se enfermó un viernes. Todos estaban muy preocupados por su estado. Sin embargo, una vez que llegó el Shabat, el Rebe de Riminov fue al shul y cantó jubilosamente las tefilot (rezos) de Shabat. Bailó durante el Leja Dodi con una alegría increíble, tal como el Rebe lo hacía semanalmente. Durante las comidas, se mostró alegre y todos a su alrededor sentían la simjá. No había ni un atisbo de preocupación por la salud de su hija.

Durante la comida, los que estaban cerca de él gritaron pidiéndole al Rebe que pidiera misericordia para su hija desde los Cielos. El Rebe respondió: “El pasuk dice: ‘Supliqué al Señor en ese momento, diciendo… ( Devarim 3:23)’ Moshé estaba suplicando para que aquellos que están pasando por momentos de dolor tengan la capacidad de “decir”. Es decir, Moshé quería que los judíos de todas las épocas encontraran la fe y la confianza en Hashem que les permitiera permanecer firmes en su amor, que les diera el poder de rezar y de hablar con Hashem incluso en los momentos más difíciles. Su dolor nunca debe disminuir su amor por Hashem”.

Luego el Rebe agregó una plegaria: “¡Hashem, cada alma está en Tus manos! Qué importa si retrasas la devolución del alma de mi hija hasta después de Shabat para que el dolor no me prive de simjá en Shabat!”.

El Rebe continuó la comida con la misma intensa alegría. Su petición fue respondida, y su hija vivió. 

Así también, en Shabat, el Rey de Reyes visita el hogar de cada judío. Si el judío parece alegre, si canta y baila, si sus oraciones están llenas de emoción, entonces Hashem le proporciona bendiciones ilimitadas.

A esta idea alude el pasuk: “Y el séptimo día se afeitará todo el cabello”. (Vaikrá 4:9)

La palabra hebrea והיה (“Y será”) denota simcha, y “en el séptimo día” se refiere al Shabat. Los Seforim HaKadoshim describen din (juicios) en este mundo, como “pelos”. Por lo tanto, el mensaje del pasuk es: si te alegras en Shabat, tendrás el mérito de eliminar todos los “pelos”, el juicio de tu vida. Todo el dolor y el sufrimiento desaparecerán y serán reemplazados por la bondad. Como enseñó el Zohar (Volumen II, 135b) que el Shabat elimina todo el din de tu vida y deja sólo la bondad y las bendiciones de Hashem.

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