Teshuvá con alegría

Cuando estás triste, te estás privando a ti mismo del oxígeno y de la fuerza que hacen falta para retornar a Hashem.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 28.08.23

¡Shalom a todos! Quiero aprovechar esta oportunidad para referirme a la importancia de la alegría. Si el único beneficio de la gratitud fuera que permite que uno viva alegre, ¡eso ya sería suficiente!

La alegría no es solamente la salvación del alma ─siendo que te salva de vivir una vida oscura y triste y te permite vivir alegre y feliz─ sino que es mucho más que eso, porque la tristeza es un pecado muy grande. No hay ningún “permiso” para estar tristes. Incluso en Tishá BeAv, el día más trágico para el pueblo de Israel, no debemos estar tristes, sino únicamente “disminuir la alegría”. La tristeza está absolutamente prohibida en el judaísmo; la tristeza proviene del Lado Oscuro y Hashem la aborrece. Además, como ya dijimos, Rabí Najman dijo que estar tristes es estar enojados con Hashem.

Digamos que cometiste una falta, incluso una falta muy grave. Yo te pregunto: ¿quién te dio permiso para estar triste? ¿Acaso piensas que, porque cometiste una falta, ahora vas a cometer otra falta incluso peor? No pienses que la tristeza equivale a retornar a Hashem. La tristeza es exactamente lo contrario a retornar a Hashem, porque Le estás echando la culpa a Él y, muy lejos de retornar a Él, te estás alejando.

Hacer teshuvá (sincero arrepentimiento y retorno a Hashem) es anhelar a Hashem y decirle así:

“No logré dominarme debido a que estoy lejos de Ti y lejos de la plegaria y no recé lo suficiente, porque no tengo suficiente emuná y no estoy lo suficientemente alegre. Por eso, Dios mío, ayúdame a estar alegre por todas las bondades que haces conmigo y por todas las salvaciones que me enviaste y dame emuná para que entienda que incluso el hecho de haber transgredido es por mi propio bien y que siempre tenga presentes los puntos buenos que me permites tener y las buenas acciones que me permites llevar a cabo y que nunca olvide cuánto me amas y que, teniendo todo esto presente, rece mucho y llegue al verdadero arrepentimiento y haga teshuvá como es debido”.

Rabí Najman dio testimonio de que él mismo, incluso si llegaba a hacer el más grande pecado, no iba a perder la alegría, y solamente así haría teshuvá. Él no confundió ambos conceptos: teshuvá y tristeza. De hecho, estos dos conceptos son absolutamente distintos. Y todo el que piense de otra manera (creyendo que tal vez la tristeza es una muestra de arrepentimiento) no está acatando la sabiduría de la Torá. Este pensamiento erróneo lo único que hace es alejar a la persona de Hashem y de la teshuvá y de la rectificación.

Al contrario: para hacer teshuvá de la manera debida uno tiene que estar alegre, tal como explica el Rabí Najman de Breslev, cuando dice que la principal forma de arrepentimiento es la confesión y que uno no puede confesar sus faltas excepto estando alegre. Por lo tanto, resulta imposible hacer verdadera teshuvá sin alegría, y esto es lo que escribe:

“Sabrás que es necesario confesar las propias faltas en forma detallada y es necesario confesar cada vez todo lo que uno hizo, y los impedimentos son muchos. A veces, uno se olvidó de la falta que cometió y otras veces, le resulta muy difícil confesarse, etc”.

Confesarse es el precepto más importante de la teshuvá, tal como explica el Rambam (Maimónides) en el prólogo de su obra “Hiljot Teshuvá” (Leyes del Arrepentimiento): “El precepto positivo número uno es que el pecador se arrepienta de su transgresión ante Hashem y se confiese”. Y en la primera halajá (ley) de “Hiljot Teshuvá” dice el Rambam: “Todos los preceptos de la Torá, tanto positivos como negativos, si la persona transgredió uno de ellos, tanto en forma voluntaria como involuntaria, al hacer teshuvá y arrepentirse de su transgresión, deberá confesarse ante Hashem… y confesarán los pecados que cometieron a través del vidui (confesión). El vidui es un precepto positivo”.

Por lo tanto, no hay otra forma de hacer teshuvá (arrepentirse sinceramente y retornar a Hashem). Esta es la única manera. Y dice Rabí Najman que de hecho existen muchos impedimentos para cumplir este precepto. Entonces ¿qué podemos hacer?

Continúa Rabí Najman diciendo:

“Y para esto es necesaria la alegría del cumplimiento de un precepto…”.

En esta lección, Rabí Najman explica en detalle que es necesario sentir una alegría completa e inmensa, que se extienda desde la cabeza hasta los pies. Y únicamente de ese modo podrá confesarse.

Vale decir que, si estás triste, te estás privando a ti mismo del oxígeno y de la fuerza que hacen falta para retornar a Hashem. Estás yendo exactamente en la dirección contraria y estás tan pero tan confundido que incluso sientes que vas por buen camino. Eso es lo más peligroso de todo: estás absolutamente perdido y ni siquiera te das cuenta…

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1. Angelica

9/01/2023

Gracias a Hashem por las enseñanzas que nos das a través del Rabino Shalom Arush. Gracias mi querido por compartirnos la grande sabiduría que HaShem le da. Es muy importante la alegría en nuestras vidas y disfrutar el día como si fuera el último en esta vida, también tenemos circunstancias en la vida qué sentimos dolor, mi suegro murió el 22 de agosto de este año tiene pocos días y sentí dolor al ver a toda la familia llorando , le dije a mi esposo agradezcamos a Dios por el tiempo que le dio de vida en esta vida terrenal El es el qué nos da la vida y El es quien nos las quita y le dije alégrate el dolor va a pasar, no estes triste porque eso viene de la mala inclinación. Gracias por sus libros que me ayudan mucho y los mensajes del Rabino Yonatan. Muchas Gracias por el librito: la alegría de vivir. Los amo mucho gracias por ser parte de mi vida BRESLEV HASHEM LOS BENDIGA 🥰🇮🇱

2. paulinnikolli@yahoo.com

8/31/2023

SHALOM, BARU HaSHEM QUE TENEMOS RABINO SHALOM ARUSH .

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