Confiar en Hashem – Ki Tavó

Rabi Najman de Breslev enseña que todos somos capaces de alcanzar la bendición de una vida holgada sin rompernos la espalda de sol a sol.

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 28.08.23

“Y bendito seas en el campo” (Devarim 28:3)

La interpretación simple del pasaje anterior es que uno es verdaderamente bendecido cuando recibe su sustento para todo un año por medio de un mínimo esfuerzo en el campo. Por el contrario, Adán fue maldecido después de pecar y comer del Árbol del Conocimiento. Hashem le dijo (Bereshit 4:17-19): “Maldita sea la tierra por tu culpa; con sufrimiento comerás de ella todos los días de tu vida… espinas y cardos brotarán… ¡con el sudor de tu frente comerás el pan!”. Dado que la Torá califica de maldición el trabajo duro, podemos concluir que lo contrario – “comer nuestro pan” con el mínimo esfuerzo- es una bendición de la Torá.

Rabi Najman de Breslev enseña que todos somos capaces de alcanzar la bendición de una vida holgada sin rompernos la espalda de sol a sol. Por el contrario, Rabi Najman sugiere que prestemos atención al consejo de la Torá y dediquemos el mínimo tiempo y esfuerzo a intentar ganar dinero. En este punto, la mayoría de la gente levanta una ceja escéptica y argumenta: “¡Si no trabajo un día entero, mi familia se morirá de hambre! Incluso trabajando diez horas al día, ¡no gano lo suficiente para llegar a fin de mes!”. Semejante reacción es la perpetuación de la maldición: “Con el sudor de tu frente comerás…”.

Es cierto, uno no puede decidir dejar de trabajar e irse a pescar o a jugar al golf todo el día y esperar ver un auténtico milagro de dinero cayendo del cielo directo en su mano. Rabi Najman enumera cuatro condiciones que uno debe cumplir para merecer la bendición de la Torá de ganarse cómodamente la vida con un mínimo esfuerzo. Ellas son las siguientes:

1. Confiar en Hashem: Al confiar en Hashem, y no en los propios esfuerzos, la persona crea un recipiente espiritual adecuado para la abundancia Divina, de modo que reciba su sustento en todo momento, siempre que surja la necesidad (Likutei Etzot, Bitajón, 2).

2. Torá y Plegaria: Uno no debe dejar que la preocupación por ganarse la vida lo confunda o lo moleste, más bien debe invertir su tiempo en la Torá y en la oración (Likutei Etzot, Bitachon, 4).

3. Tikun HaBrit, o Guardar la Santa Alianza: La lascivia y el libertinaje dañan el sustento; lo contrario, la santidad, asegura un amplio sustento con el mínimo esfuerzo (Likutei Etzot, Mamon, 2).

4. Suficiencia: Al conformarse con lo que uno tiene, uno invoca más abundancia Divina (Likutei Etzot, Mamon, 27).

El Talmud Yerushalmi (Pea 35a) cuenta la historia de Rabi Yojanan Ben Nuri, que salía al campo una vez al año después de la cosecha, cuando todos los pobres recogían los granos de trigo sobrantes. A pesar de ello, recogía suficiente grano para comer todo el año.

Rabi Yojanan Ben Nuri pasó toda su vida en la Torá y la plegaria. Él confiaba en que Hashem le daría su sustento con el mínimo esfuerzo -menos de un día de trabajo para todo el año- porque utilizaba todas sus energías en el servicio a Hashem, y no en pasatiempos sin sentido. Rabi Yojanan evitaba mirar a las mujeres, por lo que espigaba en el campo sólo cuando todos los demás se habían ido. A él le bastaba con pan y agua, ejemplificando así las cuatro condiciones mencionadas de Rabi Najman para la bendición de ganarse la vida con el mínimo esfuerzo.

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