La boda Divina – el verdadero significado del 10 de Tevet

Estamos tan desilusionados por un mundo sin el Beit Hamikdash que la verdad y la ficción, lo sagrado y lo profano se vuelven confusos. En nuestro largo exilio, nos hemos desviado tanto...

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Jacob Rupp

Posteado en 18.12.23

Hoy en día, nuestro pueblo sufre una crisis de identidad.  En todo el mundo, la gente trata de reformar, reinventar y revitalizar lo que significa ser judío.  Otros millones se saltean la fase de crisis de identidad y simplemente “abandonan” el judaísmo. Ninguna otra nación del mundo se enfrenta a una crisis semejante.  ¿Por qué los judíos, uno de los pueblos más antiguos del planeta, siguen luchando por definirse a sí mismos?

El décimo día del mes de Tevet es un día de ayuno.  Nos abstenemos de comer y beber para recordar el comienzo del asedio babilónico a Jerusalén que condujo a la destrucción del Primer Templo.  Al vivir en la era posterior al (primer) Holocausto, estamos muy familiarizados con la conmemoración de la tragedia en la historia judía.  Sin embargo, mientras que el Holocausto ocurrió en el siglo pasado, ¡el primer Jorban Beit Hamikdash (destrucción del Primer Templo) fue hace miles de años!  ¿No podemos, como pueblo, distanciarnos de esa tragedia?  ¿No estamos (como dice la frase) llorando sobre leche derramada?

Llorar sobre leche derramada es infructuoso.  Al fin y al cabo, sólo es leche.  Incluso los que vivimos en Israel y no tenemos coche  sólo tenemos que caminar unas cuadras hasta la tienda más cercana y comprar una nueva botella (o bolsa) de leche.  Es reemplazable.  El Templo no lo era.  Si conocemos mejor la “Casa de Dios” y lo que representaba, podremos entender por qué seguimos lamentando su pérdida incluso miles de años después.

Una metáfora

El Beit Hamikdash representaba algo difícil de entender en la sociedad actual.  En el mundo de los tabloides, Internet, las vallas publicitarias y los medios de comunicación, estamos insensibilizados ante el misterio y la espiritualidad del cuerpo humano, y nuestro entorno publicita y fomenta todo tipo de sensualidad.  Hoy en día, se deja muy poco librado a la imaginación. Los términos físico e intimidad se tergiversan como sinónimos.  

Aunque el judaísmo no considera que lo físico sea intrínsecamente malo o impuro, sí establece un marcado contraste entre intimidad y fisicalidad. Lo físico, vacío de intimidad, no es más que una experiencia básica, totalmente desvinculada de una conexión espiritual mayor.  La Torá nos enseña que es tarea del hombre elevar cada acto físico, desde comer y beber hasta cortarse el pelo, y todo lo demás.

En el lugar y el momento adecuados, la relación entre el hombre y la mujer puede ser una tremenda fuente de santidad.  Permite a las personas asemejarse a Dios, ya que son capaces de crear vida a partir de su unión (e incluso cuando no se crea una vida, cada acto de intimidad crea almas espirituales – Editor). Pero el secreto de la santidad de la relación hombre/mujer se encuentra en la intimidad; es una relación que es a la vez exclusiva y recatada, y existe dentro de los confines de la halajá (ley judía).  El poder y la potencia de esta relación tienen el poder de traer la presencia Divina al hogar.  Toma a dos seres físicos y los hace eternos a través de los hijos que producen y la santidad que reside en medio de ellos.

Un matrimonio entre Dios y su pueblo

Una de las expresiones más concretas de intimidad es el beso.  La boca representa la unión entre el pensamiento y la acción y, por tanto, la boca transforma un pensamiento en una acción que transmite un tipo especial de relación.  La hermosa y exclusiva relación que puede existir entre un hombre y una mujer es una metáfora de la relación entre la nación de Israel y Dios.  Nuestros sabios explican que cuando recibimos la Torá en el monte Sinaí, en esencia nos estábamos casando con el Todopoderoso.  La Torá era la ketubá (contrato matrimonial), el novio era Hashem y la novia era Israel.  Dios prometió cuidarnos y amarnos, a cambio de que prometiéramos honrar Sus leyes y serle leales.   

Como señal del amor entre Dios y la humanidad, se nos dio el Beit Hamikdash, un signo tangible de la sagrada relación matrimonial que Dios tenía con Su pueblo.  La Guemará se refiere al Beit Hamikdash como “el lugar donde el cielo y la Tierra se besan”.  El Santo de los Santos, el epicentro del Beit Hamikdash, era tan sagrado que sólo el Sumo Sacerdote podía entrar una vez al año.  Aunque los no judíos podían visitar el Templo, su acceso estaba restringido a las cámaras exteriores.  Las cámaras interiores del Templo estaban reservadas al pueblo judío, lo que significaba nuestra relación profundamente íntima con Dios.

El Beit Hamikdash no sólo representaba la íntima relación entre Dios e Israel, sino que era un lugar donde el mundo espiritual fluía hacia el mundo físico.  El lugar sobre el que se erguía el Templo era el punto a partir del cual se creó el mundo, y desde este punto se extendía toda la materia física.  Era literalmente el alma del pueblo judío colectivo.

Este lugar es el más sagrado del mundo.  Nuestro antepasado Yaakov (Jacob) lo llamó “la Casa de Dios”, un lugar tangible de pura espiritualidad.  Imaginemos que en este lugar la espiritualidad era tan real como la física y que una persona podía conocer la existencia de Dios del mismo modo que podía sentir cualquier otro objeto físico con sus cinco sentidos.  El Templo utilizaba esta energía y la traducía para nosotros, el pueblo judío.  Cuando el Templo aún estaba en pie, la persona podía ser testigo de una prueba irrefutable de la existencia y la relación continua que Dios tiene con el hombre, basándose en los constantes milagros que ocurrían allí.   

El Beit Hamikdash era el hogar perfecto, que representaba el matrimonio perfecto.  Dos socios, Dios e Israel, sostenían al mundo entero a través de su relación amorosa.  De una manera diferente a cualquier otro momento de la historia, el mundo estaba casi completo.  La calidez, el apoyo y la conexión que caracterizaban a un buen hogar eran una realidad tangible que existía entre nosotros y el Creador.

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1. paulinnikolli@yahoo.com

12/19/2023

BARUJ HaSHem POR ESTE DIAMANYES ESPIRITUALES QUE JACOP RUP REGALA PAR NOSOTROS,SIMPLEMENTE UN SUONIO PARA MI,GRACIAS GRACIA GRACIAS,DIO BENDIGA SU ALMA TUA DE TUS ANTEPASADO Y DISHENDENTES

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