Cierra los ojos y ve
Cierra tus ojos al mundo físico, y ábrelos a Hashem - ¡un consejo simple que cambiará tu vida, te enviará milagros y salvaciones, y ayudará a traer la Redención!
Cuando cerramos los ojos y “miramos” a Hashem con los ojos de nuestra mente, Hashem nos devuelve la mirada, por así decirlo.
Pídele a Hashem que conecte tu alma con lo Alto, y que la luz de Hashem descienda a tu alma.
El rabino Arush habló recientemente de la importancia de abrir los ojos para ver los milagros y maravillas de Hashem. Cómo Él está luchando por nuestros soldados en Gaza. Cómo nos está protegiendo del constante bombardeo de misiles primero de Hamás en Gaza, y ahora también de Hezbolá en el norte. Miles y miles de misiles, cada uno de los cuales podría matar incluso a decenas de personas. En lugar de decenas de miles de muertos, Dios no lo quiera, que estadísticamente debería ser la realidad en Israel hoy, tenemos en cambio miles de historias de milagros.
El Tur dice que cuando cerramos los ojos y “miramos” a Hashem con los ojos de nuestra mente, Hashem nos devuelve la mirada, por así decirlo. Y cuando nuestros ojos se encuentran, Hashem está tan feliz que entonces piensa en nosotros en el exilio y acelera nuestra redención. Aunque el Tur habla de la importancia de hacer esto cuando decimos “Kadosh, Kadosh, Kadosh” (Santo, Santo, Santo) durante la repetición de la Amidá, Rabí Arush dice que cerrar los ojos y mirar a Hashem con el alma es muy importante hacerlo todo el tiempo, tanto como sea posible.
Cuando lo probé por primera vez, quedé totalmente impresionada. La increíble sensación de cercanía a Hashem está más allá incluso de mi capacidad de escritora profesional para describirla. La sensación de que Hashem realmente me ve de una manera que no había sentido antes, ni siquiera durante la oración personal. No sólo a mi alrededor, rodeándome, abrazándome, escuchándome, sino mirándome. Hay que probarlo, porque meramente escribir sobre esto no le hace justicia.
Otro consejo excelente que el rabino Arush mencionó recientemente en nombre del rabino Aaron Stern: para conectarte con Hashem a un nivel diferente y llevar un sentimiento de cercanía a Hashem a cada mitzvá que hagas, simplemente ten en mente lo siguiente justo antes de hacer una mitzvá:
Hashem, a través de esta mitzvá [nómbrala] que estoy a punto de realizar, por favor conecta mi alma a Ti.
Hashem, a través de esta mitzvá [nómbrala] que estoy a punto de cumplir, por favor pon Tu luz espiritual en mi alma.
Para recordarlo más fácilmente, pienso en ello como pedirle a Hashem que nos conecte en ambas direcciones. Que mi alma aquí abajo esté conectada en lo Alto, y que la luz de Hashem allá arriba, descienda a mi alma.
Escuché una historia del Rabino Yaakov Ades que alguien se quejó una vez de que se había puesto tefilín varias veces en el pasado, pero nunca sintió un “clic”, o sea, nunca sintió una conexión especial. El rabino Ades le recomendó que se pusiera los tefilín, pero esta vez teniendo en cuenta estas dos cosas. El hombre volvió y exclamó: “¡Rabí, esta vez sí lo he sentido! Y a partir de entonces empezó a ponerse los tefilín todos los días.
Estas dos ideas tan simples – pensar en conectarse con Hashem antes de una mitzvá, y cerrar los ojos y mirar a Hashem – podrían ser fácilmente descartadas por ser cosas simples y obvias de hacer.
Pero como la emuná, que es tan simple y obvia que la gente lamentablemente se burla diciendo cosas como: “Oh, todo el mundo sabe que Hashem dirige el mundo, ¿para qué hace falta un libro entero?”. Pues bien, cualquiera que realmente lea el libro sabrá que la emuná es a la vez abundantemente simple y extremadamente difícil y compleja de vivir realmente. Por ejemplo, darle las gracias a Hashem por tu sufrimiento suena fácil, ¡hasta que tratas de hacerlo! Tenemos libros (Las Maravillas de la Gratitud) y artículos y CDs con todos los diferentes consejos para ayudarte a hacer La Ley de la Gratitud correctamente porque sí, realmente es así de difícil.
Así que no descartes estas preciosas perlas de consejo. Pruébalas y luego trata de recordar de llevarlas a cabo mañana también, y la próxima semana – y verás hasta qué punto la Mala Inclinación tratará de detenerte, ¡porque realmente son así de poderosas!
Esto no solamente ayudará a que la Redención llegue antes, amén, ¡sino que incluso te podría cambiar la vida!
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