Por qué me cubro la cabeza

¿Cómo puede una mujer llegar al punto de estar dispuesta a cubrirse el pelo, a pesar de enfentarse a una gran oposición interna y externa? Esta es la historia real del asombroso viaje de una mujer como cualquier otra.

4 Tiempo de lectura

Grupo Breslev Israel

Posteado en 05.02.24

POR QUE ME CUBRO AL CABEZA

¿Cómo puede una mujer llegar al punto de estar dispuesta a cubrirse el pelo, a pesar de enfentarse a una gran oposición interna y externa? Esta es la historia real del asombroso viaje de una mujer como cualquier otra.

Había oído hablar de la emuná, pero en realidad no la entendía. Tenía fe en Dios, ¿para qué necesitaba la emuná?

Aunque nunca me había preocupado mucho por mi pelo ni por su aspecto, me preocupaba la reacción de los demás.

Son las 5:30 de la mañana y me apresuro a preparar los almuerzos y lavar la ropa antes de despertar a mis hijas para que empiecen otra jornada escolar, pero antes debo pararme a decidir qué ponerme.  

Nunca he sido una gran aficionada a la moda; siempre me he inclinado por la ropa que me resulta más cómoda, lo que para mí significa que es de tallas grande. Por suerte, trabajo en una empresa en la que la ropa informal es la norma y puedo ponerme lo que me resulte cómodo, siempre que siga pareciendo profesional. ¿Pero mi pelo?  Mi pelo ha sido mi némesis desde que era niña. 

Cuando era más pequeña, mi madre me peinaba todas las mañanas.  Me lo cepillaba, me quitaba los enredos y me peinaba mientras comentaba que yo debía de ser noble en otra vida porque nunca sabía peinarme. Cuando ella falleció, yo no sabía qué hacer con el pelo rizado y espeso que tenía en la cabeza, así que opté por cortármelo casi todo y llevarlo muy corto durante el resto del colegio secundario.  Esto se conoció como el peinado de Amelia Bedelia, que no estaba muy de moda, pero a mí me funcionaba porque no quería levantarme más temprano para pensar qué hacer con mi pelo. 

A lo largo de mi vida adulta, seguí sin saber qué hacer con mi pelo y renuncié a las peluquerías, cuyos resultados también estaban lejos de ser satisfactorios. Simplemente me lo recogía en una coleta y no le daba más vueltas, aparte de fijarme de vez en cuando en otra mujer y preguntarme: “¿Por qué mi pelo no puede lucir tan bien?”.

Entonces ocurrió algo. Hace unos años, decidí asistir a una clase sobre los celos, y allí aprendí el concepto de emuná. Ya había oído hablar de la emuná, pero en realidad no entendía qué era.  Pensé que tenía fe en Dios, ¿para qué necesitaba la emuná?

Como siempre, Hashem me indicó adónde tenía que ir.  Mientras estudiaba, me di cuenta de lo poco que realmente entendía el concepto, y de que había subestimado mucho el trabajo que tenía que hacer para lograr la emuná.  Sí, tenía fe en Hashem cuando las cosas iban como yo quería, pero en cuanto algo iba mal, salía la “doña quejona”.

Cuando la clase llegó a su fin, tomé un ejemplar del libro del rabino Shalom Arush “Enl jardín de la fe” y fue como si se abriera ante mí todo un mundo nuevo. A medida que me adentraba más y más en las ideas allí expuestas y aprendía más, sentía que mi fe se fortalecía, pero también ocurría algo más.  Empecé a sentirme más segura de mí misma.  Empecé a sentir que necesitaba asumir una mitzvá adicional para demostrar a Hashem que me tomaba en serio lo de fortalecer mi emuná y ser más observante.

Fue entonces cuando decidí dar el salto y cubrirme el pelo.  Ya había leído artículos sobre el tema y había visto vídeos en YouTube sobre las leyes de la tzniut (recato), pero me parecía demasiado “exagerado”.  Sin embargo, mientras trabajaba en fortalecer mi emuná, supe que ése era mi siguiente paso en avodat Hashem (servir a Hashem).  Estaba nerviosa y no me resultaba fácil.  Aunque nunca me había preocupado mucho por mi pelo ni por su aspecto, sí me preocupaba cómo reaccionarían los demás.  

Mi ietzer hará me atacaba y se aprovechaba de mis miedos; se burlaba de mí mientras pensaba en cómo dar los primeros pasos.  “¿Y si no logras hacerlo?  ¿Y si te rindes en unos días, qué dirá la gente entonces?”.

Estaba decidida, sabía que era algo que Hashem quería que yo hiciera, así que decidí empezar con una bandana pequeña al principio, luego un pañuelo un poquito más grande y, después de mucho rezar sobre el tema, compré mi primer pañuelo para cubrir toda la cabeza.  Compré un pañuelo rectangular negro con hilos dorados y la primera vez que me lo puse supe que estaba dando el paso correcto.  

Tenía ese zumbido en el alma, la sensación de que se me ponía la piel de gallina por todos los brazos y el cuello, y con el pañuelo atado a la cabeza, me sentía como una princesa, la hija de un rey.  El miedo a lo que pensaran los demás disminuyó y salí con valentía al mundo proclamando por fin que soy hija de Hashem y que estoy orgullosa de serlo.  

Así que cada mañana, cuando llegan las 5:30 y me apresuro a prepararme para el nuevo día, me tomo un momento para elegir un pañuelo de mi creciente colección.  Me pongo la faja que cubre mi espeso y rizado pelo y me envuelvo la cabeza rezando cada mañana por los que necesitan fuerzas para encontrar la emuná y su camino de retorno a Hashem. Entonces despierto a mis hijas, las preparo para ir al colegio y salgo al mundo con la cabeza bien alta sabiendo que soy la hija de Hashem.

Escribe tu opinión!

1. Judith

2/12/2024

Me gusto el articulo de como acrecentar la EMUNAH, y el tema de dejar de lado que si la burla o la opinion del otro, que lo que se busca es como AGRADAR MAS A HASHEM. Yo NO soy judia, he utilizado por costumbre a veces cubrir mi cabeza, nunca me intereso la opinion de los demas con respecto a eso. SI BUSCO MAS EMUNAH, porque siendo viuda ya hace 7 años, he encontrado o Hashem me puso un hombre BUENO, en el que su situacion economica es mala, la mia quizas NO tanto, y comparto en la medida que puedo sind descuidar mis obligaciones de pagar servicios, haer tzedaqah… porque eso lo pago con la pension de Viudez, q luego dejare de tener, y me he quedado sin trabajo actualmente como para ayudarlo y CASARNOS, este el fin ultimo NO SER CONCUBINOS, SER ESPOSOS DELANTE DE HASHEM.

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario