El peligro de hablar mal de los demás

Para las naciones del mundo, la guerra es una llamada a las armas. Para el pueblo judío, es una llamada a los labios, a la plegaria.

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David Ben Horin

Posteado en 06.02.24

Recuerda lo que Hashem, tu Dios, hizo a Miriam, en el camino cuando saliste de Egipto (Devarim 24:9)

Esta tiene que ser una de las partes del servicio matutino más difíciles de interiorizar. Es la penúltima línea de la plegaria que recitamos antes de desayunar.

Como judío, yo veía una relación directa entre mi nivel de concentración al rezar y el tiempo que faltaba para mi ganarme el pan diario.

Eso ha cambiado.

Esta guerra se está librando en tres frentes

La guerra por Simjat Torá se libra en tres frentes.

El primer frente es el militar. Nuestros valientes soldados están entrando en el vientre de la bestia dentro de Gaza para limpiar esta fortaleza filistea de todos los terroristas que amenazan a nuestras mujeres y niños.

El segundo frente es el de los medios de comunicación. Desde representantes del gobierno hasta voluntarios en Facebook, un ejército de guerreros de los medios sociales y las relaciones públicas están ofreciendo voluntariamente su tiempo para luchar por el corazón y la mente de la gente de bien de este mundo.

El tercer frente es vital. Muchos lo pasan por alto, pero sin él no podemos ganar.

Es el frente espiritual.

Sin la bendición de Dios, las FDI no pueden ganar.

Sin la bendición de Hashem, el Estado de Israel no puede sobrevivir.

Incluso mientras destruimos la mitad de Hamas, América nos obliga a rendirnos. Eso no es Joe Biden. Es una advertencia que nos dice que tenemos que mirar más allá de los cañones de los tanques Merkava para  alcanzar nuestra Salvación.

La Historia

Nuestros enemigos no son los árabes. Son los palestinos y sus partidarios.

¿Quiénes son sus partidarios?

Irán. La ONU. Europa. Rusia. Estados Unidos.

¿De dónde vienen?

Proceden de Roma.

La palabra Palestina deriva de Filistia, el nombre que los escritores griegos le dieron a la tierra de los filisteos y de Israel. Los filisteos decapitaron a nuestro primer rey y profanaron sus restos.

Cuando los romanos destruyeron el Segundo Templo y nos enviaron al exilio, rebautizaron la Tierra de Israel con el nombre de nuestros enemigos. La llamaron Palestina para recordarnos que, una vez más, nuestro rey había muerto.

¿Quién creó a los palestinos modernos? Fue otra nación que no pudo reconocer a la nación de Dios: la Unión Soviética. Ellos son los descendientes de los romanos.

¿Cómo derrotamos a los romanos?

¿Cómo perdimos ante ellos en primer lugar?

La estrategia

La guerra contra los judíos fue la versión romana de Vietnam. Ganaron, pero por poco. Sufrieron grandes pérdidas. Hicieron falta más tropas romanas para derrotarnos en Israel que romanos para conquistar todo el continente indio.

Nuestros Sabios, de bendita memoria, no les atribuyen la derrota a los militares. Como hoy, nuestros soldados son feroces como leones. Son lo mejor de lo mejor.

Perdimos porque Hashem no nos bendijo. Porque, por más asombrosos que fueran nuestros guerreros, sin la bendición de Hashem, no podíamos hacer nada.

Nuestros Sabios le atribuyen la caída de nuestra última gran era al odio infundado. Perdimos la bendición de Hashem porque nos odiábamos sin motivo.

Mientras los ejércitos romanos nos asediaban, desprovistos de alimentos y suministros, en lugar de luchar contra ellos, también luchamos entre nosotros unos contra otros.

Si hubiéramos permanecido unidos, podríamos haber ganado.

¿Qué causó este pecado? Lashon hara. Hablar mal de los demás.

Contábamos historias unos de otros. Hablábamos mal los unos de los otros. La gente se avergonzaba y se enfurecía por lo que se decía de ellos.

La llamada a los labios

Para las naciones del mundo, la guerra es una llamada a las armas.

Para el pueblo judío, es una llamada a los labios, a la plegaria.

Si permanecemos unidos, podemos ganar. Podemos derrotar a Hamás. Podemos derrotar a Irán. Podemos derrotar a sus acólitos en Pekín, Moscú, Bruselas y Washington.

De nosotros depende dejar de buscar nuestra protección en las FDI o en Estados Unidos y centrarnos en DIOS para que nos salve.

Durante seis horas, el 7 de octubre, nadie protegió al pueblo del sur de Israel que, durante esos 360 minutos, se convirtió en un Auschwitz instantáneo. Mujeres y niños fueron sistemáticamente fusilados. Hombres fueron amputados y asesinados – exactamente como nuestro Rey Saúl.

Los bebés fueron quemados en hornos.

Sabemos a ciencia cierta que cada centímetro de nuestra Tierra que tomen nuestros enemigos filisteos se convertirá en otro Treblinka.

Esta es una batalla de vida o muerte.

Hashem nos ordena ser un ejército santo. Nos ordena ser un pueblo Santo. Desde la primera guerra contra los egipcios que Hashem luchó por nosotros, hasta la Guerra contra Amalek que recién fue ganada cuando Moshe levantó sus manos en oración, siempre ganamos con un solo factor:

La Bendición de Dios.

¿Qué podemos hacer para ganarla?

Cumplir las leyes de Shmirat HaLashón. 

Miriam habló Lashón hara contra Moshe y fue exiliada por siete días.

Los espías hablaron Lashón Hara sobre la Tierra y nosotros escuchamos, y Hashem nos exilió durante cuarenta años.

Hablamos constantemente Lashón hara unos de otros, y Hashem nos condenó a un exilio de casi dos mil años que aún no ha terminado.

Se nos ordena recordar las tragedias de Lashón Hara todos los días.

Más allá de la tragedia está la redención. Una vez que expiemos el pecado de Lashón hara siguiendo las leyes de shemirat halashón, todo se dará vuelta. El exilio terminará.

Podemos merecer la bendición de Hashem y Él nos concederá la victoria sobre Hamás, los palestinos, Europa, Rusia, China, la ONU y Estados Unidos.

No importa lo tentador que sea decir algo en contra de cualquier líder judío, desde el Primer Ministro Netanyahu hasta el líder de la oposición Lapid, debemos luchar como leones y hacer lo que todo soldado de las FDI está entrenado para hacer cuando tiene que superar sus limitaciones por el bien de todos nosotros:

Morderse los labios.

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1. Paulin Nikolli

2/10/2024

Adelante Israel como el patriarca Abraham Vamos a Ganar la guerra mas difícil Ablar mal de otro .Non tenemos alternativa vida o muerte .

2. Deily Salguedo

2/09/2024

Amo a Israel y oró Tehilim todos los días de mi vida. Tikum Haklali y pido a Hashem por la redención. La reconstrucción del templo y la llegada del Mesías pronto en nuestras dias. AMÉN. BARUJ HASHEM

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