Cómo no caer en la depresión

Especialmente ahora, durante Sefirat Haomer, en el que cada día trabajamos y avanzamos, centrándonos en las siete midot (rasgos) del alma y rectificándolas, es precisamente el momento de asumir la tarea de adquirir emuná.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 14.05.24

La emuná necesita trabajo constante, plegarias constantes, estudio constante. Porque siempre se alcanzan nuevas profundidades en emuná; constantemente se descubre cuán relevante es emuná para tu vida, cómo mejora tu vida.

Hay que trabajar la emuná todos los días. Uno debe aumentar su emuná cada día.

Especialmente ahora, durante Sefirat Haomer, en el que cada día trabajamos y avanzamos, centrándonos en las siete midot (rasgos) del alma y rectificándolas, es precisamente el momento de asumir la tarea de adquirir emuná.

El punto culminante de todas estas siete midot son las dos últimas, que son midot globales, es decir, que lo incluyen todo, como se explica en los libros sagrados: midat hayesod y midat hamaljut. Vienen en último lugar porque son el propósito final del tikun (rectificación) de la persona.

La rectificación de la midá de Yesod tiene que ver con la santidad, shmirat habrit, mantener los ojos puros, observar la pureza familiar. La parasha anterior se abre con el mandamiento “kedoshim tihiu” (Serán santos), y esto se dijo en presencia de todo el Pueblo Judío, porque “la mayoría de los fundamentos de la Torá dependen de ello”, como dice Rashi allí. Y se ha dispuesto que leamos esta parasha durante la Sefirá, porque ese es el propósito y nuestra gran aspiración como nación de Dios: “seréis una nación santa para Hashem, vuestro Dios”. Kedusha, significa, por supuesto, abstenerse de relaciones inmorales.

El tikún de maljut es el asunto de emuná y tefilá, que es el propósito final de todas las mitzvás, como dice: “Todas Tus mitzvás son emuná”. Jazal dicen que el profeta Javakuk vino y basó todas las mitzvas en la emuná, como dice, “el tzadik vive de su fe”. La emuná es la perfección del ser humano, así como su calidad de vida y la alegría de vivir y la verdadera libertad. No se puede obtener la Torá sin emuná, y esa es la primera mitzvá proclamada al Pueblo Judío en el Monte Sinaí: “Yo soy Hashem, tu Dios” y “No tendrás…”.

Por lo tanto, esta es la última midá en Sefirat Haomer. Porque es el propósito final de todo. Es el cumplimiento de la perfección de las midot. Y de acuerdo con las historias anteriores, es muy comprensible; porque quien tiene emuná completa, todo es bueno para él, todo es perfecto, y vive con plena conciencia de que Hashem lo ama y siempre hace cosas buenas por él.

La perfección del brit y la emuná dependen la una de la otra, como aprende Rabí Najmán del pasuk: “Y mi brit le es fiel” y, de hecho, la festividad de Shavuot combina estas dos perfecciones. La recepción de la Torá comenzó con la mitzvá de emuná, como se mencionó, y dependía de que el pueblo judío se abstuviera de las cosas prohibidas y se volviera santo, como dice la Torá: “y consagrarlos hoy y mañana.” Por eso Rabí Najman dice que Shavuot es tikún habrit y el tikún para todos esos deseos bajos.

El trabajo de rectificar el Yesod y el Maljut, el brit y el emuna, no es un trabajo que se pueda exponer en un artículo, sino que es un trabajo de toda una vida. Hashem me ha concedido el mérito de escribir bastantes libros sobre estos dos temas y hay infinitas fuentes sobre ambos. Pero con respecto a la creencia de que Hashem te ama, hemos publicado un folleto en el que aclaramos el tema llamado Alegría de Vivir; es muy recomendable utilizar este folleto como guía ahora, durante la Sefirá.

Cuando uno quiere y aspira y tiene un propósito para su vida, estudia y amplía sus conocimientos y trabaja en ello durante todo el año – y especialmente cuando tiene desafíos y es entre Pésaj y Shavuot y vive verdaderamente los días de la Sefirá, cuyo significado entero es avanzar día tras día – ciertamente entonces aprovecha todo su tiempo y se fija metas y reserva un largo período de tiempo para la plegaria diaria con respecto a rectificar los fundamentos de la vida.

Especialmente en estas épocas que nos toca vivir, de miedo y guerra, cuando, desafortunadamente, vemos al Pueblo Judío siendo perseguido por otras naciones, Rabí Najman de Breslev dice que cuando el Pueblo Judío cae en deseos bajos, atrae sobre sí a la nación para la cual este deseo bajo es más relevante. Puesto que el deseo de adulterio es común a las setenta naciones, el Pueblo Judío está bajo el control de todas ellas. Existe la regla de que el aspecto positivo de cualquier cosa es más poderoso que el negativo – cuando el pueblo judío se santifica y corrige la inmoralidad, aumenta su poder y vence a todas las naciones. Por supuesto, quien está siempre trabajando en kedusha, y especialmente durante estos días, añade fuerza y poder al Pueblo Judío.

En nuestra parasha semanal encontramos la sección sobre las festividades, que incluye las mitzvot de Sefirat Haomer entre Pesaj y Shavuot. Los días de la Sefira son muy propicios cuando se trata de servir a Hashem. Son especialmente adecuados para corregir todos los defectos, tikún hanefesh, corregir las relaciones interpersonales, santificarse y purificarse, y merecer plena emuná en Hashem, para que seamos dignos de recibir la Torá en la festividad de Shavuot que se aproxima.

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1. PAULIN NIKOLLI

5/20/2024

BARUJ HaSHem POR ESTA ENSANASA, GRACIE RAB SHALOM ARUSH.

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