No reces por el Mashíaj antes de leer esto – 1ra Parte

¡¡No reces por el Mashíaj antes de leer esto!!

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 29.05.24

El tzadik tiene derecho a veto

El tzadik Yehuda Zeev Leibowitz, fallecido hace más de una década, era el líder de un grupo de tzadikim nistarim (tzadikim ocultos). Durante la Guerra del Golfo, cuando Sadam Hussein, que su memoria sea borrada de la tierra, amenazó a Israel con misiles con cabezas nucleares no convencionales, y hubo mucho temor en Israel.

Los tzadikim ocultos decidieron que querían traer la Gueula (redención final), pero sabían que necesitaban que el rabino Yehuda Zeev accediera a ello. Así que esperaron una oportunidad cuando estaban todos reunidos, y tocaron el tema.

El rabino Yehuda Zeev se enfadó. Se volvió hacia su ayudante y empezó a preguntarle por cada uno de los tzadikim presentes: “Dime, ¿acaso el rabino X estuvo en el Holocausto?”. El asistente respondió: “No, él no estuvo en el Holocausto”. Y entonces el tzadik volvió a preguntar: “¿Y el rabino Y pasó por el Holocausto?” Y el asistente volvió a decir que no.

El rabino Yehuda Zeev pasó por todos los tzadikim ocultos que estaban allí presentes, y preguntó por cada uno de ellos, por su nombre, si había estado en el Holocausto, y la respuesta para todos ellos fue que no.

Al final, el tzadik exclamó: “¡¿Ellos no pasaron por el Holocausto, y quieren traer al Mashíaj?! ¿No entienden que traer al Mashíaj antes de tiempo provocará otro Holocausto? ¡¿Tienen alguna idea del significado de otro Holocausto?! ¡No estoy de acuerdo! Yo pasé por el terrible Holocausto, y sé lo que es, ¡y no permitiré que suceda!”.

Esta historia explica por qué el mensaje del Cielo es no forzar las cosas y no traer la Geula antes de su debido tiempo. Ya se ha dicho en la Guemará que el Santo, Bendito Sea, le asegura al pueblo judío que si tratan de traer al Mashíaj antes de tiempo, los resultados serán muy malos; también se dice en la Guemará que Rabí Yehuda Hanasi trató de apresurar la Geula siguiendo el consejo de Eliahu Hanavi, y su intento fue saboteado por el Cielo, y Eliahu Hanavi fue castigado con treinta golpes de fuego.

Los mekubalim de Tzfat hablan de un gran mekubal que perdió la cabeza porque trató de acelerar la venida del Mashíaj con lecciones de Cábala práctica, y de un grupo de discípulos del Rashash que trataron de acelerar al Mashíaj, y entonces, también, hubo una condena Divina por este acto.

De estas historias y de muchas otras aprendemos que Hashem es muy exacto en cuanto a no traer la Geula antes del tiempo apropiado. Ahora traeremos otra historia que explica esto desde un ángulo diferente:

El Jozé (“vidente”) de Lublin fue el mayor rebbe jasídico de Polonia. El Jozé tenía decenas de miles de jasidim, entre ellos muchos grandes talmidei jajamim y rabinos conocidos.

Una vez, cuando había una gran reunión alrededor del Jozé, dijo públicamente:

“Yo podría traer al Mashíaj ahora mismo, pero no l ohago, porque entonces quedarán almas lejanas y perdidas entre los judíos que no obtendrán su tikún (rectificación) y no podrán vivir la Gueula”.

Uno de los grandes rabinos que estaban allí se escandalizó, y le dijo al Jozé: “Rabenu, ¿todo el pueblo judío tiene que sufrir tanto, sólo por unas cuantas almas lejanas y perdidas?”.

Este incidente ocurrió mucho antes del terrible Holocausto. Hoy, cuando sabemos cuántos desastres nos han sobrevenido a los judíos desde entonces, bien podemos sentir el llanto: ¿Ustedes piensan que hemos pasado por todo esto sólo por unas pocas almas perdidas?

El Jozé respondió: “¿Quién te dijo que tú mismo no eres una de esas almas perdidas?…”

Y si eso fue lo que se le dijo a ese gran erudito de la Torá, entonces ciertamente nadie entre nosotros tiene posibilidad alguna de saber si está preparado para la venida del Mashíaj, o que, Dios no lo permita, esa venida perjudicará su tikún eterno.

Y no sólo que la venida de Mashíaj le perjudicará, sino que tal vez sea usted quien esté retrasando la Geula, como dice Rabí Najmán: “Porque tal vez en su primera reencarnación fue la causa de la destrucción del Beit Mikdash, y aunque no lo fuera, tal vez esté retrasando ahora la construcción del Beit Mikdash, y eso se considera como si él hubiera causado la destrucción.”

“Esta es la regla: Cada persona debe asegurarse de que no esté causando el retraso del Mashíaj”.

De estos relatos vemos que hay algunos problemas en rezar por el Mashíaj antes del momento oportuno:

El primer problema es que uno mismo no sabe si está preparado para la llegada del Mashíaj, o si es uno mismo quien la retrasa; el segundo problema es que, aunque uno mismo esté preparado, hay un gran egoísmo de por medio. Tienes, por así decirlo, solamente tus propios intereses en mente, ignorando el bienestar de tus hermanos; y el tercero, que esto podría traer grandes problemas, como dijo Rabí Yehuda Zeev.

Por eso, tenemos que asegurarnos de que nuestros deseos y las pleegarias que decimos por la venida del Mashíaj sean correctos y exactos, tal como explicaremos a continuación:

En primer lugar, ¿quieres a Mashíaj? ¡Empieza por ti mismo!

A veces la plegaria por la venida de Mashíaj es en vez de trabajar en uno mismo. La persona no quiere mejorarse a sí misma, y piensa que el Mashíaj hará el trabajo en su lugar…

Por eso, nuestra plegaria y nuestra tarea principal debe ser que seamos capaces de rectificarnos a nosotros mismos y cumplir nuestra misión y destino en este mundo. O por lo menos iniciar un proceso de superación personal, dedicando por lo menos una hora diaria al trabajo personal y a la hitbodedut para que podamos decir que hemos hecho lo mínimo necesario para no impedir la venida del Mashíaj, y rectificarnos para estar listos para su venida. No debemos pensar que el Mashíaj vendrá y hará el trabajo y la rectificación por nosotros, porque si el Mashíaj vendrá a hacer el trabajo por nosotros, quiere decir que ya será demasiado tarde.

E incluso cuando ya estamos rezando por la venida del Mashíaj, debemos pedir que sea sólo con total misericordia, y no con problemas y juicios severos, y también pedir un Mashíaj que traiga salvación para cada judío y judía dondequiera que estén, sin excepciones, y que ningún judío se quede fuera en el momento de la Gueula.

Alguien que verdaderamente desea al Mashíaj, es decir, que desea que todas las almas judías merezcan al Mashíaj en misericordia y no sólo que él obtendrá su propio Mashíaj privado, y alguien que desea que el Mashíaj venga con gran, inmensa misericordia y sin problemas ni holocaustos – ¿cómo debe expresarlo en obras? ¿Qué es lo principal que tiene que hacer?

¡Difusión  de la emuná y más difusión de la emuná!

Uno debe invertir todos sus esfuerzos en difundir y contribuir a la difusión, en lo que se llama “kiruv”, enseñando a más y más personas a seguir el camino de la tefilá y hitbodedut y a hacer teshuvá todos los días, e imbuirlos de emuná (fe) completa y recta y de Torá lo mejor que pueda.

Porque cuando haces eso, realmente estás acelerando la venida del Mashíaj; en primer lugar, estás previniendo el retraso del Mashíaj como resultado de los pecados; y en segundo lugar, estás salvando muchas almas que de ahora en adelante no se perderán, y cuando no haya más almas perdidas, la Gueula podrá venir.

Además, al difundir la emuná, estás previniendo muchos de los sufrimientos del Mashíaj, porque todo el objetivo de los problemas y el sufrimiento es despertar a la gente y acercarla, y ese es el objetivo de la difusión. Entonces resulta que los que difundan la emuná están protegiendo físicamente al pueblo judío de los problemas y sufrimientos, porque sólo cuando hay diseminación y se les otorga a las masas la posibilidad de ganar méritos – entonces los tzadikim pueden venir y reclamar a Hashem que no despierte a los judíos con pruebas y juicios estrictos – sino a través de clases, libros y folletos.

Cuando vives así – rectificándote y saliendo al pueblo judío, estás demostrando con tus acciones reales y no sólo de palabra que entiendes bien lo que es Mashíaj y lo que es Geula, y no sólo estás rezando por Mashíaj, sino que eres un participante activo en la revelación de Mashíaj y en la misión de Mashíaj, que es la rectificación del mundo entero.

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1. Alcira. Deborah

6/02/2024

Estoy de acuerdo. Pero, porque siempre hay un pero, cómo hago para no ser egoista y cómo hago para transmitir la emuná a gente que quiere huir cdo hablas de torah?
O quizás digo algo para que una nieta no lastime a su hermana, pero sin querer lastimo a la nieta que reprendo?
O quizás no tengo la capacidad para transmitir la torah y canso a la gente, porque no se expresarme con propiedad?
Yo quiero ayudar pero los demás no quieren ser ayudados, tienen otra forma de ver la vida y apenas unas gotas de los pensamientos que transmito, logran su objetivo y son escuchados. No todo es negativo, cierto, pero necesito mejorar mi expresión para que lo que digo llegue al corazón de mis seres queridos o amigos.

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