La emuná bajo asedio

“No hay ateo en la trinchera”, declara a menudo el rabino Yossi Mizrachi con tono sombrío. Él nos cuenta anécdotas de visitas a personas enfermas internadas en el hospital, donde inevitablemente se ve acosado por una multitud de pacientes, todos desesperados por recibir una bendición.

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David Ben Horin

Posteado en 02.06.24

La guerra contra Amalek es la guerra contra las dudas. La era de la tecnología ha dotado a nuestro peor enemigo de poderosas armas para ponerlo todo en duda. Nuestro trabajo consiste en no dejarnos engañar por todo ello y reconocer la verdad. 

“No hay ateo en la trinchera”, declara a menudo el rabino Yossi Mizrachi con tono sombrío. Él nos cuenta anécdotas de visitas a personas enfermas internadas en el hospital, donde inevitablemente se ve acosado por una multitud de pacientes, todos desesperados por recibir una bendición.

Cuando uno se encuentra en la cama de un hospital, retorciéndose de dolor atroz, sin saber si volverá a ver un amanecer más, la ilusión de control se hace añicos. En esos momentos de desesperación, cuando los bolsillos están vacíos y la próxima comida es una gran incógnita, surge un grito instintivo: una súplica a Hashem en busca de salvación.

Para el humilde, la duda se disipa, dejando sólo la cruda e innegable verdad.

Por el contrario, cuando te envuelven la salud y la riqueza, eso produce una peligrosa sensación de control. A menudo se duda de cualquier cosa que amenace este frágil dominio.

Los arrogantes, expertos en el arte de sembrar la duda, encarnan el espíritu de Amalek. La guematría revela la naturaleza insidiosa de Amalek, que comparte su valor con la palabra hebrea “safek”, que significa “duda”. Amalek no pretende destruir tu fe, sino muy sutilmente desestabilizarla.

Los susurros de Amalek no afirman la ausencia de Hashem; simplemente “sugieren” que Él no nos está escuchando.

¿Cómo se ahoga la voz de Dios?

Bombardeándola con otras tantas innumerables vocess.

Las redes sociales, el internet y los teléfonos inteligentes crean una cacofonía que ahoga lo Divino. Estos dispositivos se obsesionan con el control humano: el control de la tecnología, el control de billones de dólares que zumban por todo el mundo a la velocidad de la luz, todo creado y gestionado por el hombre. Todos ellos glorifican a líderes políticos que parecen ejercer un poder sin precedentes sobre sus dominios.

Cada día, estos mensajes nos asaltan miles de veces. Lanzan pequeños dardos de duda, de modo que al anochecer, ya estás plagado de ellos.

Y nunca mencionan a Dios.

Su mensaje es insidioso: si Dios no es tendencia, no es relevante. Si Dios no consigue likes o visitas, es obsoleto, antiguo o racista-

Perpetúan la idea de que los ideales que promueven son superiores. Al fin y al cabo, esas son las historias que se cuentan. Tú mismo puedes ver las cifras: ¿Cuántas personas han visto su artículo, cuántos pulgares hacia arriba ha recibido su video?

Y te hacen creer que esa es la realidad que importa.

¿De qué están hechas las computadoras? De plástico. Silicio. Cobre.

El plástico proviene del petróleo, que fue “depositado” en la tierra hace mucho tiempo. El silicio proviene de la arena. El cobre proviene de la roca.

La computadora que estás usando viene de materiales que Dios “depositó en la tierra hace miles de millones de años”. Los materiales encajan perfectamente con la narrativa de Amalek de que “tal vez Él existe, pero ciertamente no nos está mirando en este momento, así que somos libres de hacer lo que queramos”. Tomamos subproductos que Dios dejó atrás hace miles de millones de años e hicimos algo con ellos, así que nosotros somos relevantes y Él no”.

Nunca lo dicen explícitamente. Simplemente presentan los hechos, te lo inculcan innumerables veces al día y te dejan sacar “tus propias conclusiones”.

La clave para derrotarlos radica en su propio nombre.

Gog tiene las mismas letras que la palabra hebrea “gag”, que significa “tejado”. MaGog tiene las mismas letras que “lo que viene del tejado”.

Cuando estoy frente a la computadora, soy GRANDE. La distancia de mi cabeza al techo es bastante pequeña. Ocupo mucho espacio en mi casa. Dentro de la casa hay cosas “que he adquirido”. Son cosas “hechas por el hombre”.

Es muy fácil perdernos en la mentira de que “yo hice esto”.

Porque si “yo hice esto”, entonces también puedo “cambiar esto”.

La gente que está del lado de Amalek esta tratando de destruirnos con estos argumentos. Están usando estos argumentos para sembrar la duda, y finalmente intentar destruir todo lo santo.

¿Cómo podemos combatir las fuerzas de Internet, los medios de comunicación y la élite del poder que intentan destrozarnos?

Es muy sencillo: sal a la terraza. Sal y mira a la estrella más cercana.

Esa estrella está a más de cuatro años luz. La luz que ves de esa estrella tuvo que viajar a la velocidad de la luz durante 48 meses sólo para llegar a tus ojos. Y eso es sólo una pizca del vasto universo que Dios ha creado.

Siente cómo cambia tu perspectiva. De repente, ya no somos tan grandes.

Cuando llegue la luz del día, echa un vistazo al sol.

Es la fuente de toda la luz de nuestro mundo. También es la fuente de nuestro aire. Sin luz solar, las plantas no pueden producir oxígeno. En cuestión de minutos, todos estaríamos aniquilados. Ninguna tecnología puede mantenernos con vida sin el poder del sol para dar energía a todas las plantas de la Tierra.

Ahora, respira hondo.

No controlamos cómo nuestros pulmones toman aire, lo convierten en carbono y envían el oxígeno a la sangre para mantener nuestro cuerpo. Sin este proceso, no sobreviviríamos ni cinco minutos.

Siente la emoción y el asombro de formar parte de una creación tan magnífica. Abraza la libertad y la realidad más allá del ruido digital.

Bendito eres Tú, Dios, Dios nuestro, Soberano del universo, que formaste al ser humano con sabiduría y creaste en él muchas aberturas y muchos huecos. Es evidente y revelado, en presencia de Tu glorioso trono, que si uno de ellos se rasgara, o si uno de ellos se bloqueara, sería imposible existir y estar en Tu presencia.

Los pequeños actos de fe pueden vencer los ataques sutiles a la fe

Amalek trata de erosionar nuestra fe con pequeños e insidiosos ataques.

Sin embargo, triunfaremos, fortaleciendo nuestra emuná con contraataques precisos e inquebrantables.

Basta con apartar el tejado y contemplar Quién está allí.

¿Por qué se nos ordena cumplir el Shabat? Para recordar que Dios creó el mundo y todo lo que hay en él.

Recitamos la bendición sobre el pan, que brota del trigo nutrido por la lluvia que Hashem concede a los campos, a través del milagroso proceso por el que un solo grano de trigo se convierte en un imponente tallo con 40 granos en menos de seis meses.

Consumimos frutas, incluido el café obtenido de las bayas de café, el chocolate obtenido de los granos de cacao.

La tecnología puede mejorar el rendimiento de la fruta, pero no puede plantar una semilla, incrustarla en la tierra y hacer brotar una poderosa estructura de madera que producirá cientos de kilos de fruta cada año.

Reflexionar sobre el origen de nuestras bendiciones y los procesos que nos las traen disipa toda duda. Con una sola bendición, podemos vencer a las fuerzas de Amalek.

Así como Amalek desata miles de dardos de duda cada día, nosotros recitamos más de 100 bendiciones, y Bezrat Hashem, realizamos innumerables mitzvot para restaurar y expandir nuestra armadura de fe, afirmando que no hay nada en Su mundo excepto Él.

Cuidamos nuestra palabra porque Dios, que sustenta Su universo, todo lo que hay en él y nuestras propias vidas, así nos lo ha ordenado.

Rezamos y damos tzedaká porque la visión de un cielo azul brillante, un arbusto de flores o pájaros volando en perfecta armonía nos recuerda a diario Su generosidad ilimitada en Su mundo bello y asombroso.

Hacemos caso omiso de las señales que nos instan a desviarnos porque sabemos que todo lo que decreta Hashem es cierto, incluida la Redención del Pueblo Judío, la Reconstrucción de nuestro Tercer y Eterno Templo y la Resurrección de los Muertos.

Con cada plegaria, proclamamos: “Bendito eres TÚ”, nuestro Padre, nuestro Rey, que cumple todo lo que decreta.

Al hacerlo, rompemos el techo que se eleva por sobre nosotros y revelamos la Presencia Divina en toda Su gloria.

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1. PAULIN NIKOLLI

6/07/2024

BARUJ HaSHem POR ESTA ESENASA DE RABINO BEN HORIN, DESDE TIRANA ALBANIA.

2. Harali Torres

6/05/2024

Amén. Tener en nuestro corazón la certeza que HASHEM está con nosotros y tiene control de cada situación en nuestras vidas, nos debe permitir dormir y vivir seguros y confiados.

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