Escápate de la Caja

En la Yeshivá Jut shel Jesed, aquí en Jerusalén, hay muchísimas personas con sorprendentes historias de vida. Algunos de los alumnos son ex chefs de cinco estrellas...

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 05.04.21

En la Yeshivá Jut shel Jesed, aquí en Jerusalén, hay muchísimas personas con sorprendentes historias de vida. Algunos de los alumnos son ex chefs de cinco estrellas…

En la Yeshivá Jut shel Jesed, aquí en Jerusalén, hay muchísimas personas con sorprendentes historias de vida. Algunos de los alumnos son ex chefs de cinco estrellas; otros eran luchadores de kickboxing de nivel mundial; también están los profesores y los doctores y los abogados de los más renombrados estudios jurídicos de Manhattan  – y renunciaron a todo esto para venir a estudiar la Torá de Rabi Najman en Israel. ¿Por qué? Porque hubo algo, algún mensaje, algún suceso, que los impactó y todos ellos prestaron atención a lo que Di-s les estaba tratando de decir, y actuaron en conformidad.

Pasan cosas increíbles cuando tenemos el coraje de actuar basándonos en los mensajes Divinos que recibimos. Eso no quiere decir que todo el tiempo tomemos decisiones precipitadas o descabelladas. El enfoque correcto es procesar el mensaje, rezar sobre él, decidir si es realmente lo que Di-s quiere que hagas, y después obtener una bendición de un tzadik, un individuo piadoso, y ¡adelante!. Cuando enfocamos así los mensajes que recibimos, tenemos una sorprendente “calma” energía para probar algo nuevo.

Muchos, tal vez demasiados, de nosotros tratamos de resolver nuestros problemas o tratar de entender qué es lo que tenemos que hacer, o de qué manera deberíamos tratar de demostrar nuestra valía nosotros mismos, solos, sin la ayuda de Di-s. Puede que tengamos veinte prioridades, y no sabemos en qué poner el énfasis. La solución más lógica es ir revisando los ítems de la lista, a ver lo que pasa. Pero cuando hacemos que HaShem entre en escena, Él nos da una pista: que nuestra verdadera prioridad es la número 17 – que esa es la respuesta real a todos mis problemas.

Si yo confiara en mí mismo, podría tardar semanas, e incluso meses o años, para alcanzar el número 17 o quizás jamás lo alcanzaría. Pero una vez que me conecté con HaShem, ahora tengo un atajo que me conduce a la solución real, aunque al principio no parezca así. HaShem ve las cosas de un modo completamente diferente, y Él sabe lo que es mejor para nosotros, qué es lo que verdaderamente va a “funcionar” en nuestras vidas y para qué de hecho vinimos a este mundo.

Empecemos a Pensar Fuera de la Caja

El Dr. Milton Erickson tenía una mente inconsciente sumamente creativa y fue probablemente uno de los principales médicos así llamados “seculares” del siglo veintiuno. El Dr. Erickson era psiquiatra y se destacaba por ayudar a los pacientes a “estirar” la mente y pensar “fuera de la caja”. (Si se preguntan de dónde proviene esta expresión, es así: un grupo de psicólogos llevó a cabo una cantidad de experimentos famosos, en los que tomaron a una persona, la hicieron entrar dentro de una caja y le hicieron preguntas. Luego la hicieron salir de la caja y le pidieron que resolviera problemas. Así fue como llegaron a la conclusión de que los “conejillos de Indias” eran mucho más creativos y exitosos en la resolución de problemas cuando estaban “fuera de la caja”).

Nosotros no nos encontramos dentro de cajas en el sentido físico del término, pero muchos de nosotros estamos aún atascados dentro de cajas mentales. Erickson trataba de “liberar” a sus pacientes de sus propias cajas mentales haciéndoles preguntas tontas, como por ejemplo, “Señora, ¿de cuántas maneras diferentes le parece que puede salir de esta habitación y entrar a esa otra habitación y otra vez lo mismo desde el principio?”. Entonces la señora respondía: “Podría ir caminando allá y volver caminando acá”.

“¿Se le ocurre alguna otra forma?”.

“Podría salticar allá y volver salticando”.

“Continúe por favor…”.

“Podría ir saltando en una pata y volver saltando en una pata. O ir arrastrándome y volver arrastrándome”.

“Señora, dígame algo, ¿esas son las mejores ideas que se le ocurren?”.

La señora no supo más que decir. Había agotados todas las posibilidades que tenía porque estaba atascada dentro de su caja. Entonces Erickson le dijo de qué manera él iría de una habitación a la otra y luego volvería a la primera habitación. Le dijo que él entraría a la otra habitación, saldría por la puerta trasera, se subiría al auto, viajaría hasta el aeropuerto y se subiría al primer avión con rumbo a París. De allí se tomaría otro avión rumbo a Shanghai y luego iría de visita a Los Angeles y a Nueva York y a Tel Aviv, antes de tomarse el avión que lo conduciría a Phoenix, Arizona, donde pararía un taxi, viajaría a casa, entraría por la puerta de entrada principal y se dirigiría a su habitación. Y eso era solamente el primer plato…

Sal de tus problemas

De la misma manera podemos resolver nuestros problemas. El Rabino Arush nos dice que podemos alejarnos de nuestros problemas tanto como queramos. Si uno tiene un problema grande y bien negro, no tiene por qué meterse adentro y empezar a luchar con él. A veces es mucho mejor idea alejarse del problema y dejar que HaShem lo resuelva – y cuando hagamos eso, vamos a ver que Él puede resolverlo mucho mejor que nosotros. Deja a tu problema aquí a un costadito, y en la mente tómate un crucero al Caribe o ve a hacer un viaje por la luna; sube mucho más allá del espacio, y vete de paseo por el Cielo… cuando en la mente nos alejamos de nuestros problemas, vemos que los problemas se reducen hasta convertirse en una nada. Salta afuera de tu problema, por lo menos un rato, porque cuando lo hagas, vas a ver que cuando regreses a él se habrá vuelto muchísimo más pequeño.

La idea de dar un salto mental a distintos lugares y de tratar diferentes opciones a fin de ayudarnos a nosotros mismos a mantenernos en el curso de la vida tiene sus raíces en los viajes errantes del Pueblo Judío en el desierto.

Durante 40 años, los judíos tuvieron que trasladarse de un campamento a otro muchísimas veces. “Bueno. Llegó la hora de que nos mudemos. Que todos levanten las tiendas y carguen todo en los carros. ¡Vamos! ¡Di-s dice que llegó el momento de proseguir el viaje!”. Entonces se dirigían a su próximo destino y otra vez establecían allí sus tiendas y, tarde o temprano, otra vez a cerrar todo de vuelta y a volver a repetir la misma experiencia en otra parte. A veces se quedaban en un mismo lugar varios años;  otras, unos meses y a veces, unos cuantos días. Desde afuera, parecía una experiencia bastante repetitiva, pero justamente de eso se trata.

Podemos aprender muchas lecciones de todos los años que los judíos deambularon por el desierto. Una de las lecciones claves es que incluso hoy no deberíamos anclarnos demasiado ni establecernos demasiado en ningún lugar, ni en ninguna filosofía, ni en ningún trabajo, ni en ninguna carrera, ni en ninguna forma de pensar, ni en ningún plan que tenemos. Tenemos que mantener la mente abierta y asegurarnos de que estamos dispuestos a recibir la influencia de HaShem en nuestras vidas, y que con gusto modificaremos cualquier plan en el momento en que HaShem nos diga que hagamos algo diferente. El verdadero siervo de HaShem es aquel que tiene sus antenas espirituales listas en todo momento para reconocer y aceptar todo lo que Di-s está tratando de decirle en este preciso momento. Y eso no siempre va a ser algo que queramos oír. A veces hasta puede ser exactamente lo opuesto de lo que queremos oír, o de lo que pensábamos que era nuestro rol o nuestra misión en la vida.

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1. José Iván

5/18/2022

Wow!

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