¿Reacción Desproporcionada?

¿Cómo podemos digerir la deplorable hipocresía de la comisión especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, bajo la dirección del Profesor William Schabas, que es un antisemita decl

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

¿Cómo podemos digerir la deplorable hipocresía de la comisión especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, bajo la dirección del Profesor William Schabas, que es un antisemita declarado? ¿Cómo es posible que un individuo lleno de antagonismo, odio y prejuicios investigue a Israel por supuestos “crímenes de guerra” y su “desproporcionada reacción” en la reciente Guerra de Gaza? De acuerdo con nuestros principios de Emuná, sabemos que Hashem no hace nada sin un propósito expreso y esta por supuesto no es la excepción. Entonces la pregunta es –  ¿por qué Hashem nos está haciendo todo esto?

La respuesta es que nos lo estamos haciendo a nosotros mismos. Hashem solamente está reflejando nuestros propios actos y nos está demostrando lo feos que son. Hashem hace todo medida por medida, tal como nos enseñan nuestros Sabios en tantas ocasiones. Y esta no es la excepción. Si se nos acusa de “reacciones desproporcionadas”, eso significa que hemos acusado a Hashem de lo mismo. Seamos objetivos y mirémonos con ojos críticos.

¿Cuántos de nosotros nos quejamos continuamente de los “terribles problemas” que tenemos en la vida? Cuánta gente me escribe expresando toda la amargura que sienten: “Rabino, ¿por qué Hashem me atormenta de esta manera?” o “¿Qué hice de tan terrible para que Hashem me traiga problemas financieros tan graves?”. Los tonos de acusación y de queja a veces son más pronunciados aún, como por ejemplo: “¿Por qué Hashem me está dejando sin salud?” o qué les parece: “Yo soy una persona de tan buen corazón; ¿por qué Hashem me castiga?”.

Acaso todas estas no son acusaciones de supuestas “reacciones desproporcionadas” por parte de Hashem? La gente piensa que Hashem es injusto por tres motivos:

Uno, porque no se evalúan a sí mismos a diario, y entonces resulta que se olvidan de sus transgresiones o directamente las ignoran, o no las corrigen haciendo teshuvá como corresponde.

Dos, están tan acostumbrados a cometer la transgresión que piensan que es algo permitido.

Tres, ignoran la Halajá, la ley judía, y no se dan cuenta de la gravedad de sus transgresiones.

Consideremos la siguiente parábola:

Imaginemos que una mujer en un Audi está conduciendo a 200 km por hora en una zona en la que la máxima velocidad es de 120 km por hora. Después de una salvaje persecución, el patrullero logra hacerla estacionar al costado de la ruta y le grita: “Señorita, ¿dónde se cree que está conduciendo? ¿En la pista de Fórmula Uno? ¡Está conduciendo como una loca y está poniendo en peligro su propia vida y las vidas de todos los demás conductores!”.

Entonces la señorita mira al oficial y le dice: “Pero, oficial, yo soy una persona de tan buen corazón… ¿Por qué me quiere dar una multa de treinta mil pesos? ¿Acaso le parece justo? ¿Acaso le parece proporcionado?”.

“Señorita, créame que le salió bastante barato… Si quiere objetar la multa que le estoy dando, puede ir a la corte dentro de dos semanas y apelar en la fecha que figura acá en la multa. Pero no se olvide de que los jueces siguen las leyes al pie de la letra. Y a la velocidad que usted iba conduciendo, es posible que decidan suspenderle el registro de conductor. Ha habido gente que incluso fue a la cárcel por sobrepasarse en el límite de velocidad”.

El “buen corazón” de esta señorita no tiene nada que ver con la gravedad de su transgresión, a la que aparentemente se muestra tan indiferente. Su forma de conducir es extremadamente peligrosa y su “buen corazón” parece estar tapado de insensibilidad y una absoluta falta de auto-conciencia. Y aunque sí tenga verdaderamente un “buen corazón”, igualmente va a tener que pagar la multa.

En esta parábola,Hashem es el patrullero y cada uno de nosotros es el conductor irresponsable que no se evalúa a sí mismo o no se da cuenta de la gravedad de sus propios actos. El hecho es que él o ella ignora las leyes de la Torá (los límites de velocidad de la vida) no hace que la falta sea menos grave. Y si pensamos que Hashem es injusto, cuando en verdad Hashem siempre nos ama y se apiada de nosotros y es absolutamente indulgente con nosotros, entonces nuestro caso es trasladado a la corte, o sea, a la Corte Divina, que siempre juzga al individuo en forma estricta, exactamente al pie de la letra.

Sí, Hashem es desproporcionado, pero al revés! Él es desproporcionadamente compasivo! La gente vive interminables ciclos viciosos de sufrimiento porque no aprenden a tener Emuná y no internalizan el hecho de que Hashem hace todo para nuestro propio bien por el increíble amor que siente por cada uno de nosotros.

En el mes de Elul, que está comenzando, tenemos que dejar de cometer las mismas equivocaciones y dejar de echarle la culpa a Hashem por ser “injusto”, cuando en realidad es exactamente al revés!  Ahora es el momento de corregir. “Paguemos la multa” que en realidad es una recompensa, haciendo teshuvá y acercándonos a Hashem , que es nuestro querido Padre Celestial. No dejemos cuentas espirituales por saldar, para que no tengamos que llegar a la Corte Divina. Hashem es indulgente y compasivo, y no quiere que ensuciemos nuestras almas. Él nos purifica para que no nos avergoncemos y podamos presentarnos ante el Mashíaj con ropas blanquísimas y limpias, muy pronto, amén!!
 

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1. edgar andres baez montes

8/28/2014

Hermoso alimento para mi alma. Sediento de HaShem todo lo que El Bendito Sea me Permite disfrutar en Su Misericordia está en Breslev! Gracias HaShem por Breslev Su Merito nos proteja!

2. edgar andres baez montes

8/28/2014

Sediento de HaShem todo lo que El Bendito Sea me Permite disfrutar en Su Misericordia está en Breslev! Gracias HaShem por Breslev Su Merito nos proteja!

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