La Belleza de la Simplicidad

En la vida muchas veces pasa que nos enfrentamos con dificultades y situaciones que no queremos…

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David Perlow

Posteado en 05.04.21

El otro día fui al zapatero a buscar los zapatos de mi mujer, que se le habían roto. Mientras miraba al zapatero realizar su labor, me acordé del cuento de Rabí Najman, “El Sabiondo y el Simple”. En este clásico cuento, se relata la historia de un simple zapatero y en forma paralela, de un hombre muy inteligente y muy culto. El hombre simple, si bien no era tan talentoso como el segundo, se esforzaba mucho en su trabajo, pero incluso cuando terminaba de hacer un par de zapatos y se daba cuenta de que no le habían salido tan bien como a los demás zapateros, no se ponía triste y no sentía envidia de ellos, porque sabía que el zapato que había hecho era exactamente como Dios quería que fuese y que por lo tanto era un buen zapato. Por su parte, el sofisticado de nuestra historia era un hombre muy astuto y muy inteligente que captaba con facilidad todo lo que aprendía. El sofisticado era un hombre muy exitoso y eminente, pero tenía un punto débil: que a pesar de tener éxito, nunca estaba satisfecho.

 

Ahora pensemos un momento: ¿cuántas veces nos pasa exactamente lo mismo en la vida diaria? Nos va bien en todos los exámenes, excepto en uno. ¿En qué nos centramos? En ESE examen. Nos olvidamos con facilidad de todo lo que nos esforzamos estudiando para los demás exámenes, como si no nos importara que en ellos sí nos fue bien. Lo que verdaderamente importa es lo que nos falta – y lo mismo se aplica al matrimonio, a la educación de los hijos, al trabajo. En este cuento, Rabí Najman nos está enseñando que tenemos que ser más simples y centrarnos en lo bueno.

 

Ese mismo día, cuando salí del zapatero, fui al negocio de electrónica a buscar un reloj. Era el viernes al mediodía, varias horas antes del Shabat. Al entrar al negocio, pregunté si ya habían arreglado el reloj. El hombre me dijo que todavía no, pero un par de días antes me habían llamado del mismo negocio para decirme que el reloj ya estaba listo y que lo pasara a buscar. El empleado vio mi expresión de disgusto y se puso a gritarme: “¡Yo no soy su mujer¡ ¡Yo no soy su amigo! ¡No es problema mío!”.

 

Esa fue una prueba de enojo pero tuve la suerte de acordarme de la historia del Sofisticado y el Simple y me di cuenta de que eso era lo que Hashem quería. Quería ponerme a prueba la paciencia. Diez minutos más tarde fui al cajero electrónico a sacar dinero para comprarle flores a mi esposa, pero entonces el cajero me tragó la tarjeta. Todo esto me pasó en una sola hora.

 

En el entrenamiento básico, los soldados demuestran lo que son capaces de hacer y así suben de rango. Algunos sobresalen por su rapidez; otros se distinguen por su increíble capacidad de disparo. Pero lo que puede pasar es que la gente a veces tiene la tendencia a querer más incluso a expensas del grupo. Me acuerdo por ejemplo de un soldado que no estaba contento en nuestra unidad y que siempre se quejaba diciendo “Yo soy más fuerte y más inteligente que el oficial”.  Todos se desmoralizaron y perdieron las ganas de esforzarse para mejorar. Este soldado decidió irse de nuestra unidad y participar en las fuerzas especiales, porque lo que estaba buscando era honra y prestigio; nada le venía bien…

 

En la vida muchas veces pasa que nos enfrentamos con dificultades y situaciones que no queremos, tenemos que ser como el hombre simple. Al tomar conciencia de que la situación fue dispuesta por Hashem en forma específica para nosotros y que es todo para bien, podemos aceptar la situación y superar cualquier desafío. Pero cuando en la vida nos va bien y todo sale como queremos, también deberíamos atribuírselo a Hashem y darles las gracias.

 

Dice Rabí Najman: “La persona debe buscar la paz con su prójimo, y consigo mismo. Tener paz interior significa que uno no diferencia entre los sucesos favorables y los desfavorables, y que ve la mano de Dios en todo lo que sucede”.

 

Una vez que dejamos de lado nuestro intelecto, podemos deducir cuál es el mensaje real a partir de todo lo que nos sucede. En nuestras sesiones diarias de plegaria personal (hitbodedut), podemos ver la sabiduría del desafío y siempre empezar de nuevo. Tenemos que ver la bondad de lo que estamos haciendo. Esa es la belleza de la simplicidad.

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1. Nancy

11/02/2019

En lo más simple, en lo aparente complicado, todo esta bien, justo a la medida…Cada uno con lo q le corresponde. CADA UNO CON SU MISION, HASHEM SABE EL CAMINO DE TODOS…

2. Diana Villafaña

10/14/2015

Más cuentos de rabí najman

Hola escuche este cuento con el rabí Jonathan y no lo término me gustaría saber el final y que sigan contando más cuentos de rabí najman de breslev ,este cuento en particular me pareció muy hermoso y que tiene mucho significado todos los días nos quejamos de todo lo que no tenemos u no nos damos cuenta de las grandes bendiciones que tenemos el simple hecho de estar con vida el día de hoy todo lo damos por hecho y no agradecemos al Creador ,gracias por mostrarnos la luz al final de el camino.

3. Diana Villafaña

10/14/2015

Hola escuche este cuento con el rabí Jonathan y no lo término me gustaría saber el final y que sigan contando más cuentos de rabí najman de breslev ,este cuento en particular me pareció muy hermoso y que tiene mucho significado todos los días nos quejamos de todo lo que no tenemos u no nos damos cuenta de las grandes bendiciones que tenemos el simple hecho de estar con vida el día de hoy todo lo damos por hecho y no agradecemos al Creador ,gracias por mostrarnos la luz al final de el camino.

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