El poder de la energía negativa

El mejor esquema para construir una vida nueva y mejor es aprender a incluir todo lo que Dios te manda en el camino, incluso la ira, el miedo y las emociones negativas.

Tal vez te preguntes qué tiene de positivo el pensamiento negativo y los sentimientos negativos? ¿De qué manera los pensamientos negativos pueden realmente ayudarte?

Comencemos recordando la regla de hierro espiritual de que todo lo que nos sucede es siempre para bien. La mayoría de nosotros no piensa aún de esa forma. Nos encontramos en circunstancias difíciles o tratando sentimientos intensamente negativos y entonces sumamos leña al fuego al mirar directamente la “pared de ladrillos” y diciéndonos a nosotros mismos lo malo y terrible que es todo. Pero apenas hacemos eso, hemos dificultado mucho más la posibilidad de salir de ese estado negativo.

Cuando uno siente miedo, o está enojado, o siente celos o envidia; cuando le hierve la sangre, de pronto sienten un montón de energía y de motivación para actuar, para moverse, para gritar, para hablar o para hacer algo. Una vez que la emoción negativa nos sacó toda la energía de adentro podemos usar esa energía y canalizarla para algo bueno y sano.

Emociones tales como la ira, el miedo y la envidia son en realidad mucho más activadoras que la calma y la relajación. Todos aspiramos a un estado de relajación, calma y satisfacción, pero ¿cuánto logran en este mundo las personas súper relajadas y súper calmas? Es mucho más difícil levantarse del sofá y hacer que las cosas sucedan cuando está en un estado de “nirvana”. Ahora bien: qué pasa cuando echamos chispas? Cuando tenemos miedo? Cuando nos sentimos competitivos? De pronto tenemos la energía para cambiar cosas a las que nos habíamos resignado hacía ya años. O de tratar de hacer cosas que todo el mundo nos dice que no pueden hacerse. O de desafiar cosas que no pueden desafiarse. Las emociones negativas pueden ayudarnos a avanzar en la vida de forma tal que nos permitan alcanzar el éxito y el goce.

Otra forma de aprovechar las emociones y los sentimientos negativos es usarlos como una señal para saber que te has alejado de tu compromiso de mantener una perspectiva positiva. Por ejemplo, cuando decidimos que no vamos a pensar más en forma negativa, tenemos que ser realistas. La decisión de ser positivos no significa que a veces no vayamos a pensar o sentir algo negativo. El compromiso a ser positivos no significa que vayamos a ser perfectos. Toma la decisión en este mismo momento de que de hecho eres un ser humano y que por cierto habrá momentos en los que vas a volver a decir o a hacer algo mal. Tu compromiso de mantenerte positivo significa precisamente eso: que te estás comprometiendo a no insistir en la negatividad. Al pensarlo de esta manera, puedes fácilmente “sacudir” la experiencia negativa momentánea antes de que se arraigue y reemplazar rápidamente esa emoción negativa con su emoción opuesta positiva, o con un pensamiento de gratitud por alguna cosa. Puedes decirte a ti mismo inmediatamente o a otra persona: “Lo lamento, no quise decir lo que dije… lo que en realidad quiero decir es…”.

Incluso si una mujer le grita como loca  a su marido, exigiéndole incluso el divorcio, si este hombre tiene emuná y se ha preparado de antemano, puede tomar su sentimiento de miedo o de venganza, que es automático y momentáneo, y darlo vuelta, para sentir incluso más fortaleza interna para creer en su matrimonio y que esta mujer en realidad lo ama, a pesar de que ahora le grita y lo maldice. Si trabajó sobre eso y repasó el tema como es debido, va a poder transformar lo negativo en positivo, ya que eso ha pasado a formar parte de su identidad. Y ahora él irradia poderosas vibraciones espirituales de certeza y de positividad y de aceptación para con su mujer que van a invertir la situación, aunque ella no entienda cómo.

Así que la próxima vez que tengas un pensamiento negativo, imagínate que acabas de cruzar la línea blanca de la carretera: es tu señal de que estás desviándote de tu curso y te estás saliendo del camino. Así como puedes ajustar rápidamente el volante para hacer que el auto vuelva a alinearse, de la misma manera puedes aprender a ajustar rápidamente tu estado emocional al sendero recto de la positividad, la gratitud y la emuná. Pero tal como sucede en todas las áreas de desarrollo emocional y espiritual, los resultados que obtengamos dependerán de la cantidad de práctica diaria que hagamos de estos principios.