Los ojos benditos de Ruth
En el Libro de Ruth se describe cómo Ruth acompañó a su suegra Naomi, quien regresó a la Tierra de Israel, siendo ambas viudas y pobres
Ruth la moabita era una mujer muy magnánima (véase Zohar, Vaiakel). Dondequiera que iba, dejaba su bendición. Antes de iniciar nuestra historia, permítanme explicar los tres preceptos de la Torá que tienen que ver con la cosecha del trigo –leket, shijejá y peá (fragmentos recogidos, manojos olvidados y la porción sin cortar).
Leket – cuando se cortan los tallos de trigo y se los ata, hay algunos tallos que se deslizan entre las manos o de los manojos y caen al suelo. Está prohibido levantar esos tallos y hay que dejarlos para los pobres.
Shijejá – al final del día, una vez que se reunieron todos los manojos del campo, el granjero o sus empleados no deben recolectar aquellos manojos olvidados que quedaron en el campo.
Peá – El granjero debe dejar una franja sin cosechar del campo para caridad para los pobres, que entonces pueden cosechar estos granos para sí mismos.
En el Libro de Ruth se describe cómo Ruth acompañó a su suegra Naomi, quien regresó a la Tierra de Israel, siendo ambas viudas y pobres. Ruth fue a juntar trigo junto con otros pobres y por medio de la Supervisión Divina, llegó al campo de Boaz, que era un distinguido sabio de la tribu de Yehuda y además era familiar del difunto marido de Naomi. Boaz advirtió que Ruth era una joven muy recatada de noble carácter. Ruth no miraba nada excepto lo que tenía justo frente a ella y no les prestaba atención a los demás ni a lo que hacían.
Nuestros Sabios explican que al mirar únicamente lo que tenemos a nuestro lado es una señal de humildad. Ruth se contentaba con las pocas espigas de trigo que le daba Hashem en el campo de Boaz. Sus ojos no eran como una torreta de tanque que mira en todas direcciones tratando de ver cuánto trigo junta cada uno o para ver si en el campo de vecino se puede juntar más. Ruth no levantaba la vista más de una distancia de cuatro codos (poco más de metro y medio).
El bisnieto de Ruth, el Rey David, dijo algo semejante: “Hashem, mi corazón no fue altanero (literalmente, “alto”) y mis ojos no fueron altivos (literalmente, “elevados”) (Salmo 131:1). El Midrash explica que el Rey David conservó su humildad incluso cuando el Profeta Samuel lo ungió rey y que no se enorgulleció ni siquiera cuando mató al poderoso Goliat (véase Bamidbar Rabá, cap. 4). Él heredó su sobresaliente carácter de su bisabuela Ruth.
La arrogancia, o sea, los ojos “altivos”, surge de la herejía, de la falta de fe en la Supervisión Divina de que Hashem provee a cada individuo exactamente según lo que esa persona necesita. La persona arrogante jamás está satisfecha con lo que tiene y siempre quiere más. Siempre tiene la sensación de que se está perdiendo algo y siempre está fijándose en lo que hacen los demás.
Los justos, tal como nuestro patriarca Abraham, jamás levantan la vista a menos que se trate de algo referente al servicio de Hashem.
Boaz también advirtió que Ruth era una joven muy generosa, vergonzosa y refinada, delicada y sin el menor atisbo de descaro. Además era sumamente recatada, exactamente lo opuesto de las mujeres no recatadas, que suelen ser sumamente descaradas.
Boaz le dijo a Ruth: “Pon tus ojos en el campo” (Ruth 2:9) – quédate en mi campo, pues tu magnanimidad y tus buenos ojos traen bendición dondequiera que vayas. Dice el Zohar que los “buenos ojos” de Ruth le trajeron una milagrosa bendición a Boaz, porque dondequiera que ella recogiera el trigo, en ese mismo lugar el campo daba más y más. Ruth nos demuestra cómo una persona proveniente de un medio espiritualmente bajo puede elevarse a las más grandes alturas espirituales si fortalece su emuná y si se esfuerza como es debido. No por nada ella se convirtió en la bisabuela del Rey David, el ungido de Hashem. Y esto es muy significativo porque Shavuot también es el aniversario del fallecimiento del Rey David y también, por ser el día en que recibimos la Torá, es el cumpleaños del Pueblo de Israel. Vemos entonces la estrecha relación existente entre el Rey David y la nación que él lidera. Ojalá tengamos el mérito de ver al Mashíaj y la reconstrucción de nuestro Templo Sagrado en Jerusalén muy pronto en nuestros días Amén!
6/03/2022
ESTAS MUJERES SON DIGNAS DE IMITAR MAYOR MENTE PARA LAS VIUDAS DEBEN APRENDER DE LOS ERRORES DEL PASADO Y DEPENDER DEL CREADOR EN SU TOTALIDAD PARA QUE DIOS EL CREADOR NOS BEMDIGA CON UN HERMOSO BOOZ, AMAR Y PRACTICAR UNICAMENTE SU TORAH ESPIGAR EN LOS CAMPOS DE LOS SABIOS ETC..
9/19/2019
La verdad que no me canso de leer la historia de Rut y espero que con el tiempo Hashem me dé una fe más fuerte para seguir adelante con mas fe Amen
6/06/2019
Les amo y respecto gracias y Padre Eterno les llene de bendición y amor
Son ustedes lo mas lindo ,jugoso ,amorosos que mi alma y sentimientos nunca penso encontrar Mis Mas hermosos ojos de agradecimiento que salen desde mi alma gracias