¡Gracias por Yom Kipur!

La gente le tiene miedo a Yom Kipur: todo un día sin probar bocado ni llevarse una gota de agua a la boca....

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 17.03.21

“Nunca hubo días tan maravillosos para el pueblo judío como el 15 de Av y Yom Kipur”, nos dice la Guemará. Todos sabemos que el 15 de Av es un día fantástico, por todas las cosas buenas que sucedieron en él. Es por eso que se lo llama “el Día del Amor”, porque refleja el amor que Hashem siente por nosotros. Pero ¿qué pasa con Yom Kipur?

 

La gente le tiene miedo a Yom Kipur: todo un día sin probar bocado ni llevarse una gota de agua a la boca. Pero si tenemos solamente un poquito de emuná y conciencia espiritual, entonces vamos a sentir una tremenda alegría. Hashem nos dice que dejemos a un lado las necesidades físicas por un solo día muy especial y nos concentremos en unir nuestra alma a Él. Y lo hacemos a través del poder de la plegaria. Es por eso que pasamos todo el día en la sinagoga. Es como pasar un día junto al Rey en Su palacio.

 

La plegaria, como cualquier otra cosa, es un regalo de Hashem, que refleja nuestros deseos más internos, y en especial el deseo de unirnos a Hashem. El resto del año el cuerpo se entromete pero en Yom Kipur, el alma está libre y entonces nuestros verdaderos anhelos salen a la superficie.

 

Una vez Rabí Najman le dijo a uno de sus alumnos: “Si lo deseas, lo harás; y si no lo deseas, no lo harás”. El deseo o anhelo a que se refería Rabí Najman es el deseo de orar. El anhelo de santidad es algo muy bueno, pero no es suficiente. Es necesaria la plegaria. A fin de convertir el deseo de santidad en una práctica cotidiana, uno tiene que orar mucho a fin de implementar aquello que desea. Yom Kipur es el día que nos da esa oportunidad.

 

Así como Yom Kipur es un día especial para plegaria, también es un día de santidad muy especial. Si la santidad fuera algo que la mala inclinación quisiera que tuviéramos, entonces no necesitaríamos orar en absoluto, porque todo lo que la mala inclinación quiere que tengamos lo alcanzamos con tan sólo desearlo. No encontramos obstáculos al seguir el consejo de la mala inclinación, tal como nos dice la Guemará: “Aquel que desea impurificarse, tiene el camino abierto”. La mala inclinación está encantada de ayudar a la persona a alcanzar sus malos deseos y saciar sus apetitos físicos…

 

En marcado contraste, la santidad es algo que encuentra dura resistencia. No basta con el deseo. Uno tiene que orar con tenacidad y no darse por vencido. Nuestro deseo de santidad no se cumple de inmediato, porque cuando las cosas se presentan difíciles, se pone a prueba el deseo de la persona. ¿De veras anhela tanto lo que dice anhelar? ¿De verdad lo desea con todo el corazón? La plegaria abundante le da a la persona la oportunidad de superar todos los obstáculos y además crea un recipiente espiritual digno de recibir más luz Divina.

 

Aquel que carece de plegaria no cuenta con las herramientas para obtener aquello que desea en santidad. Es como una persona que necesita atravesar el mar pero no tiene un barco. Hashem no nos exige nada que no podamos hacer. De hecho, las exigencias de Hashem puede cumplirlas cualquier persona, tal como dicela Torá: “Esto (el mandato de la Torá) está muy cerca de ti. Está en tu boca y en tu corazón para hacerlo” (Deuteronomio 30:14). La Torá nos está diciendo que por medio de la plegaria podemos cumplir todos sus preceptos.

 

La persona que no cuenta con una hora diaria de plegaria personal no posee libre albedrío, porque para obtener todas nuestras necesidades espirituales y para poder rectificar nuestras deficiencias espirituales necesitamos una enorme cantidad de plegarias. Sin una hora diaria de “Yom Kipur” dedicada a la plegaria personal y a la teshuvá, es casi imposible alcanzar cualquier objetivo en santidad. Es “demasiado caro”. La plegaria es la moneda corriente en la espiritualidad que posee poder adquisitivo para alcanzar todo lo que deseamos. Simplemente debemos pagar el precio requerido para cada cosa que anhelamos.

 

En síntesis: la teshuvá del individuo depende de la plegaria. No tenemos otro poder fuera de la plegaria. Solamente Hashem puede ayudarnos a obtener aquello que deseamos, superando los obstáculos y dándonos el consejo indicado. Solamente Hashem nos da genuina sabiduría y entendimiento. Solamente Hashem puede darnos salud espiritual y bienestar físico. Por eso, tenemos que dedicar el máximo esfuerzo posible a la plegaria. Aprovechemos este, el más grande regalo que nos da Hashem, el Día del Perdón, Yom Kipur, y que todas nuestras plegarias sean respondidas en este gran día. Amén! Gmar Jatimá tová!

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1. Leonardo trilleras

10/10/2019

Shalom me pueden colocar en oración en esta fiesta de ton kippur gracias

2. Juan cruz

10/08/2019

Toda raba por su sabiduría oró por su salud y que tenga largos días sobre esta si así Hashem lo decea, Gracias por sus charlas an sido una bendición para mi el creador me iluminó a través de las charlas y aprendido mucho Gracias Hashem,feliz y Dulce Yon kipur y que seamos inscritos en el libro de la vida

3. Nila Palacios

9/20/2018

Gracias

Gracias por este maravilloso articulo, yo soy noajida y sigo las Charlas del Rabino Yonatan y el Rabino Shalom Arush, ayer decidi hacer ayuno por Yom Kipur, pues queria estar cerca Del Rey de Reyes Ese dia y Baruj Hashem que logre mi objetivo exitosamente, pues termine mi ayuno sin ninguna complication y senti mucha paz interior y felicidad, yo se que los noajidas no estamos obligados a ayunar, sin embargo lo hice por amor a mi Padre celestial y para sentirme cerca de El, Toda Hashem

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