Sin ansiedad en 5

En realidad, este artículo debería intitularse “Cómo transformar la ansiedad en alegría en 5 minutos”. Y por qué no se llama así? Porque nadie cree que algo así sea posible. Es como decir “Cómo llegar a Júpiter en cinco minutos”. Como mucho, vas a sonreír, preguntar qué clase de hierba fuma este autor y teclear para buscar algo más interesante que no provenga del mundo de la fantasía.

Pero la cosa es que… ¡es cierto! Puedes acabar con la ansiedad en cinco minutos (bueno, a veces en casos difíciles te puede llevar incluso 7 ó 8 minutos). Pero una vez que la ansiedad desaparece, sientes una paz total. Y eso te lleva a una alegría total. De todos modos, los consejos que estás a punto de recibir llevan mucho menos tiempo que encontrar un lugar de estacionamiento en la clínica del psiquiatra o del psicoterapeuta y no te cuestan ni un centavo.

Al enfocar en tres conceptos básicos vas a librarte de todo el estrés, la ansiedad, la depresión y la tristeza, así como también el enojo y la envidia.

Ahora bien, ustedes querrán saber qué es lo que fumo. La respuesta es nada. Siendo rabino, guía espiritual y entrenador físico, ejerzo un impecable cuidado de mi cuerpo y de mi alma. Disfruto de la vida plenamente.

“Ah, sí, pero tú no tienes problemas, Lazer?”

¿Saben qué? Tengo una larga lista de problemas, empezando con enfermedad auto-inmune, fatiga crónica y fibrilación atrial con un corazón que no le presta atención a los límites de velocidad. Cada tanto paso tiempo en los refugios antibombas, porque los terroristas que viven a 22 minutos de mi casa disparan misiles Katiusha a mi barrio. Ok… ¿les parece si continuamos?

La gente insiste en creer en los tratamientos convencionales que les hacen salir sangre de los bolsillos y nunca parecen dar resultados, a pesar de años de hacer el esfuerzo.

¿Acaso no es momento de que probemos un método diferente, y en especial siendo que es absolutamente gratis, fácil y no tienen nada que perder?

Empecemos entonces…

Primero, hay que conocer al enemigo: la ansiedad, y sus aliados, las emociones negativas D (desesperación, depresión y desilusión). Qué es lo que las causa? Todas provienen de sentimientos de frustración y futilidad, cuando la persona piensa que sus problemas son imposibles de solucionar.

Uno no tiene un ataque de pánico cuando siente sed estando sentado en la cocina. Uno simplemente se levanta, va a la heladera o a la canilla y se sirve un vaso de agua. Pero cuando sentimos que hay algo que está más allá de nuestro control, ahí es cuando nos ataca la ansiedad. Para alguien puede ser la cuenta de la electricidad que no tiene fondos para pagar. Para otra persona, puede ser el hecho de que la suegra llega a cenar. Piensa en eso que te causa ansiedad y mantenlo en la mente. Enseguida lo vamos a confrontar. Por ahora, sígueme y en cinco minutos no vas a sentir más ansiedad.

Dite a ti mismo estos tres puntos y di cada uno por lo menos tres veces:

1. Todo en el mundo proviene del Todopoderoso. Esto es no es algo que se me haya ocurrido a mí. Es el primero de los Trece Principios de Fe del Rambam (Maimónides)
2. El Todopoderoso es mi Padre que me ama más de lo que yo me amo a mí mismo. Yo no soñé esto, sino que está escrito en la Torá y en la Guemará y el Zohar.
3. Y dado que todo proviene del Todopoderoso, y Él me ama tanto, todo lo que me está pasando es para mi propio bien. ¿Por qué? No lo sé, pero tengo fe en que así es.

La lógica ahora te está diciendo que mejor sea que te subas al auto y vayas ahora mismo a la farmacia o al terapeuta. Pero te pido que dejes a un lado la lógica, porque hasta ahora lo único que hizo fue tirarte abajo.

Dale una chance a la emuná

Cierra los ojos y pídele a tu Padre en el Cielo que te deje sentir Su presencia. Ahora te espera una linda sorpresa. Repite otra vez los tres puntos mencionados.

Ya no hay más ansiedad.

Este ejercicio mental tarda cinco minutos o incluso menos, pero mejora enormemente la salud emocional y la capacidad de funcionamiento.

Cuanto más internalicemos estos tres puntos, mejor nos vamos a sentir. Podremos vivir una nueva realidad. Haz la prueba.