El secreto de la vida
La persona es llevada por el camino que quiere tomar. Pero hay muchas personas que quieren algo y, sin embargo, no se las lleva por ese camino. ¿Por qué?
Es conocida la interpretación que hace el Imrei Emet del famoso refrán: “No hay nada que se oponga a la fuerza de voluntad” en el sentido de que no hay nada que pueda evitar que la persona tenga voluntad. Pero no es ese el significado más simple de este refrán. El sentido más simple es que, con el poder de la voluntad, el ser humano es capaz de hacer lo que sea. Cuando una persona anhela algo, no hay nada que se le pueda plantar en el camino. Además, Rabí Najman afirma que el libre albedrío es exactamente tal como suena: si una persona quiere algo, lo hace. Pero vemos que esto no resulta tan sencillo. Hay muchas cosas que no podemos obtener. La misma Guemará habla de una persona que quiere hacer una mitzvá pero se ve impedida. Por lo tanto, existe la realidad de que la persona se ve impedida de hacer lo que quiere. Existe la realidad de las dificultades. Existe la realidad de los obstáculos.
Y en la Guemará hay otra afirmación igualmente problemática: que la persona es llevada por el camino que quiere tomar. Pero hay muchas personas que quieren algo y, sin embargo, no se las lleva por ese camino. ¿Por qué?
Permíteme contarte una historia.
Conocí a Yosi y a Dani, dos estudiantes que asistían a mis clases. Un día vinieron a mi charla semanal y a partir de ese momento, me acostumbré a ver sus rostros entre los demás asistentes. Pasó solamente un mes y vi que había una diferencia entre uno y otro, una diferencia que se fue volviendo más pronunciada con el paso del tiempo. Los dos parecían muy interesados y prestaban atención. Los dos sonreían con satisfacción y daba la impresión de que las palabras que Hashem me ponía en la boca les llegaban al corazón. No obstante, me di cuenta de que había una gran diferencia entre uno y otro.
No solamente me refiero al hecho de que la kipá de Yosi se volvió más grande y sus tzitzit, más largos. Me refiero a su forma de pensar. Cada uno de ellos venía a consultarme de tanto en tanto pidiendo consejo o una bendición. Vi que Yosi entendía lo que yo le decía. Me contó que estaba percibiendo una gran diferencia en la relación con su esposa, en su nivel de felicidad general, en la relación con sus compañeros de trabajo y que realmente sentía que Hashem estaba con él. Sus preguntas eran de alto nivel. Eran las preguntas de una persona que está haciendo un trabajo espiritual con las lecciones que está aprendiendo, que está internalizándolas. Sus preguntas tenían que ver con conceptos sutiles y elevados. Por su parte, en Dani apenas si percibí algún cambio. Era como si no asistiera a las charlas, como si no hubiera escuchado nada. Siempre volvía con los mismos problemas. Seguía enojado y amargo con la gente que lo rodeaba y seguía echándoles la culpa a todos de los problemas que tenía y también echándose la culpa a sí mismo. Estaba muy lejos de la genuina fe, de la emuná, y muy lejos de sentir gratitud, y muy lejos de tener un matrimonio feliz. Seguía teniendo los mismos problemas que había tenido antes de empezar a venir a las clases y ni siquiera habían disminuido en intensidad.
Me pregunté: ¿acaso está oyendo lo que digo? Él se sienta justo enfrente de mí; me mira cuando hablo y le hablo a él. ¿Cómo es posible que no haya absorbido nada? Un día le pregunté si había leído mis libros. Me dijo que sí, pero que eso no tenía nada que ver con los problemas que tenía. Supo repetir varias frases del libro, pero le faltaba algo esencial: le faltaba conciencia. Conciencia es conexión. Conciencia es internalizar lo que uno sabe y vivir en conformidad con ello. Me dije que, si él no tenía conciencia, entonces no había nada que yo pudiera hacer por él. Y entonces pensé: ¿Cuál es la diferencia entre Yosi y Dani? ¿Por qué Yosi está mejorando mientras que Dani apenas si está haciendo algún progreso?
Para mí era crucial entender lo que estaba pasando, porque eso me iba a ser útil para poder ayudar a más personas. Obviamente, todos quieren ver un cambio para bien en sus vidas. ¿Quién no quiere vivir en el Jardín del Edén de la fe? Todos queremos ver un cambio, pero a veces, hay algo que detiene a la persona, y ella ni siquiera sabe qué es. Por eso, recé y Le pedí a Hashem que me iluminara los ojos y me ayudara a entender este concepto básico: saber cuál es el secreto de la diferencia entre uno y otro, para que pueda ayudar a más personas a cambiar y mejorar sus vidas, de modo tal que incluso en este mundo puedan vivir en un Jardín del Edén.
9/03/2024
B”H .buenas tardes deceandoles todo lo mejor por compartir la bendita tora, la EMUNA, el diamante de la vida …..muchas gracias por todo…shavua tov.
8/29/2024
Shalom mis queridos Rabinos Breslev!!😊😊 Rabino Arush: Yo doy gracias a HaShem por su vida y de todo el equipo Breslev, por ser parte de mi vida, su sabiduría que nos comparte por medio de los libros y las enseñanzas de YouTube y en Facebook Breslev en Español, me han ayudado mucho en mi vida y con mis seres queridos a cambiar malos rasgos, malos hábitos, a tener paz en mi familia, cuando llegan circunstancias difíciles en mi vida I en alguien de mi familia recuerdo los tres puntos de la fe , y recuerdo que le pido a HaShem que siga creciendo mi fe y es cuando hay algo que pasa, pero se qué HaShem lo hace, porque todo viene de Él y todo obra para bien 😊 y yo veo las maravillas que El hace conmigo y mi familia. Bendito es nuestro Creador Rey del universo. Muchas Gracias mi querido Rabino Arush por toda su sabiduría qué nos comparte. Bendiciones a todo el equipo Breslev y HaShem ponga paz en Israel 🇮🇱🇮🇱🇮🇱🥰🫶🏻🙏