Vivirás por ellos

El objetivo de la Torá, que es llamada la “Torá de vida”, es hacer que la persona alcance un estado en el que está viva a cada instante, cada día de su vida, rebosando anhelo, y grandes aspiraciones.

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Grupo Breslev Israel

Posteado en 15.04.24

Debes comprender que la voluntad es la raíz de la Creación y el objetivo de toda la Torá. La voluntad es el sendero, el instrumento y el poder con los cuales se alcanza todo en la vida. La voluntad es el carácter de la persona y de su servicio aquí en este mundo. Y en términos prácticos, la voluntad es de hecho el carácter de la vida de cada persona. Aquel que no tiene voluntad está muerto, y aquel que sí tiene voluntad está vivo.

Una vez fui a una yeshivá a dar una charla. Cuando llegué, me di cuenta de que los alumnos, si bien estaban estudiando y rezando, estaban como tristes, sin vitalidad, como sin vida. Entonces les pregunté: “Díganme… ¿esto es una yeshivá… o un cementerio?”.

Si el estudio no te inspira a despertar la voluntad, entonces algo en su esencia está faltando. Es como dice el versículo: “También les di estatutos que no eran buenos y decretos por los cuales no podrían vivir” (Ezequiel 20:25).

Esto es lo contrario al versículo: “Observarán Mis decretos y Mis leyes, que el hombre realizará y por los cuales vivirá” (Levítico 18:5). Hashem nos dio la Torá para que podamos realmente vivir. “Pero ustedes, que son fieles a Hashem, su Dios, están todos vivos hoy” (Deuteronomio 4:4). Y la vida es la voluntad. Es aferrarse a Hashem, porque únicamente al aferrarse a la Vida de las vidas uno realmente está vivo. ¿Y de qué modo nos aferramos a Hashem? Únicamente por medio de la voluntad, del anhelo y de las ansias por llegar a estar cerca de Él y de cumplir Su voluntad.

“Vida” significa que la persona está llena de un anhelo por Hashem, de un anhelo por estudiar Torá, de un anhelo por rezar.

“Vida” significa que la persona está llena de una voluntad positiva.

El objetivo de la Torá, que es llamada la “Torá de vida”, es hacer que la persona alcance un estado en el que está viva a cada instante, cada día de su vida, rebosando anhelo, y grandes aspiraciones. Esta persona espera con ansias el momento de rezar, de reunirse otra vez con su Creador, de beber sedienta cada palabra de nuestra sagrada Torá, de sentir la santidad del Shabat y de cumplir cada mitzvá.

El individuo alcanza la perfección cuando siempre está lleno del anhelo de cumplir la voluntad de Hashem; cuando su yo interno arde con un anhelo constante y todo el tiempo se pregunta: “¿Cómo puedo cumplir la voluntad de Dios? ¿Cómo puedo avanzar y ampliar mi servicio de Hashem?”.

En una ocasión, alguien le preguntó a Rabí Najman de Breslev por qué el Baal Shem Tov valoraba tanto a su hija Adel (abuela de Rabí Najman). Y él respondió: “Porque ella todos los días se acercaba a Hashem con anhelo y se preguntaba a sí misma: ‘¿Qué más puedo hacer para complacer a Dios?’” (Síaj Sarfei Kodesh II 72).

Nosotros también, desde nuestra humilde posición, podemos fortalecer nuestra voluntad y nuestro anhelo de servir a Hashem allí donde estamos. Tanto si eres rico como pobre, poderoso o una persona simple, Hashem te está esperando y siempre está dispuesto a escucharte y ayudarte.

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