Todo en su lugar

Rabi Najman enseña en Likutei Moharan 35 que según el Zohar, el significado de “teshuva” (arrepentimiento) es restaurar todas las cosas a su lugar...

3 Tiempo de lectura

David Perlow

Posteado en 04.09.24

Rosh Hashaná es el día del Juicio Final para toda la humanidad. El mes anterior a esta fiesta sagrada se llama Elul, que en hebreo se escribe אלול. Esta sigla puede desglosarse en la frase אני לדודי ולדודי לי. Esta es una frase del Cantar de los Cantares de Shlomo HaMelej que significa ‘Yo soy para mi amado (alias Israel) y mi amado (alias Israel) es Mío.’

El mes de Elul siempre se ha considerado el mes de la reconciliación entre Dios e Israel. Cuando los judíos pecaron con el Becerro de Oro, Moshé rompió el primer conjunto de mandamientos. Entonces Moshé ascendió de nuevo para suplicar en nombre de la nación – ese día fue el primero de Elul.

Elul es una época en la que realmente nos esforzamos por mejorarnos a nosotros mismos. Para muchos de nosotros, dedicar más tiempo a nuestras sesiones personales de oración y reflexionar sobre lo que podemos mejorar crea el ambiente adecuado. Pero lo más importante es que es una época en la que debemos tratar de mejorar la relación con nuestros semejantes. Esto se debe a que, aunque busquemos la expiación durante los días que transcurren entre Rosh Hashaná y Yom Kipur, sólo podemos implorar el perdón por las transgresiones cometidas entre el hombre y Dios, no entre una persona y otra. Sólo una persona puede concederle el perdón a otra por lo que le pueda haber hecho.

Para los padres, este es el momento en que debemos reevaluar lo que estamos haciendo por nuestros hijos. ¿Cómo los afecta nuestro judaísmo? Acaso son felices? El rabino Shalom Arush explica en su libro El Jardín de la Educación que educar a los jóvenes requiere montones de plegarias. Él explica que los niños tienen una inclinación maligna a no acatar la voluntad de los padres. Ellos ven a los padres como parte de una generación mayor que no pueden conectarse completamente con ellos. El Rav continúa explicando que se requieren muchas plegarias para criar a los hijos con éxito. Como escribe el Or haJaim HaKadosh:

“El niño debe ser entrenado a temer a Dios desde la edad más temprana posible. Incluso si es demasiado joven para comenzar el estudio formal de la Torá, igualmente debe ser entrenado en el temor al Cielo, porque entonces seguirá siendo temeroso de Dios por el resto de su vida”.

Arrepentirse de los propios pecados requiere un enfoque especial. Muchas personas caen en la desesperación y la tristeza de no ser las personas que desearían ser. Por un lado es bueno sentir remordimiento por lo que hemos hecho, pero también necesitamos una perspectiva de emuná que nos enseñe la razón de nuestra caída y evite que caigamos en la autopersecución. Como está escrito en el libro En los campos del bosque, la tristeza refleja orgullo, mientras que la alegría refleja humildad.

La palabra “Elul” significa “búsqueda” en arameo. Rabi Najman enseña en Likutei Moharan 35 que según el Zohar, el significado de “teshuva” (arrepentimiento) es restaurar todas las cosas a su lugar apropiado.

No somos ángeles y Dios no nos exige la perfección. Sólo Dios es perfecto. Rav Arush enseña que todos estamos abajo en este mundo para corregirnos. Cuando nos damos cuenta de que nos estamos equivocando, no nos castigamos, sino que nos dirigimos a Hashem en oración.

“Sé que hago todo lo posible por no fracasar, ¡pero al fin y al cabo todo proviene de Ti! Incluso mis tropiezos, así que gracias por dejarme fracasar por el momento, sé que es para mi bien final porque me acercará más a Ti y me esforzaré más en la plegaria para superar esta situación actual. Ayúdame a no volver a tropezar”.

Cuando rezas así en lugar de decir “Oh Hashem soy tan mala persona, ahí voy otra vez, nunca podré tener éxito, mejor me rindo. Por favor, perdóname, no quiero que me castigues”, estás ganando humildad y cumples la misión de tu vida.

Tenemos que recordar lo que decimos en nuestras oraciones: “Humilla hasta el suelo a los soberbios y eleva a los humildes a alturas supremas”. Cuando somos humillados, y nos sentimos lejos de Dios, no es el momento para la tristeza. Es el momento de un esfuerzo renovado para elevarnos. Ese sentimiento de lejanía es para nuestro propio bien porque hará que nos esforcemos más la próxima vez.

No podemos engañar a Hashem, Él ve lo que tenemos dentro del corazón. No hay mejor momento para aplicar la sabiduría de En los Campos del Bosque que en este mes de Elul, mientras avanzamos hacia un maravilloso año nuevo.

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario