Piensa menos, haz más 2da parte
El que quiere aprender y entender más y más y no quiere actuar hasta que no conozca toda la Torá, finalmente acabará sin hacer nada.
¿Cuál es la diferencia entre las decisiones y las costumbres? Si tomamos decisiones, entonces ¿para qué necesitamos las costumbres? Porque las decisiones son algo teórico y no necesariamente llevamos a la práctica todas nuestras decisiones de manera inmediata. Pero con las costumbres sucede algo muy diferente. Las costumbres son la implementación de las decisiones, son las acciones que nos permiten vivir acorde con la forma que hemos elegido para vivir y para comportarnos en la vida cotidiana. Las costumbres son el producto de nuestras acciones y son las que conforman un cierto estilo de vida.
La importancia de las acciones es que estamos asumiendo responsabilidad y prestando atención a un acto detrás del cual se oculta una idea, una ideología. Aquel que dice “haré esto” obtiene fe en sí mismo y la satisfacción y el placer que resultan del hecho de actuar. Y el que dice “voy a hacer el intento” está básicamente diciendo “no” de manera agradable, y está transmitiendo una sensación de duda y falta de confianza en sí mismo.
Vemos entonces que actuar es una base muy importante que afecta la audición y el entendimiento.
El que quiere aprender y entender más y más y no quiere actuar hasta que no conozca toda la Torá, finalmente acabará sin hacer nada. Siempre va a estudiar y nunca va a hacer nada, porque siempre hay algo más profundo que aprender. Esa persona pierde la fe en sus propias capacidades y siempre se quedará estancada en un mismo lugar.
La persona que desea ser entrenadora física deberá empezar a estudiar y practicar y no sentarse en el sillón hasta que termine de estudiar anatomía, fisiología y diversos deportes.
La persona que quiere bajar de peso o mejorar su estado de salud deberá aprender los principios e implementarlos de inmediato. Únicamente la acción hará que forme buenos hábitos y solamente actuando se dará cuenta de qué cosas le hacen bien. si solamente invierte esfuerzo en “escuchar” y estudiar, jamás logrará aplicar nada ni llegará a la etapa de la acción. El escuchar ayuda muchísimo pero si uno no aplica lo que estudiar a su vida diaria al final se lamentará de su vida durante meses o incluso años.
Por el contrario, aquel que actúa dice: “Yo no me quejo. Yo soy un campeón!”.
Por qué? Porque la experiencia y la acción completan aquello que le falta a la teoría. Tal vez ese sea el motivo por el cual muchos profesionales especialistas empezaron con la acción desde un comienzo y luego progresaron más con cada paso que dieron.
Por eso, piensa menos y haz más! Actúa, y luego escucha y aprende, porque entender siempre es mejor después de la experiencia.
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