Cuando todo parece estancado

A veces parece que todo está estancado. Rezas sin cesar, buscas algo que corregir, algo que fortalecer, algo que mejorar, pero sientes que estás perdiendo el punto clave. Algo está bloqueado, algo está atascado. ¿Qué se debe hacer en una situación así?

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 03.02.25

¿Qué falta?

A veces parece que todo está estancado. Haces lo que puedes en lo material y en lo espiritual, pero sientes que falta algo, aunque no sabes qué es. Rezas sin cesar, buscas algo que corregir, algo que fortalecer, algo que mejorar, pero sientes que estás perdiendo el punto clave. La yeshúa (salvación) parece estar lejos. Algo está bloqueado, algo está atascado. ¿Qué se debe hacer en una situación así?

Sentimos esto también respecto al Pueblo Judío en su conjunto. Es cierto que estamos viendo grandes yeshuot (salvaciones); pero, por otro lado, sentimos que estamos atascados en el mismo lugar y no avanzamos. Siguen muriendo soldados y sentimos que la midat hadin (el atributo de justicia estricta) sigue en acción. Es cierto que todos nos estamos fortaleciendo, rezando y diciendo Tehilim, pero nos gustaría mucho saber si hay algo realmente efectivo que se pueda hacer para mitigar los decretos estrictos en su raíz y así establecer una victoria completa sobre nuestros enemigos, en la que ellos sufren una derrota clara y definitiva, poniendo fin a todos nuestros problemas.

Y con respecto a la Gueulá (Redención) que estamos esperando: Hoy en día hay yeshivot y talmudei Torá (escuelas elementales para niños), un mundo judío vibrante y lleno de vida; los batei midrash están repletos de abrejim (estudiantes casados) y talmidei jajamim (sabios de la Torá), baalei teshuvá (retornantes al judaísmo) y personas que aumentan su observancia de las mitzvot, pero ¿qué pasa con la Gueulá? ¿Qué más podemos hacer para traer la Redención? ¿Qué es lo que está faltando?

La “llave” del mar

Veamos qué sucede en nuestra parashá. Después de innumerables promesas, después de los milagros y maravillas de las Diez Plagas, después de ver la Shejiná (Presencia Divina) en la Plaga de los Primogénitos, Moshé y Aarón sacan al pueblo de Egipto y llegan al Yam Suf (Mar de los Juncos). Y ahora el pueblo está “atrapado” entre los egipcios que vienen detrás de ellos y el mar que está frente a ellos. Es fácil imaginar sus sentimientos e identificarse con su angustia; después de todo, todos nosotros hemos sentido eso en algún momento de nuestras vidas.

Tenemos todas las razones para esperar un milagro: Todo el Pueblo Judío, descendientes de los santos Patriarcas, está allí, creyentes descendientes de creyentes, clamando a Hashem. Moshé Rabenu, su justo hermano Aarón y Miriam la profetisa están allí. Najshón ben Aminadav salta al mar y después de él toda la tribu de Binyamín hace lo mismo, pero el mar no se abre.

Pero hay otro factor que aparece en ese momento y cambia la balanza. Hay algo que parece ser un detalle menor, pero es justamente eso lo que, al final, cambia la situación y se convierte en la “llave” que abre el mar. ¿Qué es?

“El mar lo vio y huyó”. ¿Qué vio? Jaza”l dicen que vio el ataúd de Yosef. ¡Todo dependía del ataúd de Yosef! Y la Torá enfatiza que Moshé Rabenu mismo se tomó la molestia de llevar consigo los restos de Yosef. Jaza”l dicen que el ataúd de Yosef siempre estaba en la tienda de Moshé Rabenu y, cuando viajaban, iba delante del campamento junto con el Arón HaKodesh, que contenía las Tablas. Y así fue durante todo su viaje por el desierto.

Un punto de recarga móvil

¿Qué representa el ataúd de Yosef?

Rabí Natán de Breslev escribe que el ataúd de Yosef expresaba la importancia de las tumbas de los tzadikim. Así como el “pozo viajero” iba con nuestros antepasados porque era imposible sobrevivir en el desierto sin agua, así también el Pueblo Judío tenía una “tumba viajera” de un tzadik dondequiera que estuvieran, porque no se puede vivir sin una conexión con los kivrei tzadikim (tumbas de los justos).

Los tzadikim existen; viven. Su presencia se puede sentir de manera tangible en sus tumbas. El tzadik está justo ahí –más allá de la puerta– y es aún más grande que cuando estaba vivo. El santo Zohar dice que los tzadikim, después de su muerte, están presentes, vivos y actúan en este mundo más que cuando estaban con vida. ¡Todo lo que hicieron y rectificaron en vida, lo hacen aún más después de su fallecimiento!

Incluso grandes tzadikim necesitan los kivrei tzadikim y acuden a ellos a rezar y provocar salvaciones. ¡Cuánto más lo necesitan los judíos simples, cuya única esperanza y confianza está en los tzadikim! Rabí Najman dice en Sefer Hamidot: “Al postrarse sobre los kivrei tzadikim, el Santo, Bendito Sea, le hace favores a la persona, aunque no sea merecedora de ellos”.

Fortalecerse con los tzadikim

Todas las redenciones, tanto personales como generales, dependen de los kivrei tzadikim!

Nosotros no traemos la Gueulá; son los tzadikim de todas las generaciones quienes lo hacen. Ellos dedicaron toda su vida a acelerar la Redención y ahora lo siguen haciendo, ¡incluso más que cuando estaban vivos! Por eso, cuando vamos a sus tumbas y despertamos sus méritos, es como “El mar lo vio y huyó”. En cada visita a los kivrei tzadikim, más y más klipot (fuerzas negativas) y oscuridad huyen y son eliminadas, y más hermanos y hermanas nuestros experimentan salvaciones y redención, liberándose de la impureza y del exilio hacia vidas de completa emuná.

Por lo tanto, si queremos ver grandes cambios para bien en el pueblo judío y en cada uno de nosotros en particular –si las cosas se vuelven difíciles y sientes que estás estancado– deberíamos ir a los tzadikim que dedicaron sus vidas a traer salvaciones al pueblo de Israel. No solo nos proporcionarán la salvación que necesitamos, sino que también nos darán daat (entendimiento o conciencia espiritual) y rectificarán nuestras almas.

Rabí Shimón

Uno de los lugares más sagrados donde más logros espiritual uno puede lograr es el tziun (tumba) de Rabí Shimón bar Yojai en Merón. Se dice de él que: “Vale la pena confiar en Rabí Shimón en las épocas difíciles”.

Si necesitas una salvación urgente, no dudes en ir al gran tzadik, Rabí Shimón bar Yojai.

Rabí Amos Guetta pidió que todo judío que vaya a Rabí Shimón pida la llegada del Mashíaj, ya que cada visita no solo trae salvaciones personales, sino que también protege a todo el pueblo judío y acelera la Gueulá.

Amén, que sea muy pronto!

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