Promiscuidad y suicidio

Un millón de personas se suicidaron este año con armas, veneno o saltando al vacío. Y esto no es una mera estadística: es una tragedia diaria. Además, entre 10 y 20 millones de personas están tratando de suicidarse cada año, pero todavía no tuvieron éxito.  Eso es mucho más de lo que perdemos en una guerra. ¿Se imaginan cuánto dolor y angustia existe en el mundo? Estamos siendo invadidos por una ola de depresión y tormento mental que es imposible de absorber, comprender y detener. ¿Cuál es el origen de todo esto?

La respuesta puede encontrarse en las enseñanzas de Rabí Najman de Breslev.

La correlación entre la promiscuidad, la depresión y el suicidio es perfectamente clara. Multitudes de personas están tratando de llenar el vacío que sienten dentro de sí mismos con sexo, y esto causa culpa, odio a sí mismos,

vacío espiritual y vergüenza. Y entonces se alejan más de la realidad, la esperanza y el amor, y caen todavía más en la fantasía. Dejan de estar en contacto con ellos mismos y de sus padres, maestros y compañeros. Y entonces se pierden completamente.

El pacto del pueblo judío con Dios se enfoca en la pureza sexual. El precepto de mantener la pureza sexual (lo que se conoce como “brit”) es el principal precepto de la Torá, que incluye a todos los demás. Existen 613 preceptos en la Torá. El término brit equivale al número 612. Observar el pacto (brit) equivale a cumplir el resto de la Torá. El Santo Zohar define “tzadik” como aquel que guarda su brit (ZoharI, 59b). En esencia, al mantener la pureza sexual, está cumpliendo toda la Torá.

Dice Rabí Najman que la Tierra de Israel es una poderosa corrección espiritual para la inmoralidad sexual. Dice el Rebe que el motivo de la aliá (emigración a Israel) tiene que ser puramente espiritual: acercarse a Dios. La persona que llega a Israel con este fin ciertamente tendrá éxito. El Rebe también nos dice que la fuente de la santidad de Israel  que puede revertir este problema proviene de las tumbas de los tzadikim allí enterrados. La recitación del Tikún Haklalí – los Diez Salmos- o Remedio General, es también una poderosa rectificación para los pecados sexuales. Finalmente, la santidad de Jerusalén es la máxima expresión de santidad, que libera a la persona de toda impureza, depresión y tristeza.