¡La buena vida empieza hoy!

Rabí Najman de Breslev puso sobre la mesa la propuesta de mil millones de dólares, que es una propuesta de una vez en la vida. Él nos propone el siguiente negocio, que está absolutamente garantizado: vas a alcanzar la rectificación total y completa de los tres niveles de tu alma ─nefesh, rúaj y neshamá─ con todos los mundos que dependen de ti, una rectificación que abarca desde la época de Adán hasta la llegada del Mashíaj, el Justo Redentor. Lograrás rectificar todo y alcanzar todo el bien. Además, no estarás sujeto a ningún juicio Divino. Todos los casos y juicios en tu contra serán completamente anulados. Eso significa que vivirás una vida de felicidad y dicha en este mundo y, después de los ciento veinte años, entrarás al Jardín del Edén sin necesidad de ningún juicio, y obtendrás muchas más ganancias sin medida.

Ahora bien. ¿Qué es lo que tienes que hacer? ¿Cuál es tu rol en este negocio?

¡Escucha muy bien lo que te voy a decir! Lo único que se te pide es que dediques una hora todos los días a reunirte con el Creador del Mundo. En esa cita diaria, Le darás las gracias al Creador por toda la bondad y todas las cosas buenas que hace contigo. Dile al Creador todo lo que hiciste ese día. Pídele perdón por las cosas que no estaban de acuerdo con Su voluntad y pídele ayuda de ahora en adelante en todos tus asuntos, tanto materiales como espirituales y, en especial, en todo lo que tiene que ver con servir a Hashem. Eso es todo. Con respecto a esto, Rabí Najman dijo lo siguiente (Likutey Moharán II 25):

La hitbodedut es un nivel muy elevado. Es más grande que todo lo demás. En esta práctica, la persona reserva por lo menos una hora para aislarse en una habitación o en el campo y hablar con su Creador. La persona recurre a la lógica y utiliza argumentos y expresa palabras de gracia y de reconciliación para pedirle y suplicarle a Hashem, Bendito Sea, que realmente la acerque a Él y pueda servirlo.

Esta plegaria y este hablar debería ser en la lengua madre de la persona, porque es relativamente fácil y simple para la persona derramar lo que tiene dentro del corazón en su propio idioma, ya que es algo referente al corazón y es más accesible, ya que está acostumbrado a hablar en ese idioma. Así, puede expresar todo lo que siente al hablar. La persona debería hablar y decirle a Hashem, Bendito Sea, todo lo que lleva en el corazón: ya sea arrepentimiento por el pasado o un ruego para poder realmente acercarse a Él a partir de este momento, etc, cada uno según el nivel en el que se encuentra.

La persona debería tener mucho cuidado de acostumbrarse a dedicarse a esta práctica durante la hora designada todos los días, y el resto del día, debería estar estar feliz. Esta práctica es algo sumamente importante. Es un método excelente y encomiable método para acercarse a Él, Bendito Sea. Es una práctica universal y muy recomendada que incluye todo lo demás. La persona debería hablar y rogarle a Hashem, Bendito Sea, con referencia a todo lo que le está faltando en su servicio Divino, e incluso si está completamente alejada de Su servicio.

Incluso si hay momentos en los que se le bloquean las palabras y ni siquiera logra abrir la boca para hablarle, Bendito Sea, el mero hecho de que está preparado y parado ante Él, Bendito Sea, y que quiere y anhela hablar, aunque no logre hacerlo, ya es en sí mismo algo muy bueno. La persona puede hablar y rezar sobre ese tema específico. Debería clamar ante Él y rogarle, diciéndole que está tan lejos de Él que ni siquiera puede hablar, y debería pedirle que le tenga compasión, y le abra la boca, para que pueda hablarle.

Sabrás que muchos grandes y famosos tzadikim contaron que solamente alcanzaron su nivel por medio de esta práctica. La persona sabia entenderá por sí misma el gran nivel de esta práctica, que es el más alto de los niveles existentes. Y es algo que es accesible a todos, desde los más pequeños hasta los más grandes, ya que todos pueden dedicarse a esta práctica, y de este modo, cada persona alcanzará un gran nivel. Afortunado de aquel que se dedique a esto.

Esto exige que hagas un total compromiso a reservar un lugar y un tiempo para reunirte con el Creador y empieces a implementar esto en la práctica todos los días, como un reloj suizo. No comprometas ninguna parte de esto, porque ya recibiste el más grande descuento: un descuento del 99,99 %. Lo único que te queda por hacer es abrir una apertura como el orificio de una aguja, y el resto “encárgaselo a Él”. Es el precio más bajo que existe. Por eso, toma una decisión firme. Ahora mismo, di en voz alta: “No descansaré y no me callaré hasta que hoy mismo encuentre la forma de reservar una hora de mi agenda diaria para lo más importante y lo más grande que tengo en la vida: para mi voluntad, para mi esencia, para mi retorno, para mi rectificación, para mi Jardín del Edén…”.