
Caso cerrado
¿Cómo se lleva a cabo un recuento personal en la sesión de hitbodedut?

La esencia básica de la hitbodedut consiste en una rendición de cuentas personal que se lleva a cabo diariamente. Tal como expresa Rabí Najman: “La persona que quiere probar una muestra de la luz oculta… debe elevar el rasgo del temor a su fuente… Vale decir, la persona se juzga y se autoevalúa en todos sus asuntos” (Likutey Moharán I 15). En otra instancia, Rabí Najman explica: “La persona mitiga los juicios al juzgarse a sí misma. Vale decir, se debe juzgar a sí misma y evaluar cada cosa que hace y pensar si realmente es algo que debería estar haciendo. Debe examinar sus actos y rectificarlos en conformidad con el juicio y la evaluación de la Torá. Y como resultado de dicho juicio y dicha autoevaluación, mitiga y anula el juicio Divino, porque cuando hay juicio abajo, no hay juicio Arriba” (ibíd 169).
Esto es algo que debemos entender muy bien. De hecho, cada persona debe llevar a cabo un recuento detallado de todo lo que hizo desde el día de ayer hasta hoy. Debe dar las gracias en detalle por todo lo que ocurrió durante esas 24 horas. Debe arrepentirse de todas sus transgresiones y rezar por sus fallas. Este es el principal aspecto de la hitbodedut que debemos llevar a cabo todos los días. Esto es algo maravilloso y absolutamente necesario. Y es una enorme rectificación que no podemos descuidar de ningún modo.
¿Cómo se lleva a cabo un recuento personal en la sesión de hitbodedut?
Es muy sencillo: dile al Creador del mundo con tus propias palabras todo lo que hiciste desde la sesión de hitbodedut de ayer hasta la sesión de hitbodedut de hoy. Con respecto a todas las cosas buenas, da las gracias. Y con respecto a las cosas malas, pide perdón y expresa remordimiento, y pídele al Creador que te ayude a no volver a tropezar. Esta clase de hitbodedut te asegura la expiación de todas tus faltas. El Creador del mundo te dice: “Cuando tú te juzgas a ti mismo, Yo te perdono tus faltas cada día”. Es como si tuvieras tu propio Yom Kipur (Día del Perdón) por todos tus pecados.
El individuo que no se dedica a hacer una hora diaria de hitbodedut tiene un día de expiación al año: Yom Kipur. Pero la persona que hace una hora diaria de hitbodedut tiene su propio Yom Kipur cada día. Cada día se arrepiente de todo lo que ocurrió desde el Yom Kipur de ayer hasta el Yom Kipur de hoy. Este es el más grande regalo que existe. Afortunado de aquel que lo aprovecha. Porque aun estando en este mundo va a vivir en un Jardín del Edén, ya que la persona sufre únicamente a causa de sus pecados. La persona que se dedica a hacer hitbodedut a diario hace todos los días “borrón y cuenta nueva”. Y no hay más necio que aquel que no aprovecha este regalo, que no hace una hora de hitbodedut.
¿A qué podemos comparar esto? A una persona que está a punto de ser sometida a un juicio fatídico. Trata de imaginarte y visualizar cómo se siente esa persona la noche anterior al veredicto: el temor, los nervios, el dolor de estómago. Pero ahora le hacen una propuesta: “Dedica una hora a contar todo lo que hiciste y a pedir perdón. Y entonces, no sólo que no te van a castigar, sino que ni siquiera te van a juzgar”. ¿Acaso una persona que está en sus cabales va a rechazar esta oferta increíble? El juicio que se lleva a cabo acá en este mundo es una nada, literalmente, un “juego de niños”, comparado con el juicio Divino. Pero si la persona se juzga acá abajo, no hay juicio Arriba. ¡No te puedes dar el lujo de dejar pasar esta oportunidad!
Rabí Najman de Breslev hizo una gran promesa con respecto a la hitbodedut más que cualquiera de sus otras innovaciones. Él prometió que la persona que recite el Tikún HaKlalí en su tumba, en la ciudad de Uman, Ucrania, la va a sacar del Guehenom (infierno). Pero también prometió que la persona que haga una hora de hitbodedut diaria jamás llegará a ver la cara del Guehenom. O sea, no será juzgada por el Cielo en absoluto.
El sagrado Libro del Zohar alaba enormemente a la persona que con asiduidad lleva a cabo una rendición de cuentas personal y dice que esa persona no irá al Guehenom. El Shem MiShmuel comenta (Emor 5674): ¿A quién el Zohar le promete que no irá al Guehenom? ¿A la persona justa que se dedica a llevar a cabo una autoevaluación o a la persona que ha tropezado y que ha transgredido y se dedica a hacer una autoevaluación? La persona justa ciertamente no irá al Guehenom, porque es una persona justa (tzadik) y no sólo por el hecho de hacer una sesión de autoevaluación diaria. Por lo tanto, el sagrado Libro del Zohar debe estar refiriéndose a la persona que no es justa, aquella que aún sigue tropezando y transgrediendo. Ella también, en mérito a que hace una autoevaluación, y que quiere y se esfuerza por salir de la situación en la que se encuentra, no va a ir al Guehenom.
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