
Sembrando emuná
Dentro de unas horas todos nos sentaremos alrededor de la mesa del Séder. La casa reluciente de limpieza, la ropa nueva, la comida tan especial…

Dentro de unas horas todos nos sentaremos alrededor de la mesa del Séder. La casa reluciente de limpieza, la ropa nueva, la comida tan especial…
Pero lo principal no es eso. Lo principal es lo que compartimos la semana pasada en nombre del “Ohev Israel”: ¡esta noche hay que aprovecharla!
Porque en esta noche desciende una luz muy grande, y los corazones de los niños se abren, se vuelven receptivos para absorber los mensajes de la fe.
Y esta es nuestra gran oportunidad de plantar en sus corazones las dulces semillas de la emuná (fe) y la bitajón (confianza en Hashem).
Por eso, en este artículo vamos a hablar de mensajes sencillos de fe y confianza, ideales para compartir en la mesa del Séder. Para que cada uno pueda interiorizarlos en su corazón, y desde ahí transmitirlos al corazón de los niños. Porque las palabras que salen del corazón, entran al corazón, y así lograremos sembrar la fe en sus almas para todas las generaciones.
El pueblo de Israel sale de Egipto y se encuentra en una situación desesperada.
Detrás de ellos: el ejército egipcio, con caballos, carros y una cantidad triple de soldados.
Delante de ellos: el mar, que les bloquea el paso.
Y ellos mismos… eran un pueblo de esclavos, sin idea de cómo luchar. ¡Una trampa mortal!
Además, todavía estaban contaminados con idolatría. Los ángeles acusadores se quejan ante Hashem:
“¿Por qué vas a salvarlos, si estos también son idólatras?”
Entonces el pueblo, con Moshé a la cabeza, hace lo que los patriarcas siempre hicieron: claman a Hashem con todas sus fuerzas.
Y Hashem le responde con una frase impactante:
“¿Por qué clamas? Habla a los hijos de Israel y que avancen.” (Shemot 14:15)
¡¿Cómo que “por qué clamas”?!
¿Acaso no es lo más lógico que un judío rece en una situación así?
¿¡Justo ahora Hashem dice que no es momento de rezar!?
Rashi, el gran comentarista, incluso agrava la pregunta:
“De aquí aprendemos que Moshé estaba orando. Hashem le dijo: No es momento ahora de extender la oración, ¡el pueblo está en peligro!”
¿¡Cómo puede ser que por estar en peligro no haya que rezar más!? ¡Justamente es cuando más se necesita la plegaria!
El Or HaJaim Hakadosh, Rabí Jaim ben Atar z”l, lo pregunta claramente:
“¿A quién se supone que debemos clamar, si no es a Hashem —y más aún en una situación de peligro?”
Este es el momento del bitajón
El Or HaJaim responde algo maravilloso:
Hashem le dice a Moshé: “La tefilá ahora no va a servir.”
¿Por qué? Porque el atributo de estricta justicia está activo, y los ángeles están acusando: “Estos son idólatras y estos también.”
Y Hashem le dice:
“Yo quiero hacerles un milagro, pero no puedo. Porque no lo merecen. Ahora ya no depende de Mí”.
Entonces, ¿qué hacer?
El Or HaJaim responde:
“En una situación así, el pueblo de Israel necesita fortalecerse con una confianza total en Hashem. Si confían con todo el corazón y avanzan hacia el mar antes de que se abra —confiando que Yo los voy a salvar— eso despierta la misericordia Divina. ¡Eso anula todos los juicios estrictos+y permite que se hagan milagros!”
Sus palabras exactas:
“Que se fortalezcan en la fe y avancen al mar antes de que se abra, confiando plenamente en que Yo les haré un milagro. Porque tan grande es esta fe y confianza que puede incliner la balanza hacia el bien…”
Y así como ellos fallaron en su fe al ver venir a los egipcios —continúa el Or HaJaim— el verdadero tikún (rectificación) consistió en fortalecer su emuná con todo su ser.
Y según lo que explicó antes el Rambán, esto también sirvió como reparación para el pequeño fallo de fe que tuvo Abraham.
De aquí se pueden sacar varios mensajes hermosos, poderosos y prácticos para la vida:
- Hashem hace milagros a quienes confían en Él, incluso si no lo merecen.
Aunque la justicia diga “¡no!”, el bitajón dice “¡sí!” —y Hashem escucha. - Para ver salvaciones por medio del bitajón, la confianza debe ser total.
Como Najshón ben Aminadav, que saltó al mar sin dudar, hasta que el agua le llegó al cuello. ¡Esa es confianza verdadera! Y esa fe fue la que partió el mar, como enseñó el Or HaJaim. - Quien confía en Hashem, ¡nunca pasa vergüenza!
Muchos versículos lo dicen, y este episodio lo confirma: aunque el pueblo no merecía el milagro, ¡Hashem los salvó porque confiaron en Él! - El bitajón funciona incluso donde la tefilá no puede.
Hay momentos en que la oración no se puede recibir —pero la confianza pura no encuentra oposición. ¡El bitajón no tiene acusadores!
Aprovechémoslo esta noche
Querido pueblo de Israel: en la noche del Séder, y durante toda esta festividad sagrada, brilla una luz inmensa.
Solo necesitamos abrir la ventana del alma y dejar que esa luz entre:
en nosotros, en nuestros hijos, y que nos llene de fe y confianza para todo el año —y toda la vida.
¡Jag kasher veSameaj!
¡Feliz Pésaj!
4/07/2025
BARUJ HaSHEM POR ESTA ENSENIASA MUY MUY HERMOSA.GRACIAS RABINO SHALOM ARUSH.