La pascua de Sucot es el epítome de la alegría, y como lo indican nuestras plegarias, hemos de regocijarnos, en particular cuando estamos en la sucá-cabaña…
Invitados humanos y celestiales
Referente a la alegría de las pascuas, sabemos que enseñan los Sabios que el hombre tiene el deber de regocijarse en las pascuas compartiendo con los miembros de su hogar comidas que incluyan carne y vino [2]. La razón por la cual la palabra "pascua" se dice "ushpiza" en arameo es que, literalmente, esta palabra significa "residente ocasional de una posada": así, pues, del mismo modo en que saludaríamos a un invitado con el semblante bien dispuesto, igual hemos de recibir las pascuas, ya que en cada una de las pascuas hay una energía luminosa Divina diferente enfocada sobre nosotros, como lo explicó Rashbí en el Zohar[3], acerca de las [4]"sagradas asambleas".
Enseñaron los Tikunim acerca del tema[5]:
La Shejiná se llama "pascua" en cada una de las tres pascuas, es decir, Pesaj, Shavuot y Sucot, porque recibe la concentración de iluminación y energía Divina particular de cada una de las tres pascuas. Por ejemplo, en Pesaj recibe el brillo de jesed-bondad, en Shavuot de tiferet-armonía y en Sucot recibe la concesión ilimitada de las Fuerzas Superiores de Creación y Providencia. Como dice el versículo: [6]"Tres veces al año celebrarás pascuas en Mi honor", para dirigir la iluminación hacia maljut-reino, llamada también "año".
Los versículos subrayan "en Mi honor", porque la Shejiná representa el Templo, y dice el versículo,[7] "se presentarán [lit. serán vistos] todos los varones". Se especifican los varones para que éstos atraigan a la tierra la energía de yesod-fundamento, que físicamente es análoga al órgano masculino, y espiritualmente, designa la base de todas las bendiciones.
Continúa el Zohar, el hombre que va a ver a la Shejiná [como han dicho los Sabios, así como los hombres iban a "ser vistos", también iban a "ver",] ha de darle una ofrenda. El final del versículo alude a ellos, "y no se presentará ante el Eterno con las manos vacías", ha de infundirle a Ella energía Divina por medio de sus rezos y ofrendas.
Ha de alegrarse con Ella, con la Shejiná llamada "pascua", como dice el versículo:[8] "Te regocijarás en tu pascua", y el Altísimo también se regocija con Ella. Quien va al Templo en una de las tres pascuas "para ver" tiene que guardarse contra la tristeza, porque la tristeza permite que las fuerzas del mal y las de la oscuridad estén en control, el contrario de la"luz y alegría" concedidas al pueblo judío el día de Purim. La tristeza también atrae la pena, que empuja al hombre hacia el mundo de los muertos llamado sheol, a la sección baja de Gehinom. Estas fuerzas se llaman tejol-bazo, que es conocido por su color negro, y también se llaman "mancha". Por tanto, cuando una persona tiene tendencia a la tristeza se considera que tiene una mácula, y dice el versículo,[9] "No se acercará todo aquél que tuviere mancha", no es digno de ir al Templo en las tres pascuas.
La pascua de Sucot es el epítome de la alegría, y como lo indican nuestras plegarias, hemos de regocijarnos, en particular cuando estamos en la sucá-cabaña. Menciona el Zohar[10]:
Tu semblante debe resplandecer de alegría cada uno de los días de Sucot – ten cuidado en particular de no entristecerte o enojarte durante Sucot – estás en la compañía de los invitados celestiales que están contigo.
Y mi maestro, de bendita memoria, Rabí Moshé Cordovero, subrayó la redacción del Zohar, que hace hincapié en "cada uno de los días de Sucot", en lugar de referirse en general a los siete días de la pascua. Esto nos enseña que hemos de hacer muestra de una alegría especial en cada uno de los días de esta pascua, porque los siete días corresponden a los siete invitados celestiales: cada día de Sucot recibimos a un invitado celestial distinto y debemos mostrar cuánto nos alegramos con su presencia. El Zohar dice a continuación que hemos de imitar a Rabí Hamemuna el Anciano, quien solía expresar su alegría al entrar a la sucá, ya que sólo quien siente alegría en su corazón puede mostrarles a sus invitados el rostro resplandeciente de alegría.
No necesitamos citar el resto de este Zohar, sino sólo el comentario:
Hemos de alegrar a los pobres, porque la porción de los invitados a tus comidas está vinculada con la de los pobres; los invitados a tus comidas absorben alegría como consecuencia de lo que comen los pobres, porque la fuente espiritual del pobre está en maljut-reino. Quien alegra a los pobres atrae shefa-energía de biná-entendimiento y la dirige a maljut. Entonces los pobres también quedan infundidos de energía Divina.
De la frivolidad a la alegría
Para sentir la alegría de las pascuas hay que evitar la frivolidad de las bromas y las salidas de las que disfrutan los gentiles. Como dice el versículo:[11] "No te regocijes, Israel, como los demás pueblos". Nuestra alegría debe provenir de la pascua misma, ya que estos son días de sagradas asambleas, como ya hemos explicado.
Las pascuas son oportunidades para que el hombre, que reside en la oscuridad, se regocije con la nueva concentración de energía Divina que puede atraer a sí. Por resultado, nuestra alegría en la pascua de Simjat Torá ha de ser más intensa que en otros tiempos sagrados. Como nuestros Sabios, de bendita memoria, han enseñado,[12] "sólo se les ha dado pascuas a Israel para permitirles profundizar en sus estudios de Torá".
Es importante comprender que al predominar la alegría se puede causar un yijud-unificación celestial, porque es imposible que un ser emanado, separado de su fuente de creación, se aúne con su fuente original a menos que ambos compartan un motivo de alegría en común. Esta alegría causa que el Emanador desee esta re vinculación. El ser emanado también siente intensa alegría al reunirse con su fuente y absorber energía Divina luminosa.
Está escrito, [13]"El fuego del altar seguirá ardiendo". Explica el Zohar que la llama de amor estaba eternamente alimentada por el servicio Divino de los levitas.[14] Mientras que el cohen-sacerdote proviene de la fuente de jesed-bondad, los levitas provienen de guevurá-reserva. El servicio que proporcionaban en el Templo rectificaba el mundo terrenal aunando las fuerzas Divinas de jesed-bondad y guevurá-reserva. Esta unificación mitigaba la severidad de la reserva infundiéndole bondad. Añade el Zohar:
Dice el versículo,[15] "serán los levitas los encargados del servicio de la tienda de reunión", es decir, el objetivo esencial del servicio de los levitas era llevar a cabo un yijud-unificación entre el Altísimo y las almas colectivas de la Comunidad de Israel, logrando así que se realizara plenamente la Shejiná. El servicio de los levitas causaba que el lado izquierdo – de guevurá-reserva – se extendiese por la tierra y recibiese a la Comunidad de Israel, como lo indica el versículo:[16] "Está Su mano izquierda bajo mi cabeza". Sólo entonces podía haber un yijud-unificación total, según la interpretación esotérica [17] de, "y me abraza Su diestra". ¿Quién enciende el amor de "Está Su mano izquierda bajo mi cabeza"? La respuesta es "hu" (literalmente "él"), el levita.
Hay un abanico de interpretaciones para explicar la respuesta final, "hu"; una de éstas es que alude a las fuerzas de biná-entendimiento. La energía que encenderá a la Comunidad de Israel con la alegría del yijud-unificación provendrá de biná. La iluminación causará que todos los mundos celestiales se eleven a su fuente en Atsilut-Cercanía y se aunen, produciendo así la esencia de la alegría.
Esta introducción nos ayudará a comprender los versículos del rey David, dulce cantante de Israel:[18] "Gozaos en el Eterno y deleitaos con El, vosotros que sois rectos", y también: "y mi alma se deleitará en el Eterno". El alma se siente llevada al punto culminante de la alegría al ser iluminada por la luz de Atsilut-Cercanía en su forma unificada abarcada por el Nombre, ya que las cuatro letras del santo Tetragrama aluden a todos los mundos celestiales aunados, como lo hemos explicado.
Quien se vincula al Nombre al nivel de tiferet-armonía, donde todo se aúna, absorbe sustancia vital de su fuente celestial y la extiende hasta el mundo terrenal. […] Así, pues, si quieres infundir alegría a tu alma, medita por algún tiempo todos los días y contempla la grandeza de las cuatro letras del Nombre, como lo he explicado en el capítulo cinco del Portal de la santidad.
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2-Tratado Pesajim 109a. 3-Zohar Emor 94a. 4-Levítico 23:2. 5-Tikún 21, 58b. 6-Éxodo 23:14. 7-Deuteronomio 16:16. 8-Deuteronomio 16:14. 9-Levítico 21:18. 10-Zohar Emor 103b. 11-Oseas 9:1. 12-Talmud de Jerusalén, Tratado Shabat 15:3. 3-Levítico 6:5. 14-Zohar Koraj 178b. 15-Números 18:23. 16-Cantar de los cantares 2:6. 17-Cantar de los cantares 2:6. 18-Salmos 32:11. 19-Salmos 35:9.
– Extraído del Portal del Amor, traducido por Simcha Benyosef –
10/01/2018
Invitados humanos y celestiales
Excelente!!!!! Gracias
10/01/2018
Excelente!!!!! Gracias
10/16/2016
Gracias!
Que hermosa y gran enseñanza, gracias por compartir toda esta sabiduria que vale mas que todas las riquezas del mundo juntas, que miles de lingotes de oro. Deleitarse en Dios es todo